Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 13

PDV

Teresa

— ¡¿Dónde

demonios estabas Teresa?! —me grita Daisy.

La

expresión que mi amiga me está haciendo en estos momentos, me aterra, siento

como si me fuera a comer viva, no logro pronunciar ninguna palabra ante esta

repentina situación.

— ¡¿Dónde

estabas Teresa?! ¡Te busque por todos los lados! ¡¿Dónde estabas?! —me grita

Daisy.

— ¿De que

estas hablando Daisy? Estuve… haciendo lo “mío” como fue acordado —digo

mientras miro a mi amiga, la cual sigue manteniendo esa expresión como si me

fuera a comer viva.

— ¿Lo

tuyo? ¿A qué exactamente te estas refiriendo Teresa? —me pregunto Daisy.

—No lo

sé, tú dime —le contesto de forma sarcástica.

¿En serio

me estaba preguntando algo así? Vine a este club a vender mi virginidad, ella

misma me preparo para eso, ¿Y de verdad me estaba haciendo este tipo de

preguntas?

No sé en qué

está pensando, pero aproveche el momento para hacerle una pequeña broma.

— ¡Este

no es un chiste Teresa! ¡¿Tienes idea de lo molestos que estaban ayer?! —me

grita Daisy.

¿Molestos? ¿Quién está molesto? —le pregunto.

— ¡¿Quién

más?! ¡Mis jefes y Saint! ¡Ya sabes, el hombre que te compro la virginidad anoche!

—me grita Daisy.

— ¿Saint?

¿Ese era su nombre?

— ¡No, es

su apellido! ¡Pero eso no importa!

—Ya veo,

pero ¿Por qué Saint está molesto?

— ¿Por

qué está molesto? ¡¿En serio me lo preguntas?!

—Pues sí,

ese tipo anoche me uso como le dio la gana, sigo adolorida por lo que paso

anoche.

—¡¿Qué?!

¡¿Qué acabas de… de decir?!

—Anoche

estuve con Saint, Daisy, no sabes por lo que me hizo pasar, me “profano” de

todas las formas que quiso y no pensó en que yo era virgen para nada, no me

tuvo compasión.

—Teresa…

no se con quién estuviste, pero no fue con Saint.

—¿Qué? ¿A

qué te refieres?

—Escucha,

Saint te espero y no apareciste, vino con nosotros y se quejó de ti, después se

fue, fui a buscarte pero no te encontré, por eso te estoy preguntando donde

demonios estabas anoche, ¿Por qué no fuiste con Saint?

—Eso… eso

no puede ser, Daisy, yo tome el corredor que me dijiste, fui a la habitación

con el número que me indicaste y llame como dijiste, no hice nada malo, yo, yo

¡Estuve con un hombre ayer! ¡Dime que estas mintiendo!

—¡No

estoy mintiendo Teresa! ¡No sé con quién estuviste, pero no fue con Saint!

—¡Pero

eso no puede ser! ¡Yo hice todo bien!

—¿Cuál

fue el corredor que tomaste Teresa?

—¿Eh?

—¿Cuál

fue el corredor que tomaste? ¿Tomaste el corredor que te dije?

—Pues claro,

tome el corredor de la derecha, como tú me indicaste —le digo a Daisy, mientras

me giro para señalar el corredor de la derecha.

—¡Izquierda!

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