PDV Teresa
— ¿Qué haces aquí? —le pregunte a Tomas.
—Vine a verte.
— ¿Qué dijo mi hermano?
—No dijo nada la verdad.
Tomas paso a mi cuarto al decir eso último, lo mire unos momentos antes de cerrar la puerta.
Lo vi curiosear por todos lados sin ninguna contención.
—Es la primera vez que veo tu cuarto Teresa… no me había dado cuenta hasta ahora que nunca había entrado aquí —murmuro mientras seguía caminando y tocando un par de cosas de vez en cuando.
—Deja de ser tan chismoso y no tomes mis cosas.
—Claro, lo que tú digas.
—Ya dime la verdad ¿Qué le dijiste a mi hermano para que te dejara venir aquí? ¿Qué le dijiste?
—Nada Teresa, ya te dije la verdad, no le dije nada.
—No seas mentiroso, y será mejor que salgas de aquí Tomas, no sería bueno que estés en mi cuarto con mi madre y mi hermano en la misma casa y estando en periodo de prueba.
Tome a Tomas de la mano y empiece a guiarlo hacia la puerta.
El tonto estaba siendo probado por mi madre todavía, no debía pasarse de confianzudo en su situación.
Solo pude moverme unos momentos antes de que Tomas se detuviera, acto seguido me jalo hacia él, acabe en su pecho y empezó a besarme, me deje llevar unos momentos antes de empujarlo.
Mi respiración se volvió algo difícil, pero de todas formas lo mire algo enojada.
— ¿Por eso viniste aquí?
— ¿Tu qué crees?
— ¿Ya quieres controlarte? Mi familia está en la casa, y no creo que les guste que quieras tener sexo conmigo estando ellos presentes, mi hermano te odia y mi madre todavía te está probando… ¿Por qué estás tan urgido?
— ¿Acaso no te dije ya la razón Teresa? Más de 3 meses, y no hicimos casi nada, y cuando por fin hicimos algo, solo hicimos lo que tu querías, y después de eso me dejaste más de 1 semana “seco”, dime ¿Te parece suficientes motivos?
— ¿Y es que no puedes aguantar más tiempo?
—Mmmmm… no —Tomas me volvió a jalar hacia él de nuevo, esta vez reaccione a tiempo y lo empuje apenas hicimos contacto.
—Ya detente, mi madre y mi hermano puede que se den cuenta y van a venir y entonces volveremos donde comenzamos hace 1 semana.
—No te preocupes por ellos Teresa.
— ¿Por qué dices eso? ¿Por qué estás tan confiado?
—Fácil… me encargue de que ellos permanezcan dormidos el resto de la noche.
¿Qué dijo?
— ¿Qué hiciste exactamente Tomas?
—Le di unas pastillas a ambos para que hacer que se mantuvieran dormidos Teresa, no van a despertar pronto.
¡¿Qué hizo que?!
— ¿Me estas jodiendo?
—No.
— ¿Entonces drogaste a mi familia y me lo dices sin ninguna vergüenza?
—Así es Teresa.
— ¿Cómo lo hiciste? Ninguno nos dimos cuenta.
—Ustedes en realidad son muy despistados, fue fácil colocarle a tu mama y a tu hermano esas cosas en sus bebidas sin que nadie lo viera… el resto fue cosa de esperar a que hiciera efecto.
Hijo de…
—No debiste hacerlo Tomas, maldición, si mi mama se entera te va a matar y perderá toda la confianza en ti.
— ¿Cómo podrá saberlo? Calcule los tiempos para que los efectos de esas cosas sucediera justo en el momento en que se fueran a dormir ¿Cómo podrían darse cuenta? A lo sumo pensarían que tuvieron un sueño pesado… yo no diré nada ¿Me vas a acusar?
—No se trata eso Tomas, debes tener un poco más de respeto por mi familia, ¿No lo entiendes? No vienes a una casa ajena y drogas a la familia de tu novia, es sentido común, si tantas ganas tenías de verdad, hubiéramos hecho algo para quedar en tu casa y no aquí.
—No, eso no hubiera servido.
— ¿Por qué no?
—Porque si lo hacíamos así, de seguro tú mama o tu hermano nos hubieran seguido molestando, quizás interrumpieran con llamadas o algo peor… no estaría tranquilo con tantas interrupciones y molestias.
—Tu…
—Y además, prefiero hacerlo aquí honestamente.
— ¿Aquí? ¿Por qué?
—Porque es tu cuarto, quería hacerlo aquí y “manchar” esta cama que nunca ha visto nada de acción… a excepción de la que tú de das por ti misma cuando estás sola y de humor.
—Tomas… ¿Por qué mejor no espe…?
Antes de poder terminar lo que iba a decir, Tomas me jalo de nuevo hacia él, nuestros labios volvieron a juntarse, no paso mucho antes de que empezara a deslizar sus manos por mi cuerpo.
Tenía puesto una bata de dormir con una falda algo corta, la mano de Tomas pronto la traspaso y fue directo hacia mis nalgas.
En un principio quería resistirme, a pesar de que Tomas me había dicho lo de los somníferos que le dio mi mama y mi hermano, seguía preocupándome tener algo mientras ellos estaban cerca… seguí sintiendo la renuencia un poco, pero al final, tras un corto tiempo me deje llevar.
