PDV Teresa
Tomas y yo nos quedamos un tiempo mas en el parque despues de que se fuera Clara y nos fuimos, pasaron días desde entonces, despues de eso me dio una copia del acuerdo para que lo leyera de nuevo.
Los tramites se habían hecho bien, lo único que no me gustaba del todo, era que seguía siendo socio de Clara, pero bueno, no se podia ganar en todo, asi que tenia que conformarme.
La mama de Tomas me llamo en esos días, y no paro de meterse conmigo una y otra vez, me lanzo muchas amenazas, y me dijo de todo.
Pocas veces habia escuchado tantas palabras subidas de tono en una misma conversación, al final me termine cansando de todo y termine por responderle.
Me habia cansado de ser la chica buena con ella tratando de agradarle, no me habia servido hasta ahora, y la paciencia tenia un limite.
Llegamos a los insultos mutuos en poco tiempo.
—¡¿Crees que no se lo famosa que eres en internet ahora?! ¡Escucha niña, si piensas que dejare…!
—¡No! ¡Escúcheme usted! Ya sé que piensa que estoy tras el dinero de Tomas, pero ¿Cree que no se quien es la que lo está desangrando en mi lugar? —le dije.
—¿Qué estas insinuando con eso?
—Trabajo para Tomas actualmente ¿Cree que no eh llegado a ver su cuenta señora? Se cuanto dinero le da cada mes, y eh escuchado como le pide mas y mas, ¿En qué se gasta todo eso? Por qué sé muy bien cuanto puede gastar 1 sola persona y el dinero que usted le quita cada mes es mucho más de lo que de verdad necesita… ¿Y yo soy la caza fortunas?
— ¡Yo soy su madre!
—Y mucho dinero que le saca, ya póngase a trabajar señora y deje de vivir a costillas de su hijo, espero que no piense vivir más que él y tenga la intención de heredar su dinero.
Quiso gritarme, pero antes de que volviera a hacerlo le colgué el teléfono, sería difícil lidiar con ella en el futuro, ¿Cómo habrá sido con Clara?
Me imagino lo que haría la siguiente navidad si seguía junto con Tomas, mi suegra… no, aun no debería llamarla asi.
PDV Daisy
El pequeño carrito se detuvo en medio del césped, Tomas, Vincent y yo nos bajamos y caminamos unos momentos antes de detenernos.
Habiamos llegado a un campo de Golf, el idiota de Vincent por alguna razon tuvo ganas de ir a jugar esto asi de la nada, y termino arrastrando a Tomas y a mi con èl.
Era con Tomas con quien iba a jugar, pero tambien me llevo a mi, pero no para que jugara con ellos, sino por otra razon distinta a eso.
—Necesito que alguien lleve los palos Daisy —me dijo en el momento.
—¿Y tengo que ser yo?
—Si.
—Buscate a alguien mas, no soy tu chica de los recados para hacer eso.
—Te pagare si lo haces.
—… ¿Cuánto exactamente?
El tonto conocia mi debilidad.
Los 3 avanzamos, escuche como Tomas y Vincent hablaban entre si, no tardamos mucho llegar al primer hoyo.
Vincent me llamo como si fuera su criada, aguante el enojo, y pensé en el dinero y fui hasta èl para entregarle su palo.
—Gracias querida, eso es todo.
—No me llames asi, no soy ninguna “querida tuya”.
—Vamos querida, ¿Por qué te portas asi? ¿No te eh tratado bien?
—…
—Ya deje de molestarla y empecemos con esto, este juego no me gusta mucho y quiero terminar, aun no se como deje que me arrastraras aquí —le dijo Tomas.
—Vamos Tomas, tienes que abandonar esa oficina y los clubes de Béisbol de fantasía que jugábamos antes, eso de jugar cosas de niños se acabó, ahora jugamos el golf, el deporte de los millonarios.
Vincent golpeo la pelota y vi como la mando hacia el cielo, la perdi de vista muy pronto.
—Y hoyo en 1… un gran tiro para ser la primera vez.
—¿Y tu como sabes que acertaste? —le pregunte.
—Intuición.
—Haces trampa.
—¿Tengo cara de que haría eso?
—¿Quieres escuchar mi respuesta?
