Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 145

PDV Teresa

Tomas… Vincent

había dicho que Tomas le conto sobre una mujer que se embarazo de él sin su

consentimiento, le conto eso.

Al escucharlo, a

mi cabeza vinieron imágenes de Tomas y Clara, y más que todo cuando esta última

intervino mientras Tomas quería hacerme creer su historia absurda sobre como

ella quedo encinta de él.

La historia de

Tomas era tonta, y al límite, nadie creería eso, yo no lo creí, pero ahora

Vincent me dijo algo acerca de él, la curiosidad me invadió.

— ¿Qué fue lo que

te conto Tomas, Vincent? —le pregunte, la anticipación inundo mi voz.

—Es una historia

algo larga de contar Teresa, mejor lo dejamos para otro día, tenemos que seguir

nuestro camino.

—Vincent, no me

gusta que me cuentes cosas a medias, habla.

—Pero Teresa…

—Vincent…

—No me mires así,

¿Ves? ¿Por qué eres así con Tomas y no conmigo? Cada puñalada que me das en el

corazón es peor que la anterior ¿Lo sabias?

—Vincent, es

importante, cuéntame que hablaste con Tomas con respecto a ese tema, hazlo.

—Está bien, está

bien, pero me la debes, y me la cobrare después.

—Bien, bien, pero

empieza a hablar.

—Bueno Teresa,

aunque no lo creas, Tomas está casado —Vincent hizo una pausa dramática al

decir eso último.

Quiso dejarme en

suspenso… es una pena que ya sabía eso.

El que termino

sorprendiéndose al final fue Vincent al enterarse de que ya sabía que Tomas

estaba casado y que incluso ya había conocido a Clara, me empezó a decir varias

veces sobre lo herido que estaba de que a pesar de saber que Tomas estaba

casado, aun así acepte estar con él.

Tuve que

insistirle para que dejara eso a un lado y continuara con la historia.

Vincent siguió

hablando, y al final llego al punto que me interesaba, la forma en la cual

Clara se embarazo.

Estaba segura de

que Tomas y Clara habían engendrado a ese niño por la vía “natural”, pensaba

que habían tenido sexo todo este tiempo y al final debido a eso lo engendraron

por accidente, pero Vincent me conto la forma en la cual según Tomas, Clara se

embarazo.

La historia que

le conto era la misma que me conto a mí, solo que más extendida, diciéndole a

Vincent como fue que Clara le pago a la empleada de Tomas para ayudarla en lo

que planeaba.

Al escuchar sobre

la empleada de Tomas, recordé a Sarah, esta fue la mujer que me recibió la

primera vez que fui a su casa, y no esperaba que lo vendiera de ese modo.

Al final Vincent

termino la historia, diciéndome que Sarah huyo después de haberse cumplido

todo, y ahora Tomas estaba teniendo problemas con Clara, ya que esta última quería

usar su embarazo para hacer que Tomas se quedara a su lado.

Según Vincent,

Clara se la estaba poniendo difícil, ya que ninguna de las opciones que le daba

a Tomas era realmente buena, al escuchar todo, Daisy y yo nos miramos, ambas

quedamos sorprendidas.

Las 2 habíamos

pensado que la historia de Tomas era una mentira, y una muy descarada, pero una

cosa era que me contara esto a mí en un momento agitado como lo fue cuando me

iba del hospital y otra muy distinta era que le contara esto a Vincent por

teléfono cuando estaba calmado y en su casa.

No había razones

para que le mintiera a Vincent, y menos con esa historia, si iba a mentirle al

menos debía contar una mejor historia, pero le dijo a él la misma versión que a

mí, parece que no estaba mintiendo.

Mi opinión de

Tomas volvió a cambiar de nuevo, lo que paso en el hospital me hizo verlo muy

mal, pero lo que Vincent me conto me hizo cambiar de idea.

Hasta me sentí

aliviada al pensar en la posibilidad de que Tomas y Clara no habían tenido sexo

como pensaba en un principio, eso me contento.

— ¿Qué piensa

hacer Tomas? —le pregunto a Vincent.

—No sea aún, por

los momentos no sabe cómo va a enfrentar la situación de Clara.

—Ya veo, ¿Aunque

de verdad piensas que dice la verdad Vincent? —le pregunto Daisy.

—Pues si Daisy.

— ¿De verdad

piensas que su historia es cierta?

—Daisy, ¿Qué

motivos tiene Tomas para mentirme a mí con respecto a ese asunto? No hay razón

para que me mienta, y si lo hiciera debió inventarse una mejor historia que esa

¿No crees? Confió en lo que dice, no es de esos tipos que mentirían de ese modo

en asuntos como esos.

Confianza…

Vincent y Tomas se conocían desde hace años, ambos tenían una estrecha

relación, pero yo todavía no podía confiar del todo en Tomas, necesitaba al

menos hablar con él y ver que tenía que decir sobre lo de Clara.

