Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 188

PDV Daisy

Maldije varias veces en mi mente, no había podido recordar eso… aunque bueno, había pasado hace meses… ¿Cómo iba a recordarlo? Más bien ¿Cómo Clara podía recordarlo?

Tengo que empezar a hacer memoria para saber cuáles fueron las mentiras que dije en esa ocasión…

— ¿Ya lograste recordar Anna? —me pregunto Clara.

—…

— ¿Anna? ¿Anna? ¿Me oyes?

—Perdón, estaba distraída en mis pensamientos.

Me costaba responder al nombre que me daba…

—Bien, ¿Ya pudiste recordar… tu trabajo?

—Sí, sí, perdón, a veces soy distraída.

—La última vez que nos vimos no parecías ser así.

—En ese momento estaba trabajando.

—Lo sé, de hecho, tengo alguna que otra curiosidad sobre tu trabajo en ese sector en donde estas, quiero saber un par de cosas… ya que trabajas allí, podrás asesorarme y darme un poco de guía… ya sabes que mi esposo y yo estamos distanciados y no tengo un libre acceso a esa información… tu podrás ayudarme.

Hay mierda…

Esto se va a poner feo…

PDV Teresa

—Lo entiendo, lo entiendo —le dije a mi mama, mientras tenía el teléfono cerca de mi oreja.

Honestamente no estaba prestando mucha atención a lo que ella estaba diciendo, estaba más enfocada mirando a Tomas, el cual seguía con el rostro metido entre mis piernas.

Su lengua estaba llegando más profundo en mi interior, me estaba costando un poco más poder contenerme.

—Teresa, ¿Me escuchas?

—Sí, te oigo… muy bien, solo sigue.

—Escucha, solo tienes 19 años, has vivido toda tu vida en mi casa, no llevas aun ni siquiera 1 año con Tomas, aún es muy pronto para irte a vivir con él.

—Sí, sí, lo sé.

Un instante después de que dije esto, Tomas quito su rostro de mi zona intima, no le fue fácil ya que tenía mis piernas encima de su rostro, no quise dejarlo ir, pero al final logro hacerlo.

Lo mire enojada porque paro justo en el mejor momento, le dije con los ojos que volviera a bajar, pero en lugar de escucharme, me tomo con los brazos, y me giro en la cama de forma rápida.

Deje salir un pequeño grito debido a la sorpresa.

— ¿Teresa? ¡¿Qué paso?!

—Nada, no pasó nada.

Tomas me apretó las nalgas un instante después, lo hizo con bastante fuerza, me costó no dejar salir ruido, acto seguido empezó a darme besos allí atrás.

Tenía las nalgas sensibles, podía sentir sus labios en mi piel de forma muy clara.

No se detuvo allí, después empezó a subir y me dio un par de besos aquí y allá por todo mi cuerpo, incluso me termino mordiendo mis pezones cuando llego cerca del área de mi pecho mientras sus mano seguían moviéndose de forma juguetona, llego a mis labios, me dio un beso justo cuando les estaba respondiendo algo por el teléfono.

Me quede sin terminar lo que estaba diciendo.

Después de ese beso, separos sus labios de los míos y volvió a bajar, me toco varias partes de mi cuerpo con sus manos, sus labios y su lengua, pude sentir que llego de forma rápida de nuevo hacia mi culo.

Me dio varios besos uno detrás del otro en ambas nalgas… me dio un par de nalgadas con las cuales de seguro me las dejo rojas,  poco después pude sentir como colocaba su miembro entre ambas.

Después de eso uso sus manos para apretar aún más su erección con ellas.

Moví mi mano hacia él, y trate de que fuera más despacio, aún estaba hablando por el teléfono.

—Aun no idiota.

— ¿Qué fue lo que me dijiste Teresa? —me pregunto mi mama.

—No, no fue a ti, ¿Qué estabas diciendo? —gire mi mirada hacia el teléfono por puro instinto.

Justo después de eso, pude sentir como me echaban un líquido entre mis nalgas… debió ser lubricante…  Tomas empezó a meterlo allí atrás, sentía como entraba, y me tuve que aguantar cualquier ruido mientras el teléfono estaba cerca de mi oído.

En unos instantes, sentí como Tomas aplicaba fuerza con su cintura, termino de metérmelo de golpe, coloque una de mis manos en mi boca para no dejar salir nada.

Tomas lo mantuvo allí unos segundos, antes de empezar a moverse, pude acostumbrarme y logre quitarme mi mano de la boca para seguir hablando con mi mama.

Termine perdiendo la pena que me quedaba al poco tiempo mientras las embestidas que me daba allí atrás se volvían más fuertes.

—Tomas me va a tratar bien, lo está haciendo en estos momentos, no tienes que preocuparte por eso.

Poco después Tomas uso sus brazos y me dio la vuelta por completo, nos miramos unos momentos, antes de que me abriera las piernas y lo volviera a introducir dentro de mí, cruce mis piernas detrás él.

—Escucha Teresa, debemos hablar esto en persona, ¿Cuándo es que vas a volver?

—Solo me queda 1 semana más o menos, pasara rápido, te lo aseguro… espérame en casa.

Mientras le decía esto, Tomas se acercó y mi beso los pechos con intensidad, podía ver su cabeza desde arriba, termine por abrazarlo con mi brazo libre y hundí su rostro allí.

Quería colgar para poder terminar de concentrarme, pero ella no cedía, y no quería colgar, mientras seguía hablando conmigo, Tomas aprovecho para hacer lo que quería.

Me cambio de posición varias veces, no se contentó con la posición del misionero, al poco tiempo se levantó de la cama conmigo incluida, me dio la vuelta rápidamente…  estaba de pie y con sus manos me sostuvo desde mis piernas, las abrió completamente mientras seguía embistiéndome.

Nos acercamos a la ventana de la habitación, eso casi me hizo sentir que mi corazón se detenía, había personas en la piscina del hotel, estábamos a una alta altura y no parecía que ninguna estuviera mirando hacia aquí, pero de todas formas sentía que lo hacían.

El bastardo de Tomas mientras hablaba por el teléfono me dio varios besos que interrumpieron lo que iba a decir, no duramos mucho tiempo en ese lugar por suerte.

Tomas camino de regreso a la cama mientras su miembro seguía entrando y saliendo de mí, me lanzo a la cama, y después me hizo colocarme en la posición de perrito, su miembro después volvió a entrar en mi culo.

— ¿Cuándo vas a colgar? —pensé, mientras seguían dándome en mis nalgas.

Tomas saco su miembro de allí, y luego se sentó en la cama conmigo encima de él, finalmente mi mama decidió poner  fin al asunto, quedando las 2 en que arreglaríamos esto cuando regresara.

Por suerte para mí, me costaba mucho eso de no hacer ninguna clase de ruido hasta ahora.

Cuando finalmente colgué el teléfono, lo tire a la cama antes de mirar a Tomas.

— ¿Por fin terminaste? —me pregunto.

—Sí, gracias por ser tan considerado conmigo, hiciste mucho para ayudarme mientras hablaba —le dije con sarcasmo.

Al instante siguiente le mordí los pezones de su pecho con bastante fuerza, eso lo hizo gritar un poco.

Era una pequeña venganza por lo que me hizo aprovechándose de que estaba hablando con mi mama… poco después de empezar a morderlo… Tomas empezó a aplicar más fuerza a sus movimientos y los hizo con aun más intensidad.

PDV Daisy.

—Fue un gusto hablar contigo Anna, espero que nos reunamos después… salúdame a Tomas —me dijo Clara, mientras se levantaba de la mesa y empezaba a irse junto con Mía.

—Ojala no te volviera a ver nunca más —pensé en mi interior, mientras le daba una sonrisa falsa y las despedía de forma cordial.

Después de eso, Clara y Mía se retiraron, yo me les quede viendo unos momentos antes de suspirar…

Sabía que la había cagado… a todas las preguntas que me hizo, termine respondiendo con evasivas de la mejor forma que pude, pero no fue suficiente… no supe responder a varias cosas.

Lo peor fue cuando me pregunto si estudiaba junto con Teresa… fingí no conocerla, pero Clara debía saber en qué semestre y aula estudiaba ella y con quienes…  no le debía ser difícil saber mis mentiras… aunque podría excusarme con que no iba a poder conocer a todos en la universidad.

Lo que más me preocupaba era que Mía hablara… ella solo tenía que decir que Teresa y yo éramos amigas y entonces todo se vendría abajo… aunque no parecía interesada en hacer eso.

Quizás prefiera su amistad con Teresa por sobre la que tenía con Clara, o no lo sé.

Me quede pensando un momento más antes de levantarme, tenía que asistir a la siguiente clase, lo hecho, hecho estaba, ya no había nada más que hacer… veríamos que se haría después de que Teresa regresara.

PDV Mía

Camine junto con Clara hasta salir de la universidad mientras atraíamos la mirada de todos aquellos quienes nos rodeaban, llegamos a mi auto y me fui, converse con Clara en el camino.

Esta última no evito decirme varias cosas que había descubierto a través de su conversación con Daisy.

— ¿Viste que no respondía cuando la llamaba por su nombre? —me dijo Clara mientras íbamos en el auto.

—Sí, note eso varias veces ¿Qué importa?

—Me está mintiendo, y en varias otras cosas más… está en la misma clase que Teresa, me dijo que no la conocía, no estoy segura.

—En mi universidad yo tampoco llegue a socializar con todos mis compañeros Clara, ¿Tu si lo hiciste?

—No, pero además de eso tampoco sabía nada sobre la empresa para la cual supuestamente es una pasante… parecía muy desubicada.

—Puede que sea una mala pasante.

—No creo, esa chica a diferencia de Teresa, parece más astuta y de calle, no creo que ese sea el caso… tú has estado con Teresa durante meses ¿Alguna vez habías visto a esas 2 juntas?

—… no, que yo recuerde no.

PDV Teresa

Los días pasaron rápido, en un abrir y cerrar de ojos, ya estábamos hacia el final de nuestro viaje en este país, justo como prometimos, fuimos al Machu Picchu, el cual era la mayor atracción en esta zona en la cual nos encontrábamos.

Nos fuimos junto a un gran grupo de turistas, me quede impresionada por lo que vi cuando llegue,  según lo que Tomas me había dicho, este lugar era una especie de ciudad antigua, no me dijo mucho acerca del tema, solo fue un introducción.

El guía que nos guio, fue mucho más detallado, y nos contó un montón de cosas de este lugar mientras paseábamos todos juntos, me entere de mucha información interesante, este lugar al parecer incluso fue declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco.

Cuando nos dieron tiempo libre, no resistí el impulso y empecé a tomarme fotos en todas partes, habían lugares bastante elevados desde los cuales se podía ver toda la antigua ciudad, en esas zonas tenía la mejor vista, pose mucho allí.

Les pase las fotos a mis conocidos, hable con Daisy y le mostré el lugar por video llamada, también se lo mostré a mi mama y mi hermano, fue todo muy divertido de principio a fin, cuando llego la hora de irnos, la verdad no quería.

— ¿No podemos quedarnos un poco más? —le pregunte a Tomas.

—No Teresa, todos los grupos ya están empezando a irse, ya es tiempo, además debemos llegar temprano, recuerda que mañana nos iremos a primera hora para ir a Argentina, esa será nuestra última parada antes de regresar —me dijo Tomas.

Mire a mis alrededores y era cierto, al final tome unas cuantas fotos más antes de irme junto con Tomas, hable mucho con Mía y Daisy les dije las ultimas cosas que habían pasado, en especial de lo que se enteró mi mama recientemente.

Ambas me llamaron tonta por la forma en la cual se terminó enterando, pero me dieron su apoyo si llegaba a decidir mudarme con Tomas, me dijeron que esperaban ansiosas mi regreso, a la mañana siguiente me fui con este último a nuestra última parada, después de eso regresaríamos juntos a casa.

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