—Claro, pero antes de eso, déjame anotar algunos puntos Daisy.
—Idiota, no haces trampa añadiendo puntos, se supone que debes restar —le dijo Tomas.
—Es cierto, gracias amor.
—Quitate, es mi turno de hacer hoyo en 1.
Tomas aparto a Vincent y coloco su bola, parecio apuntar, y en poco tiempo ya estaba listo.
—Por cierto ¿De verdad ya te divorciaste de Clara? —le pregunto Vincent.
Tomas al oir eso ultimo fallo el tiro y casi se cae al suelo, quizas fue por la sorpresa.
—¿Qué haras ahora respecto a eso? —le pregunto Vincent.
Tomas se recompuso y luego de eso lo miro a èl, su rostro no me daba nada para adivinar sus pensamientos.
—¿Por qué haces esas preguntas justo en un momento inoportuno? —le dijo.
—¿Inoportuno? ¿Y eso por que? No me digas que le gran Tomas no puede tener 2 cosas en su cabeza al mismo tiempo… y con lo fácil que es golpear esas bolas de…
—Callate, y no termines eso ultimo…
—Me sorprende esa ultima pregunta, y además Tomas, llevas mas de 1 año en tu divorcio con Clara, tiempo mas que suficiente para que te hicieras la idea de el fin de un matrimonio y la posibilidad de otro nuevo, asi que dime… ¿Has pensando en ir por ese paso con Teresa? —le pregunto Vincent.
—No lo se…
—Ya veo, ¿Entonces aun no?
—Tal ves si —dijo Tomas mientras golpeaba la bola.
—¡¿Cómo asi?! ¡¿Entonces piensas declarártele?! —pregunto Vincent.
Parecia un poco mas agitado de lo normal, aunque conociéndolo, quien sabe.
—Dije que lo quizás, no lo se bien, aun, pero puede ser —dijo Tomas mientras miraba el cielo, quizás buscando donde cayo su bola.
—Pero no me dejes con la duda y ven y dame mas detalles cielos santo —le dijo Vincent mientras llegaba junto con èl.
Casi lo toma de los hombros pero Tomas se hizo a un lado y esquivo su agarre.
—Te dije que lo estoy pensando, aun me faltan decidir un par de cosas, y más porque estoy recién divorciado… pero quizás termine haciéndolo pronto, ya veremos.
—¿Cuánto es “pronto” Tomas?
—No lo se, quizás días, quizás 1 semana… ya te dije que no aun tengo cosas que aclarar, aun no se bien, pero quizas pronto lo haga una vez que me decida por completo —le dijo Tomas.
Me muero por contarle esto a Teresa.
—Por cierto Daisy, que ni se te ocurra decirte a Teresa lo que estamos hablando aquí en estos momentos ¿Escuchaste? —me pregunto Tomas mientras se giraba para verme.
Me hizo una mirada matadora mientras nos veíamos, temblé un poco.
—¿Y por qué me dices eso a mi?
—Se lo chismosa que eres, se te nota en la cara, asi que no te pongas de chismosa a contar lo que hablamos aquí, si lo haces, nunca serás abogada y tendrás que conformarte con ser la chica personal de este tonto —me dijo Tomas mientras palmeaba en el brazo a Vincent.
—Eso no suena nada mal ¿Verdad Daisy? —el idiota me guiño el ojo al decir eso.
—Recuerda lo que dije, no le cuentes anda a Teresa, no quiero que sepa nada hasta que termine de aclarar mis pensamientos… vamos a recoger nuestras pelotas, y recuerda Daisy, si dices algo, adiós a eso de ser abogada.
Tomas después de decir eso último se fue alejando, me quede a solas con Vincent.
— ¿Podemos ir en el carrito? Llevar estas cosas es difícil.
—Mmm, oye Daisy ¿Alguna vez has arruinado una boda? —me pregunto Vincent.
—No, bueno, a veces, eso no importa, ¿Por qué la pregunta?
—Ah no lo sé, pero pensar en el matrimonio de esos 2… no sé, pero me dieron ganas de arruinar un compromiso, así como en la televisión… pero más dramático —me dijo Vincent sin mirarme.
…
¿Y a este que se le habrá ocurrido ahora?
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