PDV Mía
La risa de Vincent y Daisy me molestaba bastante, oí el sonido como del agua, en base a lo que escuche, quizás deben estar en la regadera o algo similar a eso, debían estar cogiendo entre ellos, no me importaba.
— ¿Para qué llamaste Vincent? ¿La prostituta que tienes allí contigo no te da la suficiente diversión?
— ¡Oye! ¡¿A quién le dices prostituta?! —me pregunto Daisy, sonaba enojada.
— ¿A quién crees Daisy? Te puedo escuchar claramente allí en el fondo, dime ¿Qué se siente venderse por unas monedas?
— ¡Hija de…! ¡Dame el teléfono Vincent!
—Calma, Calma Daisy, lo sé, lo sé, sé que la economía actual está muy difícil, eso lo entiendo, y entiende que debas vender lo que tienes entre las piernas para poder llegar a fin de mes —le dije a esta en tono burlón.
— ¡Hija de…! —grito Daisy, pareció pelear con Vincent por tomar su teléfono, me dio mucha gracia lo que ella hacía.
Era muy fácil hacerla provocar si sabias que hacer.
—Ya Daisy, ¿Por qué te dejas manipular de esa forma? Cielos, ya deja de hacer eso Mía —me dijo Vincent por el teléfono.
— ¿Yo? ¿Qué estoy haciendo?
—Ya no te hagas la tonta.
—Como quieras, si no tienes nada importante que decir, voy a colgar Vincent —le dije a este.
—Vamos, vamos Mía ¿No puedes tratarme un poco mejor a mí? ¿Acaso mi padre no te dijo que te eh salvado de ser denunciada por Clara? al menos se un poco más agradecida chica —me dijo este.
— ¿En serio piensas que me salvaste?
—Pues borre el audio con el cual Clara hubiera podido tener pruebas para denunciarte hermanita —me dijo.
—Con todos los contacto que tengo a mi disposición y con el dinero de nuestra familia ¿De verdad piensas que un simple audio sin imagen hubiera podido condenarme de algo? —le pregunte con burla.
—Pero ¿No hubiera causado un gran escándalo público? Dime ¿Qué crees que haría nuestro padre ante tal escándalo que puede empañar su imagen y la de nuestro grupo? Piensa hermanita, vamos, eres lista ¿Crees que nuestro padre no se enojaría por eso? —me pregunto Vincent.
…
—Tu silencio ya dice lo que necesito saber jajaja —me dijo.
— ¿Por qué te ríes como si hubieras ganado? Apenas y si has sido restituido en la herencia idiota, no te han nombrado heredero ¿Acaso lo olvidas? —le pregunte.
—No, no lo olvide, pero quien sabe, quizás más adelante logre que te deshereden —me dijo.
—Ya quisieras, sigue soñando, es bueno tener esperanza.
—Mmm, ya veremos, por cierto Mía, la próxima vez que trates de hacer algo contra mí, por favor ya no involucres a los demás, y menos a tus supuestas amigas, sigo sin entender cómo es que Teresa no se aleja de ti todavía, pero no quiero que esto vuelva a pasar… usa otros métodos la próxima vez y deja que nuestra pelea se quede entre familia —me dijo Vincent.
…
—Ya veremos —le conteste.
— ¿Cómo que veremos? ¿A qué te refieres con eso?
—Que ya veremos, depende mi humor Vincent.
—Mía, ya deja de hacer la loca, tus métodos…
—Ya, puedes cuestionar mis métodos, pero no puedes cuestionar mis resultados, adiós.
— ¿Esa frase no se la robaste a nuestro padre? –me pregunto.
…
—Adiós.
— ¡Espera…!
Le colgué a Vincent y no lo deje terminar, escuche como Daisy quería seguir desquitándose conmigo, esta ultima de verdad me empezaba a caer mal, no era tan lista como yo, pero a diferencia de Teresa, era como más astuta, aunque más importante que eso, tenía malicia, sabía que eso ultimo me iba a hacer la vida cuadritos más adelante.
¿Me pregunto qué cara habrá puesto cuando vio que la supuesta llamada que le hicieron para hacer una pasantía en el despacho de abogados del abogado de mi familia era solo una farsa que hice para dejar a Teresa sola?
Se lo merece por zorra.
Después de hablar con Vincent, me subí a mi auto y llegue a mi casa, hable un poco con mis empleadas y luego me fui a mi habitación, coloque mis cosas y fui a revisar que hacia Clara, necesitaba saber si iba a tomar alguna medida legal contra mí.
Vincent había dicho que había borrado el audio que me incriminaba, pero Clara de seguro debe odiarme hasta el hueso, al menos debía saber que quería hacer.
Vi en mi laptop el historial de llamadas de ellas y la conversaciones que había tenido recientemente por su teléfono para ver qué pasaba, hace tiempo que no lo veía, tras un rato buscando, vi los planes que tenía.
Mmmm, había hablado con su abogado… quería proceder pero este le dijo que no era presa fácil, era lo usual, pero me sorprendió mas lo otro.
PDV Saint
— ¡¿Por qué no me dejaste hablar con ella Vincent?! —me grito Daisy mientras se abalanzaba sobre mí.
Estaba desnuda, ambos lo estábamos en la regadera de mi casa, no me gustaba cuando tomaba esa actitud, se ponía muy difícil… quizás debí conseguir alguien más sencilla…
— ¿No ves que te salve de que Mía hiciera de las suyas contigo? Agradéceme un poco por los menos Daisy —le dije.
— ¿Qué hiciera de las suyas conmigo? ¿Quién crees que soy? Yo si estoy dispuesta darle su merecido a esa, dame el teléfono —me dijo Daisy mientras se me echaba encima de nuevo.
Sus pechos se presionaron contra los míos, en otras situaciones esto hubiera sido bueno… pero ahora…
Mi teléfono sonó.
—Ya Daisy, tengo que atender, después vemos si le ganas a Mía, por cierto, ella hace mucho ejercicio en el Gym, así que espero que no estés planeando tratar de hacerle algo físico… te tumbaría en el suelo en segundos.
Mi último comentario pareció ofender a Daisy, no le tome importancia y en su lugar conteste el teléfono, era mi padre, no había visto quien me había llamado, lo salude, pero este fue directo al grano.
—Quiero que vengas a mi oficina —me dijo mi padre.
— ¿Ahora? ¿Justo ahora? –le pregunte.
—Sí, justo ahora Vincent —me respondió.
—Pero… pero estoy ocupado…
—No me importa, sé que clases de ocupaciones tienes, ven ahora, rápido —me dijo mi padre.
—Bien, bien, ya voy, ya voy… ¿Vas a hacer esto muy a menudo? —le pregunte.
— ¿Quieres que te vuelva a desheredar? —me pregunto.
—No, no, no es necesario, en media hora llego contigo —le dije.
—Eso espero, te tomare el tiempo.
Mi padre me colgó después de decir eso último, ni me había dado cuenta y seguí hablando, me sentí tonto después de ver eso.
— ¿Te tienes que ir? —me pregunto Daisy.
—Sí, mi padre me quiero tanto que quiere que vaya con él a abrazarlo y darle un beso –le dije a Daisy.
—No es necesario que uses el sarcasmo conmigo, si te vas dame un aventón a mi casa.
—No, tu quédate aquí, no voy a tardar mucho, quiero que hagas algunos arreglos para cuando llegue —le dije a esta.
— ¿Qué clase de arreglos? —pregunto.
PDV Clara
— ¿Cuánto tiempo se va a ir señorita? —me pregunto una de mis secretarias al teléfono.
—Aun no lo sé, ya veré eso, quizás sean una semanas —le conteste mientras arreglaba mi maleta en mi cama.
— ¿Semanas? ¿Tanto tiempo? —murmuro.
—Podrían ser 1 mes o más —le dije.
— ¿Mas de 1 mes? ¿Qué pasa con los asuntos que tenemos pendientes? ¿Los va a manejar desde donde se va a ir? —me pregunto.
—Mmm, no, mientras este de viaje no quiero oír nada de negocios la verdad —le conteste.
— ¿Cómo? ¿Nada?
—Sí, nada de nada, no quiero oír nada de negocios por los momentos, al menos mientras este de viaje.
— ¿Pero entonces como vamos a hacer con todos los asuntos que debemos tratar? No puede irse así de forma repentina y decir que no se hará cargo de nada, ¿Cómo vamos a hacer con todo lo que tenemos pendiente?
—Deja que la junta se haga cargo de todo eso.
— ¿La junta? Pero si usted hasta ahora ha hecho que no tengan ningún poder para tomar decisiones ¿Ahora les va a dejar todo a ellos? —me pregunto.
…
—Sí, deja que sean ellos los que tomen todas las decisiones mientras yo este afuera, así será por ahora —suspire al decir eso último.
Desde que pude construir mi propio grupo utilizando las ganancias que pude obtener trabajando con Tomas y el capital que diversos accionistas me dieron, siempre me había asegurado de tener todo el poder en la toma de decisiones.
Siempre había tenido la decisión final, eso de dejarle toda la responsabilidad a alguien más por lo que había construido hasta ahora, era algo que me dejaba un mal sabor… ¿Y si tomaban una mala decisión y terminaban cagandola?
¿Qué pasaría con todo lo que eh construido si ellos lo arruinan? ¿Y si dejaban pasar una oportunidad y llegábamos a tener pérdidas por eso?
…
—Hasta donde se esa chica ha sacado mucho beneficio de ustedes 2, por lo menos es Tomas el que es desangrado por ella y no tú.
—Papa, Teresa no es así, no es como mi mama —le conteste algo enojado.
—Si, claro, como no.
—Es en serio, lo digo de verdad.
—Claro que si Vincent, por eso es que esa chica que estaba llena de deudas de repente consiguió la solvencia económica poco después de conocerlo a ustedes 2, se nota que fue solo una casualidad —me dijo con sarcasmo.
—De hecho si lo fue, bueno, no exactamente, es complicado.
—Claro, pero a mí no me interesa, escucha Vincent, sé muy bien cómo eres, mujeriego, frívolo, muchas veces inepto y desconsiderado.
— ¡Oye…! ¡¿Cómo que soy desconsiderado?! Eso si no te lo acepto.
—Déjame terminar o te saco a patadas de aquí.
—Está bien.
—Sé muy bien qué clase de actitud llegas a tener y en realidad eres presa fácil para las chicas caza fortunas como esa Teresa —me dijo.
— ¿Presa fácil? ¿Cuándo eh sido presa fácil?
— ¿Crees que no se sobre los nuevos gastos que has tenido con esa nueva caza fortunas con la que has salido las últimas semanas? —me pregunto.
…
— ¿Hablas de Daisy?
—Como se llame, no me importa, pero se de los gastos que esa chica te ha provocado, ni hablar de cuanto beneficio ha obtenido gracias a ti, todas son iguales Vincent, encantadoras, bonitas y muy amables, hasta que demuestran como son y persiguen tu fortuna como una manada de perras hambrientas… sé que fue por esa Teresa que te terminaste humillando en público en esa universidad pública a la cual Mía dono dinero —me dijo mi padre.
… ¿Mía dono dinero a la universidad de Teresa? ¿Cuándo? ¿Y eso cuando ocurrió?
— ¿Cómo que mi hermana dono dinero a la universidad de Teresa? –le pregunte.
—Eso no importa, ya te humillaste en público por esa niña, se nota que tú y Tomas no pueden controlarla, y no quiero riesgos, Vincent, mientras estés en mi testamento, no quiero que tengas mucho contacto con esa Teresa ¿Entendido? —me pregunto mi padre.
…
¡¿Qué…?!
— ¿A qué te refieres con eso de que no debo tener mucho contacto con Teresa? —le dije.
—A que no quiero que la veas, ya sé que porque es pareja de Tomas vas a tener que verla en ocasiones, eso lo sé bien ya que ustedes 2 se la pasan juntos, puedo aceptar que tengas que verla por eso, pero no quiero que la frecuentes Vincent… ya te humillaste públicamente por esa mujer en 1 ocasión, no quiero que eso mismo se repita ¿Entendido? —me dijo mi padre.
— ¡Pero…!
— ¡Sin peros! Mientras estés en mi testamento, no debes tener contacto frecuente con Teresa Vincent, la chica es una mala influencia para ti, a menos que no quieras ser desheredado de nuevo, vas a tener que limitar el contacto con esa niña.
— ¿Y por qué tengo que hacerlo yo? de seguro a Mía no le has pedido eso ¿O sí?
—Que yo sepa, Mía no se avergonzó en público por Teresa y tampoco ha desperdiciado dinero con prostitutas interesadas como tu Vincent… a ella no tengo que recordarle que tiene que ser una profesional y actuar como tal… cosa que no puedo decir contigo.
…
—Si descubro que me desobedeces, quedaras fuera y te quitare tus propiedades ¿Entendido?
—… Está bien, ya entendí… papa.
—Bien, ahora ya puedes irte y espero que recuerdes tu promesa —me dijo mi papa mientras agitaba la mano en mi dirección.
Me levante de mi asiento y Salí después de eso, cuando abandone el edificio, suspire un poco.
Ese tipo de verdad que le caigo mal…
Recibí una llamada mientras pensaba.
—Hablando de la reina de Roma —pensé, Teresa era la que me estaba llamando.
Le conteste y no tardo hablarme con emoción sobre varias cosas, aunque mi tono de voz no pude ser el mismo de siempre.
— ¿Qué pasa Vincent? Te noto algo decaído —me dijo esta.
—Nada, es solo que me hicieron hacer una promesa que no quería.
—Que mal, pero si lo prometiste, debes cumplirlo Vincent.
—No creo, prefiero las promesas que no se cumplen… son mucho mejores.
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