PDV Teresa
Al escuchar lo que dijo Tomas, me alegre bastante, antes de recordar lo último que menciono.
No iba abandonar eso de irme a su casa…
—No sé si deba irme ahora Tomas, tengo que estar pendiente de la inversión que acabo de hacer, también está la universidad, no creo que pueda abandonar eso así de fácil ahora.
—No tienes que preocuparte por eso Teresa, no es necesario que estés aquí en persona para que todo fluya como debe hacerse, solo comunícate conmigo por internet y podremos arreglar todo a distancia, no hay ningún problema —me dijo Mía.
— ¿Segura?
—Si, por ahora solo estas en la etapa inicial Teresa, no es necesario que estés presencialmente por los momentos, disfruta mientras puedas, más adelante si puede que tengas que cumplir ciertos horarios.
—Ya veo, pero todavía tengo la universidad.
—Solo habla con los profesores y diles que te envíen el material de las clases por internet, o también puedes hablar con alguna de tus amigas de tu carrera y decirles que te pasen sus apuntes por correo… solo habla con tus amigas y arréglate con ellas Teresa, es fácil.
—No lo digas como si de verdad lo fuera Tomas.
— ¿Qué tiene de complicado?
—Pues desde que cierta persona hizo un escándalo en mi universidad, no eh sido muy popular entre mis compañeras de salón… —me gire hacia Vincent al decir eso último.
— ¿Por qué me miras así Teresa?
— ¿Por qué crees tú?
—No sé, siento que me estas acusando de algo.
—Claro que no lo hago, pero desde que cierta persona hizo un escándalo en mi universidad justo en 1 día importante, las conocidas que tenía dentro de mí misma carrera se apartaron de mí y no creo que me pasen sus apuntes.
—Culpa mía no es.
—…
—De todas formas puedes hablar con Daisy para que te ayude con eso, o también con algún profesor Teresa, hay muchas formas, dime ¿Vienes?
—Bien lo hare, solo déjame convencer a mi mama para que me deje ir.
— ¿Qué fue lo que hablamos en el auto Teresa? Ya sabes, acerca de que alguien es adulta.
—Vamos Tomas, no la presiones con eso, es decir, mira esta cara, estas mejillas que son de bebe en crecimiento, no puedes mirarlas sin que te provoque pellizcarlas… ¿Esta cara es la de una adulta? —Vincent me apretó las mejillas y me sacudía levemente el rostro y mientras hacía eso.
Me moleste un poco… me hizo sentir muy niña…
—Tampoco exageres Vincent, y deja de apretarme las mejillas.
—Habla con tu madre rápido y me dices luego Teresa, nos iremos pronto.
— ¿Qué tan pronto?
—En unos días.
— ¿Tan rápido?
—Sí, ¿Para qué esperar?
—… ¿Y adónde vamos a ir?
—Sudamérica.
— ¿Y eso dónde queda? —pregunto Vincent.
Tomas, Mía y yo nos giramos al instante para ver a Vincent.
—Es broma, es broma, no me miren así.
—Conociéndote, podría pensar que lo dices en serio.
—No seas así, ¿Por qué me tratas así sabiendo todo lo que yo te quiero?
— ¿En serio van a ir allí? —pregunto Mía.
—Sí, ya lo eh pensado.
— ¿Y es seguro? No sé, eh escuchado muchas cosas de esa parte del mundo en mi circulo Tomas, ¿Es seguro ir allí?
—Si lo es Mía, y además los lugares a donde vamos son sitios turísticos comunes, no pasara nada —le respondió Tomas.
—Yo fui el año pasado, me encantaron las pirámides que llegue a ver —dijo Vincent.
— ¿Dónde viste eso? ¿Las pirámides no eran de Egipto? —le pregunte a Vincent.
—Se refiere a las pirámides mayas Teresa, están en México.
— ¿Allí había pirámides?
—Sí, las veras dentro de poco, ese va a ser uno de nuestros destinos en nuestro viaje… después de allí iremos a ver otros sitios más al sur.
Ya me pego la curiosidad, ahora quería ver que esos destino a los cuales Toma se refería…
—Bien, iré.
—Entonces ve preparando todo lo que necesites Teresa, nos iremos por 2 semanas.
— ¿2 semanas? ¿Tanto tiempo?
