PDV Teresa
Después de
despedirme de Tomas, camine rápidamente hacia mi trabajo en la tienda, había
tardado un poco más de los esperado, por lo que estaba algo retrasada.
Mientras caminaba
hacia la tienda, empiezo a pensar en numerosas excusas que podría decirle a mi
jefe, pero ninguna me convence del todo.
Después de una
corta caminata, finalmente llego a la tienda, al entrar algunas de las chicas
con las cuales trabajo se giran al verme.
Una de ellas me
giña el ojo, no sé por qué lo hace, pero no le dio importancia, voy a mi lugar
de trabajo y rezo porque mi jefe no venga a buscarme.
Por desgracia para
mí, solo un par de minutos después de llegar, mi jefe se me acerca, obviamente
quiere hablarme sobre lo que había ocurrido con Tomas anteriormente.
—Perdone por cómo
le contesto —le digo a mi jefe, esperando que no esté enojado por lo que había
hecho Tomas.
—Olvidemos no de
eso por ahora Teresa, pero tengo que decirte algo y espero que lo cumplas —me dice
el gerente.
—Por supuesto ¿Qué
es? —le pregunto.
—Este es tu lugar
de trabajo, y es mejor no mezclar tus asuntos personales con tus asuntos
laborales, dile a tu novio que no venga aquí otra vez mientras estas trabajando
¿Entendido? —me dice el gerente.
Al oír que se
refiere a Tomas como mi novio, un hormigueo recorre mi espalda, pero lo ignoro
y me apresuro a explicarle la verdad a mi gerente.
— ¡Él no es mi
novio! —le digo.
— ¿Ah no? ¿Quién
es entonces? —me pregunta el gerente.
—Es solo… un
amigo, nada más.
— ¿Y por qué vino
aquí a la tienda? —me pregunta.
—Teníamos algunos
asuntos… sin resolver, solo vino aquí a hablar de ellos.
Espero que se crea
esta excusa.
—Bien, pero da
igual que sea tu novio o tu amigo Teresa… es mejor que no vuelva a aparecer aquí
mientras estas trabajando —me dice el gerente con un gesto muy serio.
—De acuerdo, le
prometo que no volverá aquí otra vez.
—Eso espero —me
dice el gerente, antes de darse la vuelta e irse.
Suspiro aliviada,
había esquivado una bala, la promesa que le hice al gerente sería fácil de
cumplir… al menos así era en teoría… espero que
de verdad sea capaz de cumplirla.
Si me vuelvo la
novia de alquiler de Tomas… ¿Cómo le diré que no vuelva a venir aquí?
Mientras pienso en
esto, algunas chicas con las cuales trabajo se me acercan, y lo primero que
preguntan es si Tomas es mi novio o no.
Al parecer todos
en la tienda han supuesto esto.
— ¿Entonces no es
tu novio? —me pregunta una de mis compañeras de trabajo.
—No, no lo es, es
solo un amigo nada mas —le respondo.
—Ojala yo tuviera
un amigo así, no sé cómo es posible que no le hayas saltado encima hasta ahora.
—No estoy
interesada en eso por ahora.
—Pues yo sí,
¿Puedes darme su número de contacto? O mejor aún ¿Puedes presentármelo? —me
pregunta mi compañera.
— ¡A mí también!
¡¿Puedes presentarme a mí también?! —me pregunta otra compañera de trabajo.
Las dos me miran
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