Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 203

PDV Vincent

Hace años cuando era más joven y mi padre inicio la competencia entre mi hermana y yo, nos dijo cierto truco que nos podía servir y que el usaba mucho, ese truco usaba las empresas fantasma, pero de una forma… particular a su manera.

Ese truco consistía en crear empresas fantasma de la nada, y luego hacer contratos utilizando el nombre de dichas empresas, el truco era que según la forma en que lo hacíamos, podíamos eliminar de la noche a la mañana esas empresas fantasma, anulando cualquier contrato que hubiésemos hecho utilizando el nombre de dichas empresas.

Las implicaciones legales eran algo complicadas, mi padre tuvo que explicarnos varias veces, per en resumen era eso, creamos una empresa fantasma de la nada, la usamos para firmar un acuerdo o contrato, y luego que ya no necesitáramos de dicho acuerdo, disolvíamos la empresa de manera especial y entonces ya no tendríamos ninguna obligación que cumplir con aquella persona con la cual firmamos.

Un truco ideado por la mente de tiburón de mi padre… estafo a varios personas de esa manera, la cuales no podían hacer nada, ya que era técnicamente “legal” lo que hacía… de hecho… trato de hacerle lo mismo a Tomas en cierta ocasión…

Al recordar eso, me puse a revisar con más detalle en mi teléfono, el padre de Teresa dijo que no se asoció con el grupo de los Saint, pero en el registro de Mía aparecía un contrato un contrato con él… revise más a fondo y me di cuenta de que esto podría tratarse de una empresa fantasma.

El nombre que tenía no era de ninguna de nuestras subdivisiones…

Mmmm… parece que Mía estaba a punto de estafar al padre de Teresa…

¿Debería decirle?

Me dieron ganas de decirle “fuiste estafado nene” o algo así… Mmmm.

Gire mi mirada hacia el padre de Teresa, este último solo estaba dando explicaciones vagas las cuales podrían interpretarse de cualquier forma… se nota que era astuto, Daisy escuchaba sin decir nada más.

—Oye… una pregunta ¿Estás diciendo la verdad?

—Obvio que si ¿Acaso no ves que les estoy explicando todo?

—Sí, solo estas diciendo cosas vagas y sin entrar en detalles ¿Cuándo vas a hablar de verdad? Dime ¿No dirás que es lo que has hecho para ese “socio” para el cual estas trabajando”? ¿No me vas a decir que hizo mi hermana que hicieras?

—Ya le dije que yo no eh visto a su hermana, y estoy diciendo la verdad, al menos hasta donde me lo permite la ley.

— ¿Hasta dónde le permite la ley?

—Sí, firme un acuerdo de confidencialidad, por eso mis palabras tienen limite.

— ¿Acuerdo de confidencialidad?... ¿Fue con el mismo grupo con el cual firmo ese contrato por ese trabajo que no nos quiere explicar?

—Sí, fue con ellos, tuve que firmar ese acuerdo y no decir nada para poder llegar a firmar el otro.

—Ya veo… ¿Y si le dijera que lo acaban de estafar de lo lindo? ¿Allí si se atrevería a hablar?

— ¿Estafar? ¿Por qué dicen que me estafaron? Explícate.

—Bien, vamos por parte, primero diga de nuevo el nombre del grupo con el cual firmo señor.

El padre de Teresa frunció el ceño al oír lo último que dijo, me miro raro unos momentos antes de decirme de nuevo el nombre del grupo con el cual firmo.

Luego de eso, procedí a teclear un poco y le mostré que ese grupo no aparecía en Google ni ninguna fuente informativa de empresas de renombre, buscamos por un tiempo hasta que por fin encontramos un sitio en el cual estaba… había sido abierto recientemente.

—La chica con la cual me hable me mostro la rentabilidad de la empresa, yo vi los números, eran muy buenos y todo estaba en regla junto con sus documentos, no es algo que una empresa recién abierta puede hacer.

—Lo más seguro es que uso datos de otros sitios y luego les cambio la identidad, no es que sea algo muy difícil de hacer si tienes los equipos ideales señor.

El padre de Teresa volvió a fruncir el ceño.

— ¿Y lo que usted dice es?

—Que lo han timado, la empresa con la cual firmo,  es un fantasma, lo más seguro es que después de haber hecho su trabajo, simplemente la disuelvan y el contrato que firmó con usted ya no será válido… ¿Entiende ahora?

—… eso no puede ser, la chica también me dio un garante al cual iba a poder recurrir si las cosas salían mal.

— ¿Cuál garante?

—Me dio el nombre de una persona asociada con los Saint, me dijo que sería mi garante ante cualquier situación.

Mierda, no me digas que fui yo… no estoy para asumir deudas o ser garante de alguien.

El padre de Teresa me dio el nombre de su garante asociado con los Saint…

Era el nombre de mi madre…

Mmmmm.

— ¿Esta persona su garante?

—Si.

— ¿Puede decirme como es la chica con la cual firmo el contrato? Una descripción física, ¿Cómo era? ¿Tenía piel blanca? ¿Era voluptuosa? Ya sabe, pechos grandes, cintura refinada, lindo trasero.

El padre de Teresa alzo los ojos al oír eso.

—No se haga el tonto, sé que se fijó en eso.

—Está bien, la chica es justo como usted la describió, solo que su cabello era negro y sus ojos de color castaño, del resto es como usted la describió.

—Ya veo, bien, dígame que fue lo que hizo para ella, mire que está a punto de ser estafado señor.

—Trabaje con ella en el sector audiovisual, solo diré eso por ahora, no diré nada hasta que averigüe mas.

—Que desconfiado, pero bueno, si usted quiere ser estafado haya usted.

—…

—Ya puede irse

— ¿En serio? —preguntaron Daisy y el padre de Teresa al mismo tiempo.

—Sí, ya no importa tenerlo más aquí, tome mi tarjeta por si quiere llamarme para que le diga “se lo dije” cuando se dé cuenta.

Le di mi tarjeta al padre de Teresa y este la miro unos momentos con duda, luego de eso se levantó y se fue de donde estábamos.

Daisy me miro enojada.

— ¿Por qué lo dejaste ir? Ahora podrá ir para tomar su puesto en el jurado.

—No lo hará, ya es muy tarde, lo entretuvimos aquí mucho tiempo, y además, en estos momentos tiene más preocupaciones que ser jurado.

— ¿De verdad piensas que fue estafado?

—Sí, esa chica la cual se reunió con él de seguro es mi hermana, su físico encaja con el de ella.

—… si sabias que era Mía… ¿Por qué la describiste de esa forma? ¿Lindo trasero? ¿Le ves el trasero a tu hermana?

—Vamos Daisy, somos Saint, tenemos los buenos genes en la sangre, hay que decir las cosas como son, ¿Quieres ver el mío y comprobar que yo también tengo uno igual de lindo?

—Ya te lo vi muchas veces, paso.

PDV Teresa

El juicio continuo avanzado a medida que el abogado de Clara iba presentando las pruebas que tenía contra mí, fue sacándolas 1 a 1, gire mi mirada varias veces, los bastardos de Vincent y Daisy seguían sin aparecer por ningún lado.

Cada vez que el abogado de Clara seguía hablando, me orillaba más y más, hablo sobre su relación conmigo, sobre las posibles causas por las cuales iba a querer hacer eso, también presento las pruebas… cielos esas malditas cosas.

Me sentí cada vez más acorralada, mi abogado hizo bien, y hablo con elocuencia para defenderme… pero… no tenía nada que pudiera usar para defenderme.

Clara tenía una excusa, pruebas, evidencia, y yo ni tenia cuartada…  e incluso dijo que no tenía moral… ya que incluso iba a clubes para venderme al mejor postor… mostraron los registros de mi ida a ese club donde vendí fallidamente mi virginidad hacia tiempo…

Lo mejor que pudimos hacer para decirle al jurado que yo no podría hacer eso fue usar testigos… tuvimos que usar a Tomas y a Mía, no tenía a nadie más cerca que pudiéramos usar.

— ¿Está segura de que esta chica no es capaz de hacer tal cosa? —le pregunto el abogado a Mía.

— ¿Y desde cuando me dices tú que hace a mí? No señor, nadie me va a decir a donde puedo ir, no lo pudo hacer el juez, y tampoco tú, a no ser que me invites a comer algo, mira que estoy desempleado por cierta persona.

—No me eches eso en cara, te salvaste por ahora Teresa, la próxima vez el juez no dejara que este idiota hable durante tanto tiempo.

— ¿Quieres apostar? Cuando yo hago las cosas, nadie me puede parar, es más, tú quieres a Tomas, Teresa quiere a Tomas, ¿Sabes que quiero yo?

— ¿Qué?

—A Tomas, también, me harte de ustedes 2, ahora Tomas será mío, ven mi cielo, escapémonos juntos.

Vi como Vincent tomaba a Tomas de la mano y se lo llevaba a rastras a quien sabe qué lugar…

Tomas grito varias veces pero Vincent de alguna forma se lo llevo.

— ¿Qué acaba de pasar? —murmuro Daisy.

—No lo sé.

—Imagina tener que lidiar con eso durante toda tu vida —nos dijo Mia, antes de recibir una llamada en su teléfono.

Mia atendió la llamada, hablo unos momentos antes de irse a otro lugar, parecía ser importante.

—La próxima vez no te escapas —me dijo Clara antes de retirarse.

PDV Mía

—Escuche señor Thompson, no veo como usted está diciendo que lo queremos estafar, nuestro acuerdo es totalmente legal, valido y bien redactado ¿Por qué piensa que lo estamos estafando?

¿Qué se le metió a este idiota?

—Eh investigado, y eh descubierto que su grupo se creó recientemente.

— ¡¿Qué?! ¿Esta drogado? Mándeme las pruebas que supuestamente tiene para refutarlas todas, a ver si deja de difamar.

—Se las enviare, quiero que me explique todo, no se olvide que aún no completamos el acuerdo.

—Eso lo sé perfectamente, y más porque usted lo está incumpliendo ahora mismo ¿Se puede saber porque no asistió el juicio? ¿Acaso olvido lo difícil que fue convertirlo en jurado?

PDV Tomas

— ¡¿Quieres soltarme ya Vincent?!

El idiota me arrastro un buen tiempo hasta que solo quedamos èl y yo, hice un movimiento brusco y por fin logre soltarme, Vincent ese giro hacia mí y continuo riéndose.

— ¿Por qué será que la gente siempre me trata asi? —dijo con sarcasmo.

— ¿Sera por qué te lo mereces? ¿Qué pasa por esa mente tuya? Cada dia me impresionas más.

—Como sea Tomasito, oye ¿Recuerdas por qué fue que Clara y tu rompieron hace tiempo?

Mi cuerpo tembló un poco al oír eso.

—Sí, lo recuerdo bien Vincent, ¿Por qué mencionas el tema?

—Nada, es solo que quiero afinar un poco los detalles de entonces, por alguna razón todo esto que esta pasando con Teresa…  me da un sentimiento de deja vu… solo quiero hacer memoria.

El teléfono de Vincent sonó.

— ¿Quién llama?

—Eso fue rápido —murmuro.

¿…?

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