PDV Clara
— ¿Por qué te cuesta tanto admitir lo que hiciste? Ya te descubrimos, solo habla.
—Te vuelvo a decir que no se de lo que estás hablando Clara, primero me haces ir a tu casa para supuestamente hablar conmigo, luego de eso me interrogas con respecto al padre de Teresa, un tipo que ni eh visto en mi vida y ahora me acusas de que yo soy la responsable de que tú y Tomas rompieran… cuando claramente tú fuiste la que causo eso ¿Qué te pasa? ¿Tanto juntarte son Vincent te ha infectado de su estupidez?
La expresión de Mía era muy convincente… si no la conociera podría engañarme…
—Mía, ya te lo dije, eh hablado con el papa de Teresa, me dio distintas pruebas, y con ayuda… de “alguien” eh podido llegar hasta ti… todo apunta al mismo caso, ¿Por qué sigues tratando de mentir?
—Clara, santo cielos, ¿De verdad tienes algo que me relacione? Es más dime, ¿Quién es ese “alguien” que supuestamente te ayudo a identificar las pruebas que van hacia mi? ¿Quién es exactamente?
—No necesitas saberlo, no es importante, no trates de cambiar el tema de conversación.
— ¿Fue Vincent?
Cuando Mía dijo esto último, por un instante cambie mi expresión pero rápidamente la volví a la normalidad, años de hacer esto me dieron esa habilidad…
Espero que no lo haya notado.
— ¿Entonces si fue él? buen intento.
Mierda…
—Él no…
—No trates de negarlo Clara, ¿Crees que no note el cambio en tu expresión cuando lo mencione a él?
—Bueno ¿Y qué importa si fue Vincent el que me ayudo a llegar hasta a ti con esas pruebas? ¿Qué importa eso?
— ¿Qué importa? Vamos Clara, tu eres lista, sabes más que nadie que ahora que soy la única heredera, lo más seguro es que Vincent busque alguna forma de cagarme la vida, ya lo ha hecho antes en el pasado, tú lo sabes, mira nada mas lo que hizo cuando asistió a mi último cumpleaños… ¿En serio vas a confiar en su palabra cuando yo estoy involucrada?
—Mía, no es que solo me lo haya dicho, me lo demostró con hechos, no con palabras.
— ¿Cómo? A ver, dime ¿Cómo es que el parlanchín de mi hermano te demostró que de alguna manera estoy relacionada con el papa de Teresa y que tengo que ver con todo lo que ha acabado de pasar?
—Fue muy simple de hecho Mía, me mostro la empresa fantasma que creaste para poder asociarte con el papa de Teresa… y hacer que creara ese video editado que me enviaste en el cual se mostraba la culpabilidad de esta última.
— ¿Una empresa fantasma? ¿Tienes idea de lo loco que suena eso? ¿Si sabes que eso es ilegal?
— ¿Tu sabes que yo hace tiempo que conozco que ese truco de las empresas fantasmas las viene haciendo tu padre desde hace tiempo? Y también que les enseño a ustedes como hacerlo… ¿No recuerdas que en algunos momentos en el pasado Vincent también uso ese truco y me pidió ayuda para ello?
Finalmente cuando dije eso último Mía tuvo un cambio de expresión, solo duro un instante y fue algo así como de sorpresa, por lo menos ya sabía por dónde ir.
— ¿Ya recordaste que ese truco lo invento tu familia?
—Está bien, está bien, quizás mi padre haya inventado eso de usar empresas fantasma para firmar contratos que puedan disolverse fácilmente, está bien, eso no significa que yo lo haya hecho… yo no soy mi padre ¿Recuerdas?
— ¿Qué importa? De tal palo tal astilla, el papa de Teresa me dio documentos que demuestran su asociación con cierta empresa que le dio un encargo de carácter “audiovisual”, esa empresa llevo poco tiempo existiendo Mía… y fíjate que casualidad, cuando Vincent reviso tus cuentas personales en el grupo de los Saint… ¿Quieres adivinar quien apareció en tu nomina?
Mía abrió los ojos como platos al oír eso último que dije.
— ¿Vincent se metió en mi cuenta personal?
Parece que no le agrado nada eso.
PDV Mia
¿Vincent se había metido en mi cuenta personal del grupo? ¿Cómo? Solo yo tenía la clave, incluso mi papa no tenía mi clave personal, este último siempre nos dejó bastante independencia en ese sentido.
Incluso él para poder averiguarla tendría que recurrir a medios empresariales para poder averiguar dicha información… Vincent fue desheredado, ya no pertenecía siquiera al grupo Saint… ¿Cómo adivino mi clave?
Algo malo debe haber… ¿Quizás Clara solo está tratando de joderme? Si debe ser eso.
—Clara, no es que no te crea, pero ¿En serio quieres hacerme pensar que mi hermano de algún modo supo mi clave secreta cuando incluso mi papa no sería capaz de adivinarla?
— ¿No lo crees? Bien, aun no lo he comprobado, pero Vincent me dijo la clave, dime si esta es…
Clara un instante después me dijo un par de palabras, cuando escuche esto, me asuste y tuve el impulso de adelantarme para callarle la boca por temor a que alguien escuchara… luego recordé que no había nadie aquí además de nosotros 2…
Aunque de todas formas, a pesar de que me detuve, aun así hice varios gestos que me delataron… no pude controlarlo, esa clave era muy importante ya que daba acceso a todo mi registro en el grupo… no pude evitar tener el impulso de hacerla callar…
Clara al ver lo que hice, me dio una sonrisa irónica.
—Por lo que veo… parece que esta si es tu clave ¿Ahora si me crees con que Vincent entro en tu cuenta y logro ver que tenías al papa de Teresa bajo tu nomina? Y por si fuera poco, bajo un sector que lleva existiendo si acaso un par de meses… ¿Vas a seguir negando todo? ¿O debo seguir?
¿Y ahora como le doy la vuelta a esto? No me esperaba que ese idiota de Vincent adivinara mi clave… ¿Cómo lo hizo?
Rayos…
—Está bien, está bien, si conozco al papa de Teresa ¿Y eso qué? Si, quizás le di un trabajo ¿Eso que importa? No veo por qué esto te tenga que afectar a ti y mucho menos como es que puede ser usado para que me eches la culpa de lo que hiciste con Tomas.
Aún no ha sacado suficientes pruebas para decir que todo tiene que ver conmigo… mientras que no lo hiciera, aun puedo darle la vuelta.
—Algún día tengo que cerrarle la boca a ese tonto —me dijo Mía con una queja algo sarcástica, su tono era el que normalmente abría en una pelea de hermanos.
—Contesta.
—Bien, bien, yo le di la idea, justo como dijo Vincent.
— ¿Cómo hiciste eso? Vincent me dijo que Teresa no te ha mencionado a ti en ningún momento.
—No fue necesario hacerlo directamente Clara, solo use sugestiones.
— ¿Sugestiones?
—Así es, justo como oyes, veras, poco después de que Teresa se enterara de lo de tu embarazo y todo eso, empezó a hablar con su amiga, Daisy, me entere de sus conversaciones, y entonces decidí que le daría la idea a Daisy de darle la idea a Teresa de darte medicamentos para aborto.
— ¿Cómo hiciste eso?
—Tampoco es que fuera muy complicado Clara, solo me puse a hablar con Daisy en algunas ocasiones, y de vez en cuando se “me salía” algunos temas relacionados a la interrupción de un embarazo… no fue lo único, también contrate algunas personas para que siguieran a Daisy mientras caminaba por las calles y hacia sus cosas y cambiaran el ambiente a su alrededor por uno… bueno, por uno más propenso para que se le ocurriera darle la idea a Teresa.
— ¿En serio te tomaste tantas molestias?
—No es tan difícil en realidad Clara, solo hay que saber el método correcto y conocer a la persona… estuve sugestionando a Daisy durante un tiempo hasta que “se le ocurrió” por sí misma la idea de hacer interrumpir tu embarazo, luego de eso, y que hablara con Teresa, me encargue de hacerle vender los medicamentos que iban a usar para ti… Daisy debió pensar que se trataban de esos que hacen efecto a los 2 días.
—Pero tú no les distes esos ¿Verdad?
—No, claro que no, los que les vendí eran unos que hacían efecto más rápido, Daisy no es médica y además los compro de forma clandestina, no tenía forma de poder comprobar cuál fue el tipo de medicamento que compro.
Bueno, ya tenía todo más o menos claro, Mía se enteró de las conversaciones de esas 2, le metió la idea en la cabeza a la amiga de Teresa, y entonces le dio los medicamentos que ella consideraba correctos… bien, hasta allí todo bien, faltaba una cosa.
—Entonces, si Teresa al final no llego a darme esas porque se arrepintió en el último momento… entonces… la que me hizo perder a mi hijo ¿Fuiste tú?
— ¿Para qué haces preguntas a las cuales ya le conoces la respuesta? Obvio, fui yo Clara ¿Creía que eso era obvio a estas alturas? —me dijo con cierto sarcasmo.
Tuve el impulso de caerle a golpes a Mía en ese momento, a duras penas me contuve, debía terminar de obtener todas las respuestas.
— ¿Puedes decirme porque?
— ¿Por qué?
—Si… tú y yo somos amigas, bueno, no es que seamos amigas del alma, pero aun así nos llevábamos bien y éramos socias… ¿Por qué me hiciste eso? Ibas a ser la madrina de mi hijo.
—… solo se me ocurrió y ya… fue algo impulsivo de último momento y a última hora.
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