Yo también había sentido ganas de hacerlo desde hace días pero no había podido por todo lo que paso, las ganas al final pudieron conmigo y me deje llevar por los toques de Tomas.
Ya no me importo mucho que estaba con mi familia en mi casa.
Tomas y yo no tardamos mucho en llegar a la cama, dentro de nada la bata que tenía puesta termino en el suelo.
Mi cuerpo estaba algo sensible por haber estado más de 1 semana sin nada de nada, pronto ya estaba mojada allí abajo, Tomas me acostó la cama y continuo tocándome en varios lugares mientras seguía besándome.
Él también pronto se quitó lo que tenía puesto y pronto quedo desnudo ante mí, en un momento estábamos besándonos, peor al siguiente él separo sus labios de los míos sin avisar.
Mientras estaba enfrente de mí, su erección apunto en mi dirección, mientras mi cuerpo temblaba un poco, abrí las piernas lentamente para que Tomas pudiera empezar con lo suyo.
Cuando termine de abrirlas, espere a que comenzara y volviera a hacer lo mismo que hizo hace más de 1 semana atrás, no pude evitar preguntarme si en esta ocasión no iba a dolerme para nada.
La vez anterior a pesar de que me acostumbre después de un tiempo, seguí sintiendo un pequeño dolor incluso hasta el final.
Quizás esta vez ya no pase nada de eso.
Estaba preparada para empezar, cerré los ojos… pero la penetrada de Tomas nunca llego… volví a abrirlos y mire a este último.
—… está bien, está bien, hazlo —suspiro un poco mientras lo veía estirar las cuerdas.
Tomas vino hacia mí, y empezó a moverme mi cuerpo como quiso, me dio la vuelta y empezó a hacer de las suyas, no tardo mucho antes de tener como quiso.
Me ato fuertemente mis manos a mi espalda, el amarre fue fuerte, me causaba ciertas cosquillas si movía las manos, también mis piernas a la cabecera de la cama de forma que quedo totalmente expuesta y abierta ante él.
Después de amarrarme, tomo las almohadas de mi cama y empezó a colocarla debajo de mi panza, eso me hizo levantar un poco y causa que mi culo quedara levantado ante él.
— ¿En serio fue necesario todo esto? —le pregunte.
—Sí, la última vez no te prepare, voy a hacer eso ahora ¿Lista?
—Si… creo que sí.
—Perfecto.
Los nervios me empezaron a invadir, mi respiración estaba muy agitada, cuando sentí que Tomas me echaba un líquido en “esa zona” entre mis nalgas, deje salir un par de gemidos.
Estaba que me daba algo y aun no habíamos comenzando…
Tomas coloco su rostro cerca del mío, nuestras miradas se cruzaron y entonces sentí que empezaba a meter algo allí atrás.
Mientras lo sentía entrar, empecé a sentir un leve dolor por esa zona, gemí un poco, Tomas se mantuvo mirándome todo el momento.
—No estés nerviosa Teresa, tienes que relajarte, sino lo haces, será mas difícil para ti, relájate.
—Lo dices como si fuera muy fácil —le dije con algo de enojo.
—No te agites tanto, si te relajas y te acomodas, será mas fácil… solo te estoy metiendo uno de mis dedos, esto es solo la preparación… relate, sino puede que cuando llegue el momento duela.
Tomas metió aún más profundo su dedo allí atrás después de decir eso, el dolor seguía presente allí, solté varios gemidos.
—Ojala pudiera hacer lo que dijo Daisy y meterte un fierro por el culo para que pueda sentir lo que tanto te gusta —le dije con cierta frustración.
—No seas tan ruda Teresa.
Tomas al final término de meter su dedo por completo allí atrás, lo mantuvo allí un pequeño tiempo para que pudiera acostumbrarme a su presencia, después de eso, empezó a moverlo de diversas formas.
—Lo estás haciendo bien Teresa, sigue así —me dijo, mientras sentía su dedo moverse por todas partes.
Tomas me dio un par de besos mientras hacía esto, también uso otra de sus manos y metió unos cuantos de sus dedos en la zona delantera.
Me estaba metiendo por atrás y por delante, y con la estimulación que sentía empecé a mojarme bastante.
—Bien, ya es hora de continuar con lo que sigue Teresa, ya estas lo suficientemente preparada —Tomas se separó de mí y lo perdí de vista por unos momentos, había ido atrás.
— ¡Espera! ¿No podrías hacerlo un poco más?
— ¿Por qué?
—Creo que necesito de más preparación —le dije nerviosa.
—Teresa, ya fue suficiente preparación, créeme, te lo digo yo que tengo tuve mi dedo en ese lugar.
—Y yo soy la del agujero donde lo quieres meter Tomas ¿Quién crees que conoce más entre los 2?
—Teresa, no estés nerviosa, te dije que te relajaras, si te pones tensa, tu cuerpo también se pondrá igual y será más difícil, relájate, así todo será más fácil… relaja el cuerpo, estas lista.
—Algún día voy a meterte algo por ese lugar Tomas, y espero decirte esas mismas palabras que me dices.
—Quizás algún día, quizás… ahora, relájate y despeja la mente… empezare despacio.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO