PDV Vincent
—No lo entiendo Mia ¿Cómo le haces para ignorar lo que pasa allí?
— ¿Cómo así? —me pregunto.
— ¿No querías a Tomas para ti para que te ayude con los negocios y que te ayudara a quitarme la herencia? Por eso arruinaste el matrimonio de Clara, ¿No te molesta que te hayan vuelto a ganar de nuevo? Es que no entiendo como estas tan tranquila a pesar de volver a perder de nuevo ¿Cómo?
— ¿Perder? Por favor Vincent, ¿Cuándo eh perdido yo? ¿No has escuchado que el ganador es que gana al final? —me dijo
…
¿Cómo?
—Con Clara espere años y logre quitarla de en medio, no tengo problemas en volver a hacer lo mismo en este caso, tengo tiempo para eso… el que ríe al último, ríe mejor… y yo pienso morirme de la risa —me dijo Mía.
—No quiero arruinarte la fiesta hermana, pero este año ya cumples 26, si sigues esperando llegaras a los 30, no creo que puedas esperar mucho más.
—Oye Vincent… las palabras duelen, pero la verdad no me preocupo, tarde o temprano yo gano, solo es cuestión de tiempo, y además quien sabe, si yo soy el 3 matrimonio quizás resulte mejor, es como dice el dicho “la tercera es la vencida” ¿No? —me dijo.
…
—Y dime ¿Quisieras verme junto con Tomas? —me dijo.
Temblé de incomodidad al oír eso.
—Ya sabes que no —le respondi.
—Reza entonces por qué su matrimonio con Teresa funcione hermanito y no haga que termine igual que el anterior.
…
—Mia…
—Tengo paciencia para esperar Vincent hasta que haga de las mías, si quieres espera junto conmigo o si quieres haz algo tú.
— ¿Yo? ¿Crees que soy tu? No voy a hacer nada.
— ¿Ah no? ¿Y qué fue lo que trataste de hacer en nuestro viaje a la isla donde Tomas se lo propuso a Teresa?
— ¿A qué te refieres?
— ¿Crees que no sé lo que trataste de hacer en ese momento? Ya sabes… eso de hacer que 1 chica se le proponga en público a 1 hombre… ¿Querías hacerlo pasar vergüenza verdad?
—Pues…
—Lástima que salió mal al final… veo que no te cansas de intentarlo, pero tú solo sigues fallando… así nunca vas a ganar hermanito… tienes que ser mas como yo.
…
—Bueno, bueno, eso… eso fue solo para ganar tiempo.
— ¿Ganar tiempo? ¿Hasta que sucediera que Vincent? —me pregunto.
Por fin término de comer y dejo de hacer ese ruido… por desgracia abrió otra bolsa.
—No lo sé Mía, solo quería retrasarlo y ya —le dije inseguro.
—Mmm, retrasarlo… ¿Hasta qué?
—No lo sé, ¡Déjame de hacerme preguntas que me va a dar un ataque!
—Que niña eres, dime, si llegara a suceder el caso de que logres estar con Teresa y no se… quizás casarte con ella ¿Cuánto piensas que podrás aguantar la vida de casado?
…
—Tu nunca has sido de esos que se peguen a 1 sola mujer o una vida de casa u hogareña… ¿Cuánto tiempo crees que dures hasta que te canses y busques emoción?
…
Oh… ya veo.
—No lo sé, ¿Me dices que debería dejar a Teresa con Tomas?
—No, haz lo que quieras, no me importa, pero nosotros somos “Saint” hermanito, haz lo que se te antoje pero hazlo para que todo acabe bien para ti… yo lo hare y con gusto.
—Haces que me dé un mal presentimiento… pero te hare caso y llegare hasta aquí —le respondí.
Cuando dije esto último mi cuerpo tembló un poco, sentí como 1 escalofrió por varias partes.
¿Esto es lo que se siente cuando te rindes… o será similar?
No me había pasado antes.
— ¿Seguro? —pregunto.
—Si, creo que sería mejor que llegue hasta aquí o no sé, creo que es verdad lo que dices acerca de que no soy del estilo de casa y no creo que me acostumbre a eso… quizás sería bueno que este con él hasta que… no sé, quizás después de que llegue a los 30 me pegue un golpe de madurez y esté listo para eso.
Siempre había oído que después de esa edad la gente como que “cambiaba” y pasaba a ser más centrada… quizás me suceda a mí.
—Conociéndote, lo más seguro es que sigas siendo así incluso a los 40 o 50 niño.
—Mmm, puede ser, quizás si, aunque espero poder seguir cogiendo a los 50 como lo hago ahora.
—Ya quisieras, pero bueno, ahora que te has rendido por ahora con Teresa ¿Por qué no practicas con Anna?
— ¿Practicar qué?
—La vida de casados, a ver si logras pasar ese reto, mira, allí viene con las demás, vamos Vincent, siempre pensé que ustedes 2 harían linda pareja… —Mía señalo con su dedo.
Le seguí y entonces pude ver a Anna caminando en dirección hacia aquí.
Me imagine esa posibilidad y temblé, prefería seguir siendo niño.
—No digas mamadas Mia.
—Solo sugerí ahora que no perseguirás a Teresa como antes… piénsalo, sus hijos saldrían preciosos.
Mientras hablábamos, Anna llego junto con nosotros acompañada de Daisy la cual tenia mas varias cosas con ella.
Había excedido el límite.
—¿Tomas no te dijo que solo podias compras 1 sola cosa?
—Seguimos organizando todo, pero quizas lo tengamos listo para dentro de 1 mes y medio mas o menos.
—Estare esperando entonces, ¿Por qué no me has pedido ayuda para la decoración Teresa? —me dijo.
…
—No quería estresarte con eso.
—No, no, te ayudare, se que lo de planear todo es difícil, conmigo será mas fácil, quiero que todo quede perfecto para ti, me encargare de arreglar este salón.
Mi mama se giro y empezó a ver todo de arriba abajo, parece que ya se habia fantaseado muchas cosas… lo mas seguro es que hara de las suyas.
Las siguiente semanas fuimos arreglando todo el salón, tanto Daisy como mi mama me desplazaron prácticamente de todo el asunto y ellas hicieron de mi boda las suyas.
Tuvieron un par de peleas aquí y allá sobre como querían que sucedieran las cosas en el salón.
Esas peleas retrasaron las cosas varios días, hasta que Vincent les puso un alto a ellas 2 y decidió ser èl el que se encargara.
A comparación con antes, estaba mucho más dispuesto a participar en la boda, lo había visto desmotivado por alguna razón, pero ahora se veía mucho mejor.
Le deje todo a él para que mi mama y Daisy dejaran de pelear, y Vincent paso a ser 1 de los encargados de todo.
También iba a ser el padrino de Tomas, había dado largas sobre eso, pero también se decidió por fin y ahora se metió de lleno a ayudar a Tomas.
Con la ayuda de esos 3, fue mucho más fácil para mí la organización, tuvimos ya casi todo listo en menos tiempo del esperado, el salón donde sería la boda y la recepción ya estaba bastante arreglada y con muchas cosas en su lugar.
Repartimos todo, la familia de Tomas no había respondido aun las invitaciones, ni idea de si iban a venir, la mama de Tomas seguía enojada conmigo y aun no me aceptaba, no sabía si lo haría 1 día o no.
No me importo, tampoco me caía bien la señora, y Tomas no me presionaba con ese asunto, por lo que quizás a la boda solo asistirían unos pocos miembros de su familia nada más.
Ya faltando poco tiempo para la boda, Vincent nos invitó a todos para que viéramos como había quedado el salón y la recepción y pedir nuestra opinión.
Fui junto con Tomas, y pude ver todo, me arrepentí de dejar a cargo a Vincent cuando vi un mural de mi medio-desnuda como una “sirena” en la pared.
Era demasiado revelador y casi mostraba todo de mí.
— ¿Por qué hiciste que pintaran eso allí? —le pregunte.
—Daisy lo sugirió, y cuando lo oí pensé “¿Por qué no”? y se hizo… ¿No quedo fantástico? —me pregunto mientras señalaba el mural.
—No, borra eso.
— ¿Por qué? Costo bastante hacer que lo pintaran Teresa, no fue barato y salió de mi bolsillo.
—Nadie te lo pidió Vincent, no quiero que cientos de personas vean un mural de mí así mientras camino.
—Pero Teresa…
— ¡Bórralo! —grite.
—Me harás llorar… se te está pegando el carácter de Tomas.
Sonreí al escuchar eso, para mí era un cumplido, exceptuando el mural semi-desnudo de mí en la pared, todo lo demás estaba bien, borrar ese mural nos retrasó un poco, pero ya todo estaba listo.
Ahora solo faltaba la boda.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO