PDV Teresa
—Teresa, Teresa ¿Me escuchas? —me pregunto.
—Sí, sí, te escucho, ¿Qué dijiste? ¿Me lo puedes repetir?
—Quiero que ambas nos reunamos, de ser posible mañana ¿Puedes?
—No sé, tengo que ver… ¿Cómo conseguiste mi número?
¿Por qué parece que personas como Clara saben cosas de mi sin que yo me entere? Lo mismo me paso con Vincent y Tomas en el pasado.
—Un amigo me lo dio.
— ¿Un amigo? ¿Quién?
—No es importante, ¿Puedes reunirte conmigo mañana?
— ¿Por qué? Estoy muy ocupada en estos momentos Clara, tengo muchas obligaciones y no tengo tiempo para que me digas cosas que no me importan.
—No planeo decirte nada sin importancia Teresa, lo que tenemos que hablar es algo que de seguro te va a interesar mucho.
— ¿Y qué es?
—Es mejor que lo hablemos en persona ¿Te reunirás conmigo mañana?
—… bien Clara, me reuniré contigo, que sea después del mediodía.
—Perfecto, te pasare la dirección después por mensaje, espero verte allí Teresa, llega temprano.
—Ni siquiera quiero ir a reunirme contigo Clara.
—Lo entiendo, pero veras que valdrá la pena que vayas mañana, adiós —después de decir esto último, Clara colgó la llamada.
Me quede viendo el teléfono unos momentos antes de guardarlo, ¿Por qué Clara quería hablar conmigo? Ella y yo no nos llevábamos bien, y cada vez que se veía conmigo, siempre me atacaba, no quería gastar mi tiempo en eso.
Me quede pensando en la razón por la cual Clara quería reunirse conmigo, no podía pensar en 1, para dejar de pensar en eso, continúe en el trabajo que Vincent me había dado, a penas y si entendía la mitad de lo que hacía, eran cosas muy avanzadas.
Mientras estaba en eso, recordé que Clara dijo que un amigo le dio mi número, solo pude pensar en Vincent, aproveche para llamar a este último para poder despejar unas dudas con respecto al trabajo y también con lo de Clara.
—Yo no le di tu numero Teresa —me dijo Vincent mientras hablábamos por teléfono.
— ¿Ah no?
—No, ni siquiera me lo pregunto.
—Ya veo… ¿La viste ayer?
—Sí, solo brevemente, vino a mi oficina para hablar de un par de cosas que teníamos pendientes en nuestros negocios.
— ¿Tomo tu teléfono mientras estaban juntos?
—… si, ella busco un contacto de un socio de ambos allí, me lo devolvió después de un tiempo y… ¡Ah! Ya entiendo Teresa…
—Vincent… cuando pienso que no puedes ser más tonto… ¿Cómo te creíste esa excusa?
—No era una excusa Teresa, de verdad tenía que darle el número de uno de nuestros socios, recuerda que ella y yo tenemos lazos de negocios.
— ¿No pudiste revisar mientras buscaba el contacto?
— ¿Estás hablando en serio sobre eso? Teresa, nos conocemos por años, ni siquiera pensé en eso.
—Bien, bien, de todas formas ya no se puede hacer nada, solo espero que no se te salga más información mía.
—Tranquila, y Teresa, si ella quisiera saber cosas de ti, no le sería muy difícil de hacerlo con el dinero que posee, podría hasta saber más de ti que tú misma, no te preocupes por eso, Clara hasta debe saber dónde viven tus bisabuelos en estos momentos.
—…
—Por cierto ¿Cómo vas con el trabajo Teresa?
—Estoy en eso, pero tienes que ayudarme Vincent, estas cosas son complicadas.
—Lo siento, pero yo también estoy cargado de trabajo Teresa, vas a tener que ingeniarte como resolver todo lo que te di.
—Vincent…
—Considéralo una pequeña venganza por no haberme presentado a tu madre todavía, esto es solo el principio de mi venganza Teresa —Vincent tuvo la inmadurez para fingir reírse de forma malévola como en las películas al decir eso.
—Vincent, no es broma, de verdad necesito ayuda con esto.
—Y no es broma, esta es mi venganza Teresita, y eso es solo el principio… disfrútala, habrá mucho más esperándote —Vincent colgó mientras continuaba riéndose.
Apreté el teléfono después de que me colgó, mire los documentos y suspire un poco antes de continuar.
A la mañana siguiente fui a la universidad, los rumores sobre mi aún no habían acabado y seguía siendo famosa en el mal sentido en la universidad, aunque por los momentos había podido ignorar en gran parte el trato que me daban.
