Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 238

PDV Teresa

Regresamos de nuestro viaje de la isla y después de volver, tuve las manos bastante llenas desde entonces.

Tenía que administrar la sucursal, ir a la universidad, y además también tuve que ir preparando lo de la boda.

Pensaba que sería sencillo, pero después vi mi error, me llegaba muchas cosas, y cada que resolvía 1 de ellas, otras 2 llegaban para reemplazarlas, ahora entendía por qué siempre me contaron que organizar una boda era algo difícil.

No lo creí al principio, ahora sí.

Mía se ofreció para ayudarme en lo de preparar la boda y todo lo que estaba relacionado a eso, ella era muy buena administrando eventos grandes y quería encargarse de todo para así quitarme la carga.

Seguía teniendo en mente lo sucedido con Clara y lo del anterior matrimonio de Tomas y preferí no incluir a Mía en los preparativos fundamentales, quería ser más precavida y no arriesgarme.

Aun me costaba confiar en ella para cosas importantes, siempre tenía algo en mi mente que me hacía dudar.

Aun así la incluí en otras cosas menos relevantes, no tenía muchas amigas, además de ella solo tenía a Daisy y a Anna y a esta última solo al conocía recientemente, me faltaba gente.

La casa de Tomas era un reguero de cosas aquí y allá, todo estaba muy desordenado y parecía un almacén con lo que había aquí.

Mía, Anna y Daisy estaban aquí conmigo, iría junto con ellas por lo de mi vestido de novia mientras Tomas se encargaba de otras cosas.

Este último llego junto con Vincent y vieron el desastre que era su sala en este momento.

—Yo no deje esto así —me dijo apenas entro.

—Perdona, pero empezamos a mover algunas cosas para verlas mejor y se nos olvidó ordenar —le conteste.

—Esto está peor que mi sótano Teresa, y eso es decir mucho, ¿Qué es todo esto que tienes aquí? —Vincent se acercó a la mesa y trato de voltear un plano de los lugares que había hecho con piezas de ajedrez.

— ¡No toques eso!

—Está bien, está bien, no te enojes.

—No lo hago, pero pasamos mucho decidiendo los puestos, no lo voltees.

—Ahora entiendo por qué varias de mis amigos me dijeron que esto vuelve locas a las mujeres.

—¿Van a ir hoy por el vestido? —nos preguntó Tomas.

—Si, iremos dentro de poco, despues de terminar de decidir unas cosas más sobre como ira la decoración, por cierto ¿Ya conseguiste el sitio?

Mi madre me conto algunas veces sobre un cierto lugar que se llamaba la “plaza dorada” en el cual le hubiera gustado casarse, era un sitio bastante popular en la ciudad donde la gente podía rentar pisos enteros para casarse.

También era muy caro, mi mama no pudo pagarlo y tuvo que conformarse en sus tiempos con solo ir al registro civil, aun así me conto cuando era más joven que le gustaría verme de blanco alli.

Podría cumplir ese gusto con esto.

—Iremos hacia allí hoy para hacer las reservaciones —me dijo Tomas.

—La lista de espera debe ser muy larga, Tomas ¿No tienes sitios como ese bajo tu patrimonio? ¿Por qué mejor no se casan en alguno de los hoteles a tu nombre en lugar de buscar un puesto alli? —le pregunto Anna.

—Eso pensé, pero Teresa no quiso, y ya que quiere que sea allí, será allí.

— ¿Y eso por qué Teresa?

—Cosas de la infancia Anna, no me gustaría que fuera en otro lugar.

—Lo se, tu mama me hablo algunas veces de eso en estos días, iré allí ahora… vamos Vincent —dijo Tomas mientras colocaba lo que había traído en el suelo.

— ¿Ahora? Acabamos de llegar ¿Y no puedes ir solo? Solo es una reservación nada más.

—Te necesito para que hagas fila, muévete.

— ¿Hacer…. fila? ¿Hablas en serio? Nunca me digas algo así Tomas.

—Es en serio Vincent, mueve rápido.

—Prefiere quedarme con las chicas, son 4 para mí solo.

—Entre nosotras esta tu hermana degenerado —le dijo Daisy.

—Eso nunca me detuvo.

—Vincent, ve con Tomas, no puedes dejarlo solo en esto, vamos.

Tomas tenia incluso menos gente de confianza que yo, solo podía contar con Vincent para ayudarlo en las cosas importantes.

—Bien, vamos, pero no voy a hacer ninguna fila Tomas.

Los 2 se fueron después de eso, me quede un poco más antes de irme con ellas 3 para ir a buscar lo de mi vestido de novia.

En el camino discutimos un poco sobre el sitio donde iríamos, yo queria ir a un lugar normal, pero Daisy insistió en ir a uno que según ella era el “adecuado” para mi.

