PDV Teresa
Tomas y yo nos despertamos temprano en la mañana, hoy haríamos el viaje que Vincent le prometió a su ex, no quería ir solo, asi que al final lo acompañamos, Daisy también vino, Vincent no queria que fuera algo asi como un viaje de parejas y Daisy no perdió la oportunidad para colarse.
Tomas y yo tomamos nuestras cosas, las subimos al auto y luego de eso nos fuimos a la casa de Daisy para recogerla, la veríamos alli junto con Vincent y Anna.
Por alguna razón también mi hermano y mi mama iban a venir con nosotros, según Vincent, eran amigos suyos, a pesar de que mi hermano y èl no se llevaban bien, aunque esto si se podia decir de mi mama.
Mi hermano al final también quiso que fuera Mía y no sé cómo, pero la logro convencer de ir con nosotros, según mi mama le hablo durante días, y el viaje se llenó con 3 personas más de lo esperado.
Llegamos a la casa de Daisy, y de alli nos fuimos a la casa de mi mama, nos encontramos con Vincent, Anna y los demás y de alli nos fuimos al aeropuerto en 2 autos, yo me quede en el auto de Vincent.
—¿Por qué vamos a ir en avión de pasajeros? ¿Ustedes no tenian aviones privados? —les pregunto Daisy a Vincent y Tomas.
—Asi es.
—¿Y entonces?
—¿Tienes idea de lo caro que es usar un avión privado Daisy? No estoy hecho de dinero.
—¿El avión no era de tu familia? —le pregunto Daisy.
—Si.
—¿Y entonces por que te quejas del gasto?
—No eres rico por malgastar el dinero.
—¿Desde cuando te importa gastar o no?
—Desde que algunas personas hicieron que mi papa se enojara conmigo y me echara la soga al cuello Daisy —dijo Vincent mientras me miraba.
— ¿Me estas echando la culpa?
—Claro que no Teresa, ¿Cómo crees?
—Bueno, ¿Y por qué no vamos en el avión de Tomas?
—No voy a sacar el avión por eso Daisy, además sacarlo así como asi es complicado.
—Par de tacaños…
Nuestro grupo llego al aeropuerto de la ciudad, y de alli nos fuimos juntos, Vincent nos guio hacia la zona de abordaje y nos dio nuestros boletos.
Nos había comprado de clase turista a todos nosotros, y de las mas barata… todos nos quedamos mirándolo.
— ¿Por qué me ven así? ¿Esperaban boletos de 1 clase? Y yo que pensaba no estaban conmigo por interés —Vincent fingió llorar un poco al decir esas cosas.
Nadie aquí le creyó, nadie excepto mi mama, la cual le dio las gracias y nos hizo darle las gracias a Vincent por los boletos que nos regaló.
Lástima que no lo conoce bien.
El momento de abordar llego poco después, y mientras nos formábamos en la fila para entrar a la zona de turistas, vimos como Tomas y Vincent se iban a la fila de los que se iban a subir en 1 clase.
— ¿A dónde van ustedes 2? –les pregunto Daisy.
—A subirnos en el avión Daisy, obvio.
—¿Y por que van a esa fila?
—Por qué nuestros boletos son para ese lugar —nos dijo Tomas.
…
¿Qué?
—¿Ustedes 2 se van a ir en 1 clase y nosotros tendremos que conformarnos con la de turista? —les pregunto mi hermano.
—Exactamente, tengo necesidades que no puedo cumplir en la de turista y tuve que hacer este sacrificio de mi bolsillo, nos vemos en unas horas —Vincent y Tomas se fueron después de eso.
—¡Tomas!
Este ultimo se giro, tuve una leve esperanza, pero solo se despidió con su mano antes de seguir a Vincent.
—Me dejo…
—Ya les haremos pagar cuando lleguemos Teresa, si Vincent también se puso de tacaño y eligió un hotel de 2, terminare lo que empecé en su casa, y espero que no interfieras en esta ocasión.
—No lo hare.
Subimos al avión, y acabe sentada junto con Mia y Daisy, Mia habia tratado de comprar 1 boleto para la 1 clase, pero no hubo tiempo para ello y al final tuvo que venir con nosotros.
Se notaba lo incomoda que estaba aquí, parecia tener varias costumbres y siguió comportándose como cuando viajaba de forma VIP, se encontró muy decepcionada cuando vio las diferencias en el trato.
—¿Cómo puede alguien viajar de esta forma?
— ¿Qué pasa? ¿Los vuelos comunes son demasiados para nuestra princesa? —le pregunto con burla Daisy.
—No empieces Daisy, ahorita no estoy de humor ¿Es que no hay nadie que atienda aquí? Tengo hambre ¡Oiga! ¡¿Quiere venir para aca a atenderme?! —le grito Mia a una aeromoza.
La chica solo la ignoro y siguió con lo suyo, estaba hablando con una compañera, ambas desocupadas, y no les importo que tanto gritara Mia.
PDV Vincent.
— ¿Puede traérmelo como se lo pedí señorita?
—Claro, con gusto, se lo traeremos en uno minutos y también le daremos una ración extra.
—Gracias, que buena atención ¿Verdad Tomas? Ahora recuerdo lo bueno que es viajar.
—Si, yo también, es mucho más cómodo así, ahora, me pediste que dejara a Teresa allí atrás para que habláramos solos y sin que ella escuchara ¿Qué me vas a decir? —me pregunto Tomas mientras recostaba sus pies y se acomoda en su asiento mientras comía.
Yo también me puse cómodo y me recosté, me sentía en el paraíso de esta forma.
—Quiero saber cómo le vas a hacer la proposición Tomas, recuerda que haremos este viaje a Jamaica para eso, vamos, cuéntame todo quiero saber.
—Aun no lo eh pensando bien.
— ¿Ah no?
—No, ni siquiera hemos llegado, aún tengo que ver eso.
—No lo pienses tanto Tomas, ¿Qué te parece si organizo una fiesta donde todos usemos esos gorros y…?
—No.
—Vamos.
—Que no.
—Bueno, ¿Y si hablamos para ver ideas?
—Bien, pero no digas nada tonto o sino ya no seguiremos hablando de eso.
—Eso me ofende Tomasito, pero bueno, empieza a dar ideas.
La aeromoza me trajo mi bebida y Tomas y yo seguimos hablando mucho acerca del tema, me di cuenta de que el geniecillo “hombres de negocios” no era bueno con eso de proponérselo.
Sus ideas eran muy simples y directas, hasta ahora solo se le había propuesto a Clara… ¿Cómo podemos cambiar eso?
PDV Teresa
El vuelo llego, y todos nos bajamos del avión y nos fuimos juntos a la sala donde esperamos a Tomas y a Vincent, estos 2 llegaron acompañados de 2 aeromozas que iban con ellos, parecían estar hablando de algo.
Se rieron y 1 de ella estaba abrazando a Vincent por su cintura, cuando ya estuvieron cerca de nosotros, se despidieron de ellos besándolos en sus mejillas y fueron con nosotros.
Le di una cachetada a Tomas en cuanto llego.
—¿Y eso por qué fue?
—Por dejarme atrás.
—Vamos Teresa, no lo tomes personal, bueno, vámonos que nos deben estar esperando afuera —nos dijo Vincent.
—Espero que el hotel donde vamos a ir sea mas decente que el vuelo que nos conseguiste Vincent —le dijo Anna.
—Pues…
— ¡Vincent!
—Ya, ya, tranquila, podre ser capaz de dejarlos en un vuelo económico, pero no ni yo soy tan tacaño como para escatimar en donde nos quedaremos, confié en mí, en Vincent.
Ninguno dijo nada en respuesta, Vincent solo se rio y luego nos guio hacia afuera, llegamos y el personal del hotel nos recogió y nos llevó.
Por suerte esta vez si cumplió, y el hotel parecía ser de 5 estrellas, Vincent le pregunto a Anna si ya estaba satisfecha.
—Ya veremos —le respondió.
Entramos todos juntos y nos organizamos, fuimos hacia nuestras habitaciones, y pasamos los siguientes días de turismo en la isla, Tomas me dijo que se llamaba Jamaica.
Fuimos a muchos sitios turísticos de la isla, en especial varias zonas costeras, Anna seguía cerca de Vincent y este hizo algunas cosas para compensarle lo que ella gasto en èl.
Yo estuve junto con mi familia y con Tomas, pero no te raro a este ultimo los dias recientes.
Siempre que íbamos a ciertos lugares de visita, èl como que se quedaba perdido viendo aquí para alla, parecia en busca de algo, ¿Qué cosa? No se.
Siguió asi durante el resto del viaje, fue raro en realidad, ya que no solo tenia la mirada perdida a veces sino que hubo momentos en que murmuraba algo y hacia algunos movimientos con las manos cuando estaba a solas.
Quise ver que era lo que decía o que era lo que hacia con las manos mientras estaba parado alli solo, pero cuando me acercaba, este lo notaba y entonces paraba y hacia como si no pasaba nada.
Seguimos un juego del gato y el ratón, ya que me entro mucha curiosidad por saber que hacia, no quería contarme y fingía que no pasaba nada, trate y trate pero tenía buenos reflejos y al final siempre me quedaba sin saber nada.
Fue muy frustrante ese comportamiento, tuve el impulso de encerrarlo en una habitación y no dejarlo salir hasta que me hablara que era lo que le ocurria y por qué se mostraba asi, pero sabia que no iba a poder hacerlo.
Ya casi llevábamos 1 semana en la isla, y Tomas siguió así todo el rato, fui con Daisy a ver que me decía sobre eso, pero también estuvo medio perdida.
—¿Y siquiera terminar contigo y lo está pensando cómo hacerlo durante el viaje? —me dijo esta, mientras estábamos a solas cerca de un café del hotel.
—Si, cuéntame, ¿Qué le pasa a Tomas? ¿Por qué ha estado raro estos días?
— ¿Raro? Teresa, él siempre ha sido así, no te preocupes tanto, a veces le pasa y ya —me dijo Vincent.
—No me mientas a la cara, se cuando él es normal y cuando no.
—Teresa, tú lo conoces desde hace 1 año, yo lo conozco desde hace 10, ¿Quién crees que sabe más?
—Aja, y yo soy la que ha dormido y se ha abierto de piernas para èl y le ha dado sus nalgas Vincent.
— ¿Y tú como sabes que yo no eh hecho eso? ¿O que Tomas no lo ha hecho para mí?
¡¿Qué?!
—No mientas, dime la verdad.
— ¿Y crees que no lo estoy haciendo ya?
— ¡Vincent!
—Bien, bien, jaja, cálmate Teresa, ¿De verdad quieres saber que la pasa a Tomas?
—Vincent, dímelo.
—Okey, okey, escucha èl… quiere proponértelo.
—¿Proponerme que?
—Matrimonio, que lenta eres Teresa.
…
—¿De verdad? Vincent, espero que no estés haciendo de tus juegos, porque si no te…
—Si, si, es verdad, yo no jugaría con eso Teresa.
—¿Entonces es verdad?
—Si, ¿No lo escuchaste la primera vez?
…
— ¿Y desde cuando ha querido hacer eso?
—Mmm, desde poco después que se divorció de Clara, creo yo.
—¿Y por qué no lo ha hecho todavía? Han pasado semanas desde entonces y no ah dicho nada sobre eso.
—Ah bueno, es porque nuestro Tomasito es muy tímido Teresa.
— ¿Tímido?
—Sí, aunque no lo creas, después de lo ocurrido con Clara y todo eso, nuestro Tomas ya no sabe cómo pedir un matrimonio, sin mencionar que tiene muchas dudas sobre el lugar y cosas así… está muy perdido… quizás al final no lo haga… y no ayuda en nada a que yo le meta miedo respecto a eso —Vincent se señaló a si mismo mientras dijo esto.
— ¡¿Qué le dijiste?! —lo tome por la oreja y lo mire enojada.
— ¡Nada!, ¡Nada! no lo dije en serio, suéltame que me lastimas.
—Dime la verdad.
—Es la verdad, suéltame y te dire como solucionar todo.
—Bien, habla —le dije mientras soltaba su oreja.
—Que manos tienes Teresa.
— ¿Cómo puedo arreglar lo de Tomas? ¿Por qué aun no hace nada?
—Ya te lo dije, sigue con ciertos problemas por lo de Clara, así que para resolver eso, hay 1 solución, pero antes dime, ¿Quieres casarte con Tomas?
…
—Sí, quiero hacerlo.
— ¿Segura? ¿Muy segura?
—Si Vincent, lo digo en serio.
—Bien, entonces no tendrás problemas en que seas tú la que se arrodille y le pida matrimonio a él ¿Cierto Teresa?... vas a ser la que hará que se sonroje.
— ¡¿Qué sea yo la que se lo proponga a él?!
—Así es, dijiste que querías casarte con Tomas y que estabas segura, así que no tendrás problemas para arrodillarte y proponérselo tú, eso le quitaría mucho peso a nuestro Tomasito Teresa… y no te preocupes, porque yo estaré allí para ayudarte en tu proposición… imagínate a los 2 parados frente al público mientras sostienes tu sortija arrodillada frente a él… ¿No sería genial?
No, no lo seria… lo más seguro es que ambos pasaríamos vergüenza si llegáramos a hacer eso… en especial él y más con tanta gente mirando.
— ¿Qué te parece si lo hacemos en unos días? Habrá una fiesta en el hotel… será el momento perfecto para que le pidas matrimonio Teresa con todos presentes, voy a arreglar todo para ti.
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