Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 232

PDV Teresa

El abrazo de Clara duro solo unos segundos, se sintieron largos, se separo de mi y luego se miro con Tomas y ambos intercambiaron algunas palabras.

—Traje algunos recuerdos del monasterio, tienes que ver las cosas que hay en ese lugar —dijo Clara mientras empezaba a caminar.

Tomas le siguió y pronto yo tambien, no me gusto quedarme atrás.

—¿Qué paso con tu avión Clara? ¿Dónde fue que lo tiraste? —le pregunto Tomas.

—Ah, pasaron varias cosas como te dije, fui a muchas lugares, y no se, en medio de todo eso creo que se me extravio.

—¿Se te extravió?

—Si, Tomas, se me extravió, o quizas lo vendi para tener dinero, viajar por Asia es muy caro, y mas para poder acceder a las montañas del Tibet, en esa parte del mundo es difícil llegar ¿No crees Teresa? De seguro has visto lo altas que quedan en el mapa —me dijo Clara mientras se giraba hacia mi.

Seguía sin saber mucho de lo que Clara hablaba sobre el Tibet, yo era estadounidense, nosotros no sabemos geografía… no tanto al menos, aun recuerdo como toda mi clase pensó que Iran estaba en Texas…

—Puedo imaginarlo, ¿Te gusto mucho alli? Si fue asi, quizas pudiste quedarte un tiempo mas, para alguien como tu, tomar vacaciones debe ser raro.

—Quise extenderlas un poco, pero ya era hora de regresar, me desconecte mucho del mundo y ya es tiempo de volver a la realidad ¿No crees Tomas? —le pregunto Clara.

—Quizas.

—¿Mi junta te dio muchos problemas?

—¿Tu que crees? Creo que ya te mencione los problemas que tuve con ellos.

—¿Me mencionaron a mi en algún momento?

—No, no tanto, creo que les gusta mucho tener el poder en tu ausencia.

—Si, eso pensé, mira lo que te traje del Tibet.

Clara saco un pequeño muñeco de color dorado, parecia un hombre, ni idea de que se trataba.

—Tambien traje algunos otros, toma Teresa, para ti tambien.

Me dio el mismo muñeco a mi tambien.

—Es una estatuilla de un Buda, Teresa —me dijo Tomas.

—¿Buda?

—Es el fundador de una religión.

—Ah…

¿Para que quiero la estatus de un hombre que parece gordo?

Los 3 seguimos caminando y dentro de poco pasamos por la salida de la zona del VIP del aeropuerto donde estábamos, la chica que vendia su virginidad para el concierto con el letrero seguía alli.

—¡Adiós Teresa! ¡Deséame suerte por favor! ¡Vete a la mierda Clara! —nos grito la chica mientras nos íbamos.

Clara se giro para verla, se detuvo unos momentos.

—¿Y esa quien es? ¿Y de donde me conoce?

—Ella no es importante, ven, sigamos —le dijo Tomas mientras la tomaba del brazo y la hacia avanzar a la fuerza.

Clara se resistio un poco, pero Tomas la tomo de la cintura y entonces la hizo avanzar casi a juro, en situaciones normales no me gustaría eso, pero no queria estar mucho tiempo con ella alli.

Los 3 dejamos el aeropuerto, nos montamos en el auto de Tomas y nos fuimos, en el camino Clara nos conto varias cosas que habia pasado en su viaje por el mundo, visito mas que todo el este de Asia,  y me nombro países que ni sabia que existían.

Me senti muy ignorante.

Tambien nos mostro un velo que le dieron de recuerdo cuando estuvo de visita en un país islámico, no tuvo problemas en mostrármelo para que lo viera en persona.

Estuvimos un tiempo alli en el auto hasta que llegamos a un restaurante donde íbamos a comer, Clara dijo que tenia mucha hambre, la comida en el vuelo no le gusto mucho y no comio tanto.

Los 3 nos fuimos y nos sentamos en una mesa, y en poco tiempo empezamos a comer, pero en medio de eso, Tomas toco el tema importante por el cual estabamos, el cual era lo del asunto del divorcio entre ellos 2.

