Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 16

PDV Teresa

Pude sentir su

aliento cerca de mi cuando me susurro estas palabras, mi corazon se acelero al

tener su cara tan cerca de mi.

Tomas era

bastante atractivo, no lo podia negar, y tenerlo tan cerca me ponia nerviosa.

—Teresa ¿Qué

estas haciendo? —dijo una voz, que pude reconocer al instante.

La persona a la

cual pertenecia esta voz, era nada menos que mi 

jefe, el gerente de la tienda.

Cuando lo

escuche mencionar mi nombre, me di cuenta de la situacion en la cual estaba, y

supe que estaba en problemas.

Aun estaba en

horario laboral, y un desconocido vino y me levanto en publico frente a todos.

—Mierda —pense

dentro de mi mente, mientras hallaba las palabras que pudiesen explicar esta

situacion.

—¿No ve que

estamos ocupados? —dijo Tomas, mientras giraba su cabeza para ver fijamente al

gerente, el cual era un joven un poco mayor que Teresa.

Cuando mi

jefe  sintio la mirada penetrante de

Tomas en él, se puso nervioso, y esto se puso en evidencia ante todos los

presentes.

—E-estamos

t-trabajando —murmuro el gerente.

—Ya ha pasado

el mediodia, significa que es hora de almuerzo y los empleados pueden irse a

almorzar —dijo Tomas.

—P-pero.

—Teresa no

tiene almuerzo aquí, voy a llevarmela a comer, regresara en unos 30 minutos

¿Quedo claro? —anuncio Tomas, en un tono que no admitia discusion.

—E-esta bien

—murmuro el gerente.

Tomas y el

gerente tenian la misma altura y el primero no estaba realizando algun gesto

amenazante en ningun sentido,  pero aun

asi intimidaba al gerente con solo sus palabras.

Tomas era

alguien que se notaba que era exitoso solo viendo su apariencia y su forma de

vestir, sin mencionar el aura que irradiaba, la cual intimidaba al joven que

solo era el gerente de una tienda de comestibles.

—Nos vamos

—anuncio Tomas, mientras salia de la tienda con Teresa en sus brazos.

Cuando vi como

Tomas domino a mi gerente, no pude evitar impresionarme un poco, pero aun asi,

despues recorde que me estaba llevando en sus brazos “a la fuerza” a comer con

él… algo que aun no habia aceptado todavia.

Ademas de lo

anterior, tambien hizo una escena en mi lugar de trabajo, e intimido a mi jefe…

no sabia como iba a hablar con él cuando tuviera que regresar de mi almuerzo.

Antes de que me

diera cuanta, ya habiamos salido de la tienda, y pude ver las miradas de los

transeuntes de la calle en nosotros.

—¡Bajame! —le

dije a Tomas, mientras le daba una leve palmada en su mejilla.

Cuando Tomas

sintio mi palmada, giro su mirada hacia mi, me miro con ojos penetrantes, creo

que podia notar una leve sorpresa en ellos, viendolo mirarme fijamente me puso

en panico, pero aun asi me decidi a mantenerme firme.

No conocia a

este sujeto realmente, ¿Iba a dejar que me llevara a donde quisiera?

—¡Bajame! —le

dije de nuevo a Tomas, tratando de sonar lo mas autoritaria que podia.

—Bien, no

tienes que repetirlo —dijo Tomas, mientras me depositaba de nuevo en el suelo.

Cuando senti

mis pies en la tierra una vez mas, trate de huir al instante, pensaba

camuflearme entre todos los transeuntes de la calle, con todos ellos alrededor,

Tomas no podria encontrarme.

Pero antes de

que pudiera avanzar siquiera dos pasos, senti como alguien me tomaba del brazo

y me retenia.

Gire mi cabeza

para poder ver quien lo hacia, y pude notar que era Tomas quien me tomaba del

brazo y evitaba mi huida.

—¡Sueltame! —le

dije.

—Si no quieres

que revele todo lo que pasamos anoche, sera mejor que me acompañes —susurro

Tomas, mientras colocaba su boca al lado de mi oido.

—Se

perfectamente como caminar Teresa —me dice en un tono con el cual no puedo

saber si esta enfadado o no.

Quizas no debi

hacerle esa pequeña broma.

—¿Dónde quieres

comer entonces? ¿Acaso hay algun restaurante cerca de aquí?

—¿Restaurante?

¿Por qué vamos a ir  a un restaurante? Es

solo un almuerzo rapido, vamos a una cafeteria, conosco una cercana donde

podemos llegar a pie.

—¿Una

cafeteria? ¿Estas segura?

—Si, muy

segura.

—No quieres ir

a un restaurante, ya sabes, un lugar elegante.

—No, no puedo

pagar “un lugar elegante”.

—¿Qué dirias si

te digo que yo pagare todo?

—Te diria que

no.

No queria ir al

ritmo de este desconocido, según sabia los ricos no eran personas de confianza,

a fin de cuentas no eran ricos por ser personas buenas y honradas, habia visto

demasiados documentales sobre personas que para lograr su riqueza hacian todo

tipo de actos inescrupulosos para poder juntar su dinero, incluyendo en muchas

ocasiones pelearse entre familias.

Con personas

asi, era mejor no involucrarse demasiado, y esto era especialmente cierto para

mi, quien solo era un chica de clase media o incluso media-baja.

¿Qué podia hacer yo si por alguna razon terminaba por hacer enojar a

Tomas? Con todos los recursos a su disposicion podia hacer de mi vida un

infierno, por lo que seria bueno no tener contacto con tipos asi.

y esto era

especialmente cierto en el caso de Tomas, quien era alguien con el fetiche de

desvirgar virgenes en clubes como al que fui anoche.

Preferia

mantener mi distancia y no deberle nada en ningun sentido, solo asi podia

sentir que no podria joderme en algun sentido.

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