PDV Clara
Poco después de caer encima de Mía, me moví un poco por puro instinto, pude sentir nuestros pechos tocándose entre sí, fue algo raro, pero no tuve tiempo de pensar en eso por ahora, tenía mi mente en otro asunto.
— ¡Quítate Clara! —me grito Mía mientras se movía de un lado a otro.
— ¡No!
— ¡Pesas mucho! ¡¿Por qué estás tan gorda?!
— ¡¿Ahhh?! ¿Cómo te atreves? Tú de seguro tienes más carne que yo, mira nada más tus piernas.
— ¡Quítate! El agua me llega casi hasta la nariz.
— ¡No lo hare hasta que resolvamos todo! ¡Ni pienses en irte de aquí Mía!
Después de decir eso último, estire mis manos y sujete de los brazos a Mía, no bromeaba con que no la iba a dejar ir.
— ¿En serio? —me pregunto con sarcasmo.
Luego de eso, pude ver que Mía a pesar de mi agarre, estaba logrando levantarse, primero empezó a levantar sus brazos, a pesar de aplicar fuerza, no pude evitar eso.
No debí descuidar el gimnasio estas últimas semanas, de todas formas no me iba a rendir con eso de no dejarla ir.
— ¿En serio vas a seguir con eso? —me pregunto Mía mientras seguíamos en un tira y afloja en la piscina.
—No dejare que te vayas, ¿De verdad tuviste que ver con que Tomas y yo rompiéramos hace tiempo? ¡Dime! No te soltare hasta que lo hagas.
— ¿Por qué tienes que insistir tanto con eso?
—Porque si, vamos ¡Dilo! ¡Si no seguiremos así por un buen rato! —le grite a Mía mientras esta continuaba con el tira y afloja que teníamos aquí.
Nuestros cuerpos se movían demasiado, pero de algún modo logre soportar encima de ella, el sentimiento en mis pecho se volvió más raro, con tanto movimiento creo que debí ponerme roja allí en esa zona.
— ¡Esta bien! ¡Maldita sea! ¡Yo tuve que ver con que rompieras con Tomas! ¡¿Feliz?!
— ¿Solo tuviste algo que ver? ¡Dilo bien Mía! ¡Vamos! ¡Dilo como debe ser! ¡Dilo!
— ¡Eres desesperante! ¡Yo hice que rompieras con Tomas! ¡¿Escuchaste?! ¡Yo hice que ustedes 2 rompieran! ¡¿Estas feliz ahora?!
Al escuchar eso ultimo de Mía me quede congelada, finalmente lo había dicho, sabía que no había sido mi culpa, me sentí relajada, pero ese sentimiento me quito fuerzas y Mía aprovecho para hacerme quitar de encima de ella.
Para cuando me di cuenta ya estaba en el suelo, Mía a continuación quiso irse, pero yo me adelante y la tome de la pierna antes de que lograra avanzar.
— ¡¿Otra vez?! ¡¿Qué quieres ahora?! ¡Ya te dije lo que querías escuchar! —me grito Mía.
—Aun no, dime ¿Cómo fue que hiciste que Tomas y yo rompiéramos? ¿Quiero que me lo digas? No te soltare hasta que hables —le dije mientras me apretaba en su pierna.
— ¡Cielos santo! ¡Eres una pesadilla!
— ¡Habla! Sino dices nada, no te voy a soltar.
Mía y yo cruzamos miradas unos instantes, esta última parecía renuente pero al final suspiro con frustración y entonces empezó a contarme todo lo que hizo en aquel entonces.
A medida que escuchaba, me sorprendía mas, me quede bocabierta después de que terminara decir todo, finalmente había tenido las cosas claras por fin, sabía que había algo malo todo este tiempo.
Incluso me hice analizar en aquel entonces para comprobarlo y demostrar que eso no paso, pero al final Tomas no lo creyó y termino causando nuestra ruptura y seguía odiándome por eso.
Ahora tenía la conciencia más tranquila sabiendo que tuve la razón…
—Ya está ¡Ya quítate de encima de mí! –me grito Mía.
—Solo quiero saber algo más.
— ¡¿Qué?! ¡¿Qué más quieres?! Ya te eh dicho todo, y contrario a lo que piensas, estas muy pesada Clara, ¡Habla rápido!
—Dime porque me hiciste eso a mis espaldas, confié en ti, fui contigo porque me invitaste y fui porque confié en ti, maldición, dime porque hiciste tanto, lo que me hiciste ni yo se lo haría a… no sé, ni se lo haría a Teresa y mira que te lo digo yo, ¿Por qué lo hiciste? Dímelo, quiero saber.
— ¿Por qué? Por qué eras una don nadie que apareció de la nada y de algún modo logro gustarle a Tomas antes que yo, por eso fue.
¿Qué?
—No… no te estoy entendiendo…
—Tu solo eras una tonta de clase media que logro entrar en nuestro circulo a base de becas y el dinero de otros, eras una don nadie cuyo apellido no importaba y encima de eso eras más vieja que yo.
Eso último dolió, aun no tenía ni 30 años, era mayor que Mía… pero no merecía que me dijera vieja.
— ¿Cómo es que una don nadie de apellido desconocido que vivía en nuestro circulo a base de becas y el dinero de otros pudo gustarle a Tomas por encima de mí? En serio, no lo entiendo incluso ahora, miro hacia atrás y no entiendo en realidad.
…
—Lo pensé varias veces en ese momento, soy más joven, soy igual de atractiva o más que tú, vengo de una familia reconocida y tengo un coeficiente intelectual mucho mayor que el promedio… ¿Cómo fue que le gustaste a Tomas más que yo? incluso te terminaste casándote con él y estabas en medio de mi camino.