Se suponía que Clara debia firmar.

—Claro, ¿Llamaste a tu abogado? A mi se me olvido un poco.

¡Lo sabia! ¡Sabia que pondría excusas!

—Déjame un momento para llamarlo y que venga, no debe tardar mucho si lo hago ahora —nos dijo Clara mientras tomaba el teléfono.

¿….?

—¿Llamas al tuyo también? —le pregunto a Tomas.

—S-si, a mi también se me olvido, no pensaba que seria tan rápido, un momento —dijo Tomas mientras tomo su teléfono.

Escuche la conversación entre los 2 con sus abogados, no vi ninguna palabra que se pudiera mal interpretar por parte de Clara, fue directa con esa persona con la cual hablaba…

Esto era demasiado fácil, y mas conociendo como era.

Los 2 terminaron de hablar en no mucho tiempo, y luego se miraron.

—Mi abogado tardara algo en llegar, esta ocupado con algunos asuntos, ¿Qué tal el tuyo? —le pregunto Clara a Tomas.

—Igual, pensó que la reunión para eso seria mas tarde y ahora tiene una cita y esta ocupado en ello —le dijo Tomas.

—Ah bueno, ¿Cómo cuánto tiempo te dijo? El mio estará disponible en 1 hora.

—El mio en alrededor de hora y media… si salen mal las cosas, quizás 2.

—Bueno, no es mucho tiempo, ¿Tienes los papeles a firmar? Te dije que los prepararas tu mismo.

—Si, lo hice, aquí lo tengo, puedes observarlo para que veas que no hay nada de malo en èl —le dijo Tomas mientras sacaba el acuerdo y lo estiraba a Clara.

—Ah, no hay problema, me da flojera ver eso, si ya lo hiciste solo falta que firmemos con los abogados presentes y entonces todo quedara resuelto ¿Nos quedamos aquí y vamos a otra parte para matar el tiempo?

—Mmm, no se ¿Qué quieres hacer tu?

—No lo se, ¿Qué quieres hacer tu?

—¿Qué te parece si lo decide Teresa?

—¿Ella?

—Si, dinos Teresa ¿Qué hacemos? ¿Nos quedamos aquí a esperar o nos vamos a ver que mas hacemos por la ciudad? —me pregunto Clara girando su vista en mi direccion.

—¿Qué tal si caminamos por alli? Ya casi terminamos de comer y no hay razon para quedarnos aquí 1 o 2 horas y esperarlo a ellos sin hacer nada.

—Bien, terminemos y nos vamos —dijo Clara antes de terminar la comida en su plato.

Tomas y yo no tardamos mucho, y dentro de poco nos fuimos de alli, empezamos a pasear por la ciudad juntos, fue muy… raro compartir con Clara, en ningun momento llego a atacarme o dar algún comentario sarcástico o despectivo o indirecta en mi contra.

Eso fue lo peor, me sentía incomoda de esta manera, no se, estaba acostumbrada a llevarme mal con ella y pelearnos, estar asi a su lado sin hacer nada era raro.

Y fue aun mas, porque mientras paseábamos por la ciudad, nos terminamos topando con varios sitios donde antiguamente Clara y Tomas habían compartido mientras estaban juntos.

Pensé que había sido algo deliberado de Clara, para hacerle recordar… no se “los buenos tiempos”, pero estos eran lugares casuales, yo también había venido aquí algunas veces, eran sitios populares.

No pude decir mucho, y solo pude estar con ellos mientras conversábamos y de vez en cuando, algunos de los 2 terminaban mencionando algo que vivieron juntos en esos sitios, me sentía como la 3 en “discordia”.

No me agrado pero no dije nada, le prometi a Tomas que no buscaría pelea, Clara no habia hecho nada malo en realidad, dentro de poco mas de 1 hora paso y los abogados empezaron a llamar.

—Bien, ya el mio esta listo, dijo que le pasemos un lugar donde pueda ubicarnos —le dijo Tomas a Clara.

—¿Qué te parece si lo vemos en el parque? Ese del centro, ya lo conoces —le respondio ella.