La directora seguía enojada conmigo por haberle costado casi 1 millón de dólares al hacer que Tomas se saliera de la subasta, por suerte no me había dado problemas.
Al salir de allí, fui al lugar en el cual quede verme con Clara, esta me pasó la dirección y la hora acordada, llegue temprano aprovechando que venía de la universidad, me senté en una mesa, ordene una bebida y me puse a esperar a Clara.
Para no malgastar el tiempo, continúe trabajando en lo de Vincent, lo cual seguía siendo complicado, y mientras estaba en eso, Clara llego a la cafetería donde estaba.
Su vestimenta era algo simple, pero seguía viéndose muy bien incluso con eso, atrajo miradas mientras caminaba hacia a mí, no me gusto.
Clara llego junto conmigo y se senté en la mesa sin decir nada antes.
—Qué bueno que hayas venido Teresa —me dijo después de sentarse.
—Llegaste tarde.
—Solo un poco, ¿Qué son todos esos papeles en la mesa? Pareces muy ocupada —ella tomo unos papeles mientras decía esto, pareció verlos.
—No es de tu incumbencia Clara, dime porque me has citado aquí —tome los papeles que ella tomo mientras dije esto, fui más brusca de lo que hubiera querido.
No me agradaba hablar mucho con ella.
—Bien, pero antes de eso, quiero preguntarte un par de cosas Teresa.
Al escuchar eso, recordé la historia de Vincent.
—Clara, me entere por ciertos lados que ese embarazo tuyo no ocurrió de forma natural como dijiste ¿Eso es cierto?
— ¿Quién te lo dijo?
—Lo escuche por allí.
— ¿Fue Vincent?
Abrí los ojos como platos al escucharla mencionar su nombre.
—Ya veo, así que fue él, bueno, no importa.
— ¿Es cierto?
—Olvídate de eso, el punto es que yo y Tomas vamos a formar una familia pronto, y quiero que empecemos de la mejor forma posible, y por eso quisieras que te fueras un tiempo, al menos hasta que nuestro hijo nazca.
¿Irme? ¿Habla en serio?
— ¿De verdad piensas que me voy a ir durante 9 meses hasta que tu hijo nazca solo porque tú me lo dices? ¿Te estas escuchando?
—No quiero que lo hagas solo porque yo lo digo, hace tiempo hiciste un acuerdo con mi esposo, y ahora yo quiero que hagas uno conmigo, ¿Cuánto te va a dar Tomas al finalizar el periodo de 3 meses?
—Pues… 600.000 dólares.
— ¿Y cuánto fue el valor de la remuneración diaria en total que te dio?
—180.000 dólares.
— ¿Cuánto te sobra de ese dinero?
—Poco menos de 80.000 dólares por los momentos.
—En total lo que ganarías con Tomas sería de unos 780.000, si rompieras tu contrato en estos momentos, tendrías que devolverle a Tomas los 100.000 que ya gastaste y perderías esos 600.000 que te esperan al finalizar el acuerdo, ¿Qué te parece si te doy 1 millón en estos momentos por irte justo ahora?
¡¿1 millón de dólares?!
— ¿Es en serio?
—Sí, muy en serio Teresa, voy a empezar una familia con Tomas, y quiero empezar sin ningún obstáculo en mi camino, tu por los momentos eres uno de esos, puedo notar que Tomas te tiene cierto gusto… necesito librarme de ti, por eso quiero que te vayas lejos un tiempo, de esa forma Tomas solo podrá tener ojos para mí y nuestro hijo y con el tiempo se olvidara de cualquier gusto que te haya agarrado.
Mientras decía esto, Clara puso en la mesa un maletín, lo abrió, pude ver que había billetes y eran de 100 dólares.
—Allí hay 1 millón al contado Teresa.
Me quede sorprendida por ver ese dinero, nunca había visto tanto al contado.
—Clara, incluso si yo me fuera, ¿Cómo puedes estar segura de que Tomas va a volver contigo? Ustedes se separaron ¿Recuerdas? Llevan meses así.
—Nuestro hijo nos volverá a unir Teresa, y además lo que paso entre nosotros fue una tontería, estoy segura de que puedo reparar la relación con este apoyo que tengo.
—Clara, yo fui sincera contigo, y ahora quiero que lo seas conmigo, ¿Puedes decirme que paso entre tú y Tomas? ¿Qué fue lo que causo que se separaran? ¿Por qué estás tan segura de que usando a tu hijo vas a poder reparar tu relación con él?
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO