PDV Tomas
—Esta es
toda la información que eh podido recopilar hasta ahora de la señorita —me dice
mi chofer, cuyo nombre era Richard, mientras colocaba unos papeles en mi
escritorio.
—Bien
hecho Richard, fuiste más rápido de lo que pensé.
—Gracias
señor —me dice Richard.
—Puedes
retirarte ahora, tengo mucho que revisar.
—Como
usted diga señor —me dice Richard, mientras se retira.
Después
de que mi chofer se retira de mi oficina, empiezo a observar la información que
está en mi mesa.
El nombre
de esta chica, era Teresa, tenía solo 19 años de edad, estudiaba la carrera de
contabilidad en la universidad, y por los momentos esta era toda la información
con la cual contaba el club.
Además de
esto, Richard también había investigado por otros lugares, y había logrado
saber el nombre de los familiares de Teresa.
Ella tenía
un padre que la abandono hace años, tenía un hermano, y su madre estaba
sufriendo de una enfermedad y estaba actualmente internada en el hospital.
Richard también
pudo investigar el estado de sus cuentas bancarias.
Por lo
visto Teresa no la estaba pasando muy bien en realidad, el tratamiento médico
de su madre era costoso, y con solo sus trabajos de medio tiempo no le
alcanzaba para pagar el tratamiento de su madre y los gastos de su casa.
—Con razón
fue al club a vender su virginidad —murmure, mientras seguía observando la información.
Su padre
la abandono, y su madre sufría de una enfermedad que la interno en el hospital,
sus ingresos no le alcanzaban para poder cubrir todos los gastos de su vida
diaria, y eso era a pesar de los 2 empleos que poseía.
Esta
chica no la tenía fácil, y eso me provoco un cierto sentimiento de protección
hacia ella, pero rápidamente lo desecho y empiezo a pensar en otros asuntos
importantes.
Teniendo
en cuenta la situación por la cual pasaba Teresa, lo más probable es que trate
de vender su virginidad otra vez, la primera no había funcionado, por lo que lo
intentaría una segunda.
Lo más
probable es que lo intente esta noche o la siguiente.
Debía
moverme rápido, deseaba a esa chica, me atraía mucho, la noche que pase con
ella fue memorable a pesar de su inocencia, por lo que quería poseerla.
No quería
compartirla con nadie más, nunca me gusto compartir, y menos a mis mujeres.
Ya eran
las 9:00 de la mañana, la chica quizás ya se ha despertado y se ha enterado de
todo la verdad y de seguro está pensando en que hacer en estos momentos.
Si quería
reservarla, debía moverse, Teresa tenía dos empleos, y Richard logro
identificar cuáles eran, uno de ellos era en una tienda, mientras que el otro
era en un restaurante, el primero era un trabajo diurno, mientras que el
segundo era uno nocturno.
El día de
hoy tenía tiempo, por lo que podría hacerle una visita a su lugar de trabajo.
—Espera
por mí, ya voy —murmuro, mientras sigo observando los datos que poseo.
PDV
Teresa
Después
de sentarme con Daisy, le empecé a contar todo lo que viví en la noche de ayer.
Le conté
“todo”, incluso como el hombre desconocido me lo había hecho ayer.
Le conté
también que cuando estaba a punto de desvirgarme, le dije que no, y gracias a
mi persuasión, no llego a quitarme la virginidad por delante.
Cuando
Daisy escucho que seguía siendo virgen, al menos en teoría y técnicamente
hablando, mostro una expresión algo emocionada.
Claramente,
Daisy también empezó a tener esperanza una vez más.
Seguía
siendo virgen, por lo que podía vender mi virginidad otra vez, podía hacerlo
esta misma noche de ser posible, necesitaba hacerlo, no tenía opción.
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