—Maldición Mía, eso fue hace años, ¿En serio te quedaste tan obsesionada con Tomas durante tanto tiempo? ¿No tuviste nada mejor que hacer? ¿En serio?
—Ya sabes mi situación Clara, necesitaba a un pretendiente bueno que me ayudara a ganarle a Vincent por la herencia, y de entre todos los que se me presentaron Tomas era la mejor opción, tú te interponías en el medio, debía quitarte de allí, y lo hice… de no ser porque eres muy terca, ya estarías divorciada y hubiese tenido camino libre… ¿Por qué tuviste que ser tan terca?
— ¿Y me vas a decir eso a mí? ¿Tu? ¿De entre todas las personas?
—¡Sí!, si te hubieras divorciado antes como pensé que pasaría, hubiera tenido camino libre, me quedaría con Tomas, lo haría pelearse con Vincent, y haría que me apoyara a mí y entonces la herencia seria mía… si tan solo no fueras tan terca… ya quítate de encima.
Después de eso, Mía agito el pie con bastante fuerza, ya sabía todo lo que me importaba y no tuve problemas en dejarla ir, después de eso me levante, ella y yo nos miramos unos momentos.
—Escucha Clara, ya arruinaste mis planes en una ocasión, no quiero que lo hagas de nuevo, ya deja de amarrarme aquí, tengo que atender cosas de urgencia.
—Ya tengo todo lo que necesito, gracias por hablar, debí decirle a Tomas que nos alejáramos de ti hace tiempo… nunca pensé que estarías tan loca.
—Ya desearas que eso fuera posible, ¿En serio piensas que Tomas se hubiera alejado solo porque tú se lo digas? Con la amistad que tiene con mi hermano y sus tratos con nuestro grupo, eso no hubiera sido posible, pero eso ya ni importa, espere que estés en paz ahora que sabes todo, me encargare más tarde de hacer que Tomas se aleje de forma permanente de ti… será después de que termine un par de cosas —me dijo Mía antes de darse la vuelta.
Parece que se iba a ir… originalmente no iba a decir nada, pero ver esa cara de satisfacción me dejaba muy mal, quería quitársela, no me gustaba quedar en el lado perdedor.
—Creo que el que se va alejar va a ser Tomas de ti Mía.
— ¿En serio? ¿Cómo? ¿Piensas que vas a poder hacer eso? Ni siquiera aunque trates de convencer a Teresa de alejarse de mi te funcionara, por no hablar de Tomas.
—Claro que si se puede hacer, sobre todo después de lo que dijiste.
—¿…?
Me sorprendió ver que Mía había tomado rápidamente su ropa, yo tome la mía y me vestí lo más rápido que pude, después Salí del baño y la busque, debía tenerla a la vista, tome mi teléfono listo para hacer alguna llamada si ella tratara de hacerlo algo malo mientras estaba aquí.
No la encontré, me termine encontrando con su empleada y esta me dijo que Mía salió hace solo unos momentos de la casa.
No esperaba eso, pensaba que trataría de quitarme por cualquier medio lo que tenía allí metido detrás de mí… parece que me equivoque, me había preparado para no se… incluso caerme a golpes con ella si llegaba lo peor.
— ¿A dónde se fue? —le pregunte a la empleada.
PDV Mía
Después de Salir de mi casa, conduje rápidamente, insulte un par de veces a Clara mientras estaba en el camino, ¿Cómo pudiste llegar tan bajo como para meterse eso en esa “zona”?
Su trasero debía estar “acostumbrado” tener cosas allí metidas teniendo en cuenta que se casó con Tomas, pero aun asi no espere eso.
No tarde mucho en llegar a la casa de Vincent, todo fue por culpa de ese idiota, antes que todo, debía resolver cierta situación.
Golpee la puerta de la casa de Vincent con bastante fuerza, este último por fin me atendió entre risas.
—¿Qué te trae por aquí hermanita? Me hubieras dicho que venias y hubiera limpiado el lugar.
—Ya cállate —le dije mientras entraba a su casa después de que me abrió.
— ¿Por qué tanta rudeza? Quisiera que el menos 1 vez me trataras con cariño.
—Ya deja las tonterías Vincent, dime ¿Dónde está el papa de Teresa?
— ¿El papa de Teresa? ¿De qué hablas?
—Ya no te hagas el tonto, ya Clara me dijo todo, también lo de tu encuentro con èl, dime ¿Dónde está?
Vincent se me quedo mirando unos momentos antes de empezar a reírse de forma suave.
— ¿De qué te ríes? Dime donde está el papa de Teresa —le dije a este.
—No tengo ni idea, después de terminar de hablar con él, tomo sus cosas y se fue, no sé dónde puede estar por ahora.
— ¿Es en serio? —le pregunte.
—Muy en serio, hace tiempo que no lo veo después de zanjar nuestras cosas.
Mierda…
Qué manera de cagarla, el idiota de Vincent lo volvió a hacer…
Justo cuando todo iba a Salir bien para todos… bueno, más o menos.
— ¿Qué paso Miita? ¿Frustrada por como terminaron las cosas? Dime ¿Qué expresión pusiste cuando Clara te dijo lo que tenía metido allí atrás? Por favor descríbeme con detalle la expresión que hiciste, vamos, dímelo, quiero detalles, dímelo, quiero que lo digas.
…
—Vincent… ¡Eres un idiota!… la cagaste de forma épica para Teresa… ¿Por qué tuviste que alertarle a él?
—¿…?
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