Necesitaba verlo,

pero hacer eso iba a ser difícil teniendo en cuenta la forma en la cual nos

despedimos la última vez…

—Bien, ya duramos

mucho aquí, vamos, tenemos que continuar —nos dijo Vincent.

—Vamos Teresa

—Daisy me tomo del brazo y empezó a caminar conmigo.

Las 2 hablamos

mientras avanzamos sobre lo último que nos habíamos enterado mientras Vincent

nos seguía desde atrás.

—Ahora que lo

veo… las 2 tienen unas partes traseras bastante firmes ¿Lo sabían? Se nota a

través de sus pantalones ¿Qué les parecería hacer un poco de Twerk juntas? Yo

les ayudaría a grabarlo para que quede para la posteridad.

—Vincent… cada

vez que hablas me haces dudas del por qué te defendí de los comentarios de

Teresa.

—Vamos Daisy,

¿Nunca lo has pensado hacer? Las 2 se verían muy bien si se ponen de rodillas

en un sillón y empiezan a mover sus atributos al son de la música —por el tono

que uso no sabía si lo decía en serio o era broma.

—Ya quisieras

Vincent, no pienses que voy a hacer eso de Twerk para ti —le conteste.

—Vamos Teresa, lo

que tienes allí abajo nació para eso, no te hagas de rogar.

—Nunca lo eh

hecho en mi vida, ni siquiera sé cómo hacerlo.

acerté al blanco aumentaron al instante.

Termine vaciando

el primer cargador, tome otro y recargue el arma, nos habían enseñado como

hacerlo, y dentro de poco vacié ese también, y no tarde mucho en ponerle la 3

ronda y vaciar esa también, ya no habían mas cargadores.

Cuando me di

cuenta de que ya había terminado, baje el arme, sentí que alguien me miraba y

me gire, Vincent y Daisy me estaban mirando de forma rara.

— ¿Qué pasa? —les

pregunte.

— ¿Lo ves Daisy?

Por eso las mujeres no pueden tener armas en sus manos —dijo Vincent mientras

me señalaba.

— ¿Qué quieres

decir con eso Vincent? —le pregunte mientras movía mi arma en su dirección.

— ¡No me apuntes

con eso tonta! —me dijo mientras movía el cañón hacia otro lado.

—Cálmate, está

vacío, no tiene balas.

Moví con

diversión la pistola para demostrar ese punto mientras Vincent seguía quitando

el cañón de su dirección, cuando la pistola soltó una última bala, los 3 nos

quedamos sorprendidos, en especial Vincent, quien me miro enojado.

Parece que se había

atascado y ahora fue que salió… que cerca estuvo…

—Teresa… acabas

de demostrar mi punto sobre que las mujeres no deberían tener armas —era la 2

vez que Vincent se enojaba de verdad conmigo…

Después de eso,

Vincent nos dijo que Daisy y yo no debíamos quedarnos más tiempo aquí, y

entonces salimos los 3, él dijo que se arreglaría los detalles con sus socios y

también me dijo que en el futuro iba a tener mucho más trabajo, ahora que su

trabajo había aumentado al doble, yo iba a tener que encargarme de al menos la

mitad, él no iba a cargar solo con el castigo de su padre.

Yo iba a tener

que encargarme de toda la asociación con esta armería, Vincent me pasó muchos

documentos que debía revisar, ahora estaba cargada por completo de trabajo.

Después de salir

de esa armería, Daisy se fue a su casa y yo regrese a la mía, al llegar me

quede viendo el número de Tomas fijamente sin saber qué hacer, la última vez

que nos vimos, las cosas acabaron terriblemente, llamarlo para verlo de nuevo

no era fácil.

Al final me puse

a hacer el trabajo que Vincent me dio, pasando así el resto del día, no pude

llamar a Tomas, fui a la universidad y de allí pase cerca de la casa de este

último, la mire unos momentos antes de irme.

Lo había

abofeteado y lo llame mentiroso, de seguro debe pensar muy mal de mí, regrese a

mi cuarto y continúe con el trabajo que Vincent me encargo mientras seguía

pensando la mejor forma de poder contactar y hablar con Tomas, y mientras

estaba en eso, recibí la llamada de un número desconocido.

No sabía a quién

pertenecía ese número, pero de todas formas lo respondí para ver quién era,

quizás era un conocido que se cambió de teléfono.

Salude, y

pregunte quien era, cuando la voz de Clara sonó a través del teléfono, me

congele unos momentos mientras esta seguía hablando.

No pude escuchar

las otras cosas que dijo, y solo escuche lo que dijo al final.

Según ella… ambas

teníamos que hablar a solas y sin que nadie nos interrumpiera.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO