Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 149

PDV Teresa

Después de

arreglar todo, duro un rato más junto con Vincent en el club, este último quiso

seguir manteniéndome allí pero al final me fui a mi casa.

Llame a Daisy en

el camino para que nos reuniéramos en mi casa para contarle lo ocurrido, al

llegar allí le enseñe los 3 maletines de dinero que Clara me dio y le conté

todo lo que me dijo.

Pensaba que me

aconsejaría sobre que podría hacer, pero la tonta en lugar de eso tome el

dinero de los maletines y lo empezó a lanzar mientras estaba en la cama.

Parecía bastante

emocionada mientras los billetes caían en ella…

Tuve que

interrumpir su momento para hacerla despertar, me conto lo suertuda que era por

la oportunidad que se me presento.

Cuando le conté

que no estaba segura de aceptar,  me hizo

expresiones raras.

—No puede ser

Teresa, si a mí se me presentara al oportunidad, la hubiera aceptado de

inmediato, estaría cantando en estos momentos “libre soy”, “libre soy”.

— ¿En serio?

—Sí, se me

quitaría la preocupación de tener que pensar que hacer para ganarme el pan cada

día Teresa y eso sin mencionar que podría asegurarme mi futuro, ¿Cómo vas a

pensar en rechazar?

—Ya te lo dije

Daisy, Clara me presento condiciones y no me agradan.

—Solo tienes que

irte 1 año del país Teresa, es todo.

—También tengo

que darle a Tomas a Clara.

— ¿Y?

— ¿Y…? lo dices

como si no fuera nada.

—Vamos Teresa,

solo lo vienes conociendo desde hace poco menos de 3 meses atrás, su relación

no ha sido muy larga.

—Pues sí pero…

—Y además está

casado y con un hijo en camino.

—Pero su

matrimonio está acabado.

—Teresa ¿Has

escuchado el dicho de “donde hubo fuego, quedaron cenizas”?

—No creo que este

sea el caso.

—También está

esperando un hijo ¿Se te olvida?

—Un hijo que al

parecer no fue concebido por él.

—Pero sigue

siendo suyo, y si lo que dijo Vincent es cierto, de todas formas Tomas tiene

que responder por él según la ley Teresa, no se puede evitar.

—Pero…

—Y además…

— ¿Quieres dejar

de interrumpir lo que voy a decir?

—Perdón, pero

quiero que abras los ojos, dime Teresa ¿Qué pasa después de que termine el

contrato? ¿Piensas pedirle a Tomas que ambos salgan juntos?

—Puede ser.

—Bien, digamos

que acepta, ¿Qué va a pasar después de eso? ¿Piensas que su relación puede

durar a largo plazo si ambos deciden salir?

—No lo sé, ¿Quizás?

— ¿Quizás? Ese

“quizás” no da confianza Teresa ¿Qué pasa si después de que salgan, ambos

terminan rompiendo semanas después o unos meses después? Terminaras como Clara

dijo, sin Tomas, y sin esta gran oportunidad que se te presento, tienes que ir

a la segura.

— ¿Pero y si nos

gustamos tanto que duramos a largo plazo? ¿No has pensado en eso Daisy?

—Vamos Teresa, yo

tengo más experiencia con hombres que tú, tipos 

con altos estatus como Tomas por lo general se aburren de la misma mujer

en cuestión de meses, es muy raro que se conformen con 1 sola o se comprometan…

mira el caso de Vincent que tuvo 7 novias al mismo tiempo en el pasado.

—Pero Tomas se

casó con Clara, Daisy, ¿Eso no demuestra que puede conformarse con 1 sola?

— ¿No se está

divorciando de ella Teresa?

—Pues si… pero

hasta donde se fue culpa de ella.

—Eso no lo

sabemos, ninguna sabe que paso allí, pero no creo que sea bueno que uses un

matrimonio fallido para decir que Tomas es capaz de comprometerse a largo plazo

con 1 sola mujer Teresa.

Allí tiene razón.

—Estas dejando

muchas cosas al azar Teresa, no tienes ninguna seguridad de que si tú y Tomas

se emparejan después del contrato, ambos puedan durar más de unas semanas o

meses.

—Pero creo que de

verdad le gusto Daisy, ¿Acaso olvidas que fue él quien me busco y armo todo ese

acuerdo para estar conmigo?

—Sí, pero tu

olvidas que eso lo hizo por tu virginidad, las personas que poseen estatus así

de alto terminan por tener varias excentricidades, te lo dije antes, Tomas

debió buscarte por eso, y se ha mantenido contigo porque sigues siendo virgen

allí adelante y no piensa soltarte hasta que te haya “profanado” por todos los

lados.

—Pero… ¿Y todo lo

demás que hizo? Lo de mi padre, el apoyo que me dio.

—Puede que lo

hiciera para asegurarse tu confianza Teresa, tampoco es que lo que haya hecho

fue muy difícil para él.

— ¿Siempre tienes

que tener una respuesta para todo?

—Pues sí, Tomas

te gusta Teresa, lo entiendo, pero solo es eso, es un gusto, no hay seguridad

allí, no hay compromiso, dime ¿Cuál ha sido la relación más larga que has

tenido hasta ahora?

—No lo sé, la

situación después de que mi padre nos dejó, me la puso difícil para atender a

mis novios, creo que la más larga duro 3 o 4 meses antes de que se cansara por

no darle tanta atención.

—Allí lo tienes,

no tienes un buen historial tampoco en lo que relaciones largas se refiere,

vamos Teresa, ve a lo seguro, oportunidades como esta no se presentan todo el tiempo,

no te arriesgues, ve a lo seguro, te estoy dando mi sincera opinión.

—Bien, bien, lo

pensare, mañana de todas formas hablare con Tomas.

— ¿Para qué?

—Quiero ver un

par de cosas.

—Bien, hazlo

Teresa, pero escucha, Tomas parece tener muchas complicaciones, ¿Por qué mejor

no te vas con Vincent? ¿Acaso no le gustas a él? También es bastante lindo.

—Daisy, no lo

digas como si fuera tan fácil cambiarse uno a otro así como así.

—Bueno, haz lo

que quieras, pero si te vas con Vincent no tendrás que lidiar con una ex toxica

y con su hijo.

—Ya veré que se

puede hacer sobre eso Daisy, antes hablare con Tomas para ver que termino

escogiendo… aunque si me separo de él… voy terminar extrañando mucho su lengua…

—… ¿En serio?...

¿Te refieres ah…?

—Si Daisy.

—Como quieras… me

sorprendes Teresa…  ahora, toma uno de

esos maletines y arrójame los billetes, quiero darme un baño con ellos.

a mi desde atrás del sofá.

Me levante

lentamente y me gire mientras Tomas me llamaba por el nombre falso que le di a

la empleada.

Nuestras miradas

se cruzaron, él se quedó callado, yo también, el silencio me incomodo, debía

decir algo para romperlo.

— ¿Qué haces aquí

Teresa? —me pregunto, interrumpiendo lo que iba a decir.

Exhale un poco al

escuchar esto.

—Vine a verte

Tomas.

— ¿A verme?

—Sí, ¿Cómo… como

has estado?

—Bastante bien,

la cachetada que me diste le ayudo bastante mi piel.

Mierda… ¿Entonces

si está enojado por eso?

—Tomas, sobre

eso…

— ¿Por qué

viniste en realidad Teresa?

—Ya te lo dije,

vine a verte.

— ¿Por qué? Creo

que dejaste muy en claro que no querías saber de mí en el hospital.

—Sí, lo sé, se lo

que te dije en ese momento.

—Creo recordar

que me llamaste mentiroso, poco hombre, manipulador y un montón de cosas más

mientras me forzabas a no seguirte y quedarme en el hospital con el bastardo

que hice con Clara.

Qué pena…

—Sí, ya te dije

que recuerdo lo que te dije, no, no estaba pensando bien.

—Eso es seguro, y

más cuando llamaste al niño de Clara bastardo, cuando en realidad al nacer

dentro del matrimonio, no sería tal cosa.

—Ya te dije que

no estaba pensando bien Tomas.

— ¿Y ahora?

¿Ahora si lo estás haciendo?

—Si Tomas.

—Dime ¿Qué cambio

en estos días?

—Bastante.

— ¿Cómo qué?

—Me contaron

varias cosas mientras no nos vimos.

— ¿Quiénes?

—No necesitas

saber.

— ¿Hablaste con

Vincent?

… ¿No puede

pensar que conozco más personas aparte de Vincent?... Clara también pensó lo

mismo.

—Sí, hable con él

estos días.

— ¿Qué fue lo que

te dijo? —la expresión de Tomas cambio al oír esto.

—Varias cosas,

¿Puedes venir conmigo para que podamos hablar?

—Depende… ¿Sera

como cuando hablamos en el hospital después de que Clara llego?

—No, no, no será

como esa vez, ven conmigo ¿Si?

—Bien Teresa,

pero si te veo alzare la mano otra vez, te echare, ya me eh aguantado varios

golpes y no pienso seguir recibiendo más de eso.

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