—Sí, será después del día de acción de gracias, cuando regresemos, tu madre estará preparada para ya sabes qué.
—…
— ¿Para qué cosa? ¿Qué están planeando los 2? Háblenme, quiero saber —dijo Vincent.
—Eso no te importa a ti.
—Claro que sí, todo lo que tiene que ver contigo me incumbe, ¿Acaso no somos una feliz pareja… de amigos?
—…
Los días se fueron rápido, dentro de poco llego el día de acción de gracias, sin Tomas presente, pase el día con mi mama y mi hermano, por primera vez desde que se fue mi padre de casa, pudimos cenar un pavo bastante grande como en los viejos tiempos.
Nos supo muy bien.
¿Cómo sería la siguiente vez?
Después de que el día de acción de gracias termino, vino el momento de decirle a mi mama sobre el viaje con Tomas.
Al principio opuso resistencia, no quiso dejarme ir tan lejos así de pronto, eso lo esperaba, ella no sabía de mi viaje a Francia con Vincent, o mi viaje a Canadá con Tomas.
Costo mucho convencerla de que me dejara ir, al final para poder lograr convencerla, tuve que pedirle ayuda a Tomas, este último tuvo que venir a mi casa y sentarse con mi mama para poder explicarle de forma detallada todo con respecto a lo que haríamos.
Tardamos un tiempo, mi mama se preocupó por el tema de la universidad, le dije que ya había arreglado eso con Daisy, esta último también tuvo que venir para darle explicaciones a mi mama.
Empecé a pensar que quizás Tomas tenía razón y debía empezar liberarme más… como decía Daisy, agarrar más calle, hasta yo me sorprendí de todo lo que hizo mi mama por solo un viaje.
Finalmente logramos convencerla entre todos de dejarme ir estas semanas sin tanto problema, empecé a empacar mis cosas.
Arregle todo lo que faltaba y después de eso me fui con Tomas, este último me fue a buscar y después de despedirme de mi familia, finalmente nos fuimos al avión de Tomas para irnos juntos.
Al finalizar este viaje, debía mudarme a su casa, eso añadiría algo de presión al finalizar todo.
Después de subirnos al avión, partimos, todavía sentía algo de nervio al volar, pero no mucho, había madurado en ese aspecto a comparación con la 1 vez.
Llegamos a México en poco tiempo, nuestra primera escala antes de ir al sur, el personal de un hangar recibió el avión de Tomas, un auto nos estaba esperando y nos llevó a nuestro hotel.
Estaba situado en Cancún, en el camino vi muchas personas que estaban en traje de baño, me sorprendió mucho ver a mujeres pasearse en bikinis por las calles sin problema alguno, como si fuera natural, eso es algo que no se vería en mi ciudad.
Llegamos a nuestro hotel, era bastante grande, creo que se llamaba Grand Oasis, el personal del hotel que nos recibió nos atendió de forma amable y nos guio hacia nuestra habitación, solo estuvimos un tiempo allí antes de irnos.
Nos fuimos directo hacia las pirámides de las cuales me hablo Tomas, tenía mucha curiosidad por verlas, quedaban cerca de aquí, podía irse en auto, estaba cansada por el vuelo, pero fui con emoción.
Me sorprendí cuando las vi en persona.
PDV Clara
— ¡Ya voy! ¡Ya voy! —grite, mientras caminaba hacia la puerta.
Tenía muchas cosas que hacer, y justamente en ese momento, alguien llego y llamo insistentemente el timbre.
Tuve que levantarme a atender, mal momento para que mi empleada tuviera otras cosas que hacer, abrí la puerta y vi a un repartidor enfrente.
— ¿Qué es lo que quiere? —le pregunte.
El repartidor al oírme, se quedó callado unos momentos mientras me miraba, de seguro estaba fantaseando con cogerme allí mismo, no me importo, estaba acostumbrada, lo hice despertar de sus fantasías y después de eso me entrego un paquete que era para mí.
Después de darle las gracias se fue, coloque el paquete en la mesa, y lo abrí, había una pequeña unidad USB, ni idea de porque mandaron esto en una caja, debí preguntarle quien lo mando.
Lo mire unos momentos antes de guardarlo, entendí el mensaje en cuanto lo vi, por lo que fui a mi laptop para ver lo que había.
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