—Bien.

Tomas hablo por teléfono y luego nos 3 nos fuimos al parque, llegamos alli y habían muchas personas, fuimos caminando juntos, Clara tomo la delantera, y Tomas y yo íbamos con ella.

—¿Hablas en serio? —le pregunto este.

—Si, ya te dije que las monjas y los monjes de ese lugar me enseñaron muchas cosas, me dieron un nuevo pensamiento, y quiero implementarlo desde ahora, fue bueno mientras duro Tomas, me tengo que ir, nos veremos después, acuérdate que aun tenemos negocios y tienes que ayudarme a ver de que me perdí recientemente.

—Bien.

—Adiós —Clara se acercó y le dio un beso en las mejillas a Tomas y luego de eso se fue.

Me le quede mirando hasta que la perdi de vista.

Tomas se sento en la banca.

—Bueno, por fin está todo listo… tardamos más de 1 año entero… pero al final se firmaron los papeles —dijo Tomas.

—Si lo vi… ¿Te sientes triste?

— ¿Por qué me haces esa pregunta?

— ¿Por qué crees tú? Fuimos a varios lugares, parece que hiciste muchos recuerdos con Clara mientras estuvieron juntos, tiene mucha historia.

—Tu misma lo dijiste, historia, pasado, hay que darle vuelta a la página y seguir con lo demás.

—Mmm, ¿No crees que fue todo muy fácil?

— ¿Fácil? ¿Tú crees que fue fácil?

—Bueno, después de todo lo que paso, que ella afirme asi sin hacer nada más, sin objeciones…

—Estuve en un monasterio semanas Teresa, quizás esas personas lograron hacer lo que yo no pude en años… ¿Por qué tan desconfiada?

—Porque la conozco.

—Yo también, pero si fuera igual que antes no hubiera firmado, y menos bajo estas condiciones Teresa, condiciones donde no saca ningún beneficio, si quisiera hacer algo, no haría tal cosa ¿Ves?

—Bueno, si tu lo dices… pero no se, mi madre me dijo que la gente no cambia tan fácil.

—Ya estamos divorciados Teresa, ya no hay nada que hacer, nada de nada, incluso si quisiera hacer algo, ya no tiene como ¿Lo ves?

—Sí, y… ¿Ahora qué sigue?

— ¿Cómo así? —Me pregunto.

—Ya estas divorciado, ¿Y ahora qué es lo que sigue?

—Mmmm, eso lo vamos a ver con el tiempo Teresa, no hay prisa —Tomas me golpeo ligeramente la cabeza con el papel enrollado que era su acuerdo de divorcio que tenía en sus manos al decir eso.

Yo ya sabía cuál era el siguiente paso que quería dar, aunque iba a esperar un tiempo para tocarlo… Tomas estaba recién divorciado.

PDV Clara

—¡¿Pero como se te ocurre darle el divorcio a mi hijo?! ¡Y encima de lo dejas con esa niña trepadora! ¡¿Pero como es que se te ocurre hacer eso Clara?! —me grito al mama de Tomas por el teléfono.

Su voz me aturdio un poco mientras caminaba por el parque, me habia llamado, y yo por cortesía la avise de lo que habia sucedido.

—Pero suegra, ¿Qué más podía hacer? era el siguiente paso que debía hacer para poder avanzar y…

— ¡No me llames suegra! ¡Recuerda que ya no lo soy Clara! ¿Cómo se te ocurrió hacer eso? ¡Y encima de lo dejaste con esa niña trepadora! ¡¿No ves que le acabas de dar via libre para tener su dinero?! ¡Esperaba más de ti Clara! ¡¿Con que cara te atreves a seguir llamándome suegra?! —me grito.

Jaja.

—Pero señora, ¿No acaba de decir que ya no la siga llamando de ese modo? —le dije con sarcasmo.

No debí hacer eso, la suegra exploto contra mí, quizás no debí mencionarle que Teresa estuvo allí.

Jeje, sin importar que decisión tome, parece que sigo enojando a alguien, ahora solo faltaba Mía.

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