Obviamente eligió uno que parecía ser muy costoso, Mía y Anna me lo confirmaron, no tenía como pagar un vestido de ese lugar, pero eso a Daisy no le importo y solo me dio una excusa simple.

—¿Por qué piensas que lo vas a pagar tu Teresa? Déjale eso a Tomas y que el pague tu vestido.

—Daisy…

—Teresa, no pienses mucho en eso, Tomas es tu prometido, me sentiría decepcionada de èl si no quisiera gastar en ti, y más si se trata de tu vestido de novia.

— ¿Solo quieres hacerlo gastar su dinero de forma innecesaria para vengarte de la amenaza que te hizo verdad?

—Claro que no tonta, un hombre debe gastar en su mujer, ya no me sigas contestando y deja que me haga cargo de todo, soy tu madrina, y si te dejara todo a ti, lo más seguro es que irías como una chica pobre a tu propia boda… ¿Para qué son los esposos ricos si no es para hacerlos gastar en ti?

—…

Quise decir más, pero al final Daisy me gano, por primera vez Mía se puso de acuerdo con ella y al final les tuve que hacer caso y fuimos al lugar que querían.

Solo al pararme afuera de allí, ya sabía que todo allí adentro era demasiado caro.

PDV Vincent

Después de salir de la casa de Tomas, este último y yo fuimos a la “plaza dorada” para poder tomar 1 piso para la boda.

Estando aquí tuve que ponerme hacer fila como me dijo Tomas, no había hecho esto desde hace siglos.

¿Quién diría que alguna vez haría esto de nuevo?

El bastardo me abandono y se fue a hacer sus cosas, cuando volvió, ya estaba de primero y todo fue cosa de hablar y firmar.

Excepto por que los dueños le estaban poniendo algunas cosas difíciles, tenían reservaciones de aquí a más de 2 años, sabía que no era fácil obtener sitio, pero esto fue ridículo.

—Vámonos Tomas, si quieres te presto un hotel de nuestra familia o usa 1 de los tuyos, cuando no se puede no se puede –le dije mientras lo tomaba del hombro.

Pensé que me haría caso, pero solo se quitó mi mano y luego pidió hablar directamente con los dueños, pude escuchar la conversación y los convenció para que le quitaran la reservación a 1 pareja y se la dieran a él en su lugar.

¿El precio? Más de 10 millones de dólares tirados…

—¡¿10 millones?! ¡Esto es un robo! —exclame mientras miraba a ese par.

—Tiene que entender que estamos quitándole una reservación previa a otra pareja para dársela a ustedes, ¿Tienen idea de lo difícil que es esto? No solo en términos de reputación… sino tambien de económica, por eso merecemos una compensación —dijo 1 de ellos.

Sabía que los dueños estafaron a Tomas viendo su necesidad, en situaciones normales, este se daría cuenta del juego que hacían y se iría y no les daría nada…

Pero ahora…

Al final, acabo cediendo a ese robo.

Después de terminar de ver cómo era estafado, nos fuimos de las oficinas y en su lugar caminamos por diversas áreas del lugar.

Tomas estaba viendo cuál de los pisos podía ser el mejor para la boda, ver y estar aquí me daba una sensación muy rara e incómoda.

— ¿Acabas de perder más de 10 millones por esto Tomas? —le pregunte, mientras veíamos 1 de los pisos que había.

Todo era muy bonito y eso, pero nada aquí valía tal precio.

—Teresa quería que la boda fuera aquí Vincent, así que debe ser aquí —me contesto mientras caminaba de aquí para allá.

—Ya lo sé, ya lo sé, pero joder, pagaste demasiado, me hubieras dado la mitad de eso a mí y te conseguiría algo mejor que esto.

—Era su sueño Vincent.

—Lo sé, pero no sé, un sueño de la infancia no creo que valga la pena ese precio.

—Lo vale para mí, teniendo en cuenta lo que tuvo que pasar antes, cumplirle este capricho no es nada Vincent… además así se le quitaran viejos recuerdos malos y también a su mama —me dijo Tomas.

— ¿Por qué no llegaste a hacer algo de este tamaño con Clara?

—Clara no tenía ningún problema de ese tipo Vincent, todo en ella era bastante estable, y además en ese entonces no tenía tanto todavía, y si Clara se enterara de que planeaba hacer un gasto como este, lo más probable es que gritara que no y en su lugar lo invirtiéramos en alguna cosa o lo colocáramos en la bolsa.

— ¿Entonces con Teresa si te nació esa necesidad? —murmure.

—Sí, su madre también quiere verla casarse aquí, también le voy a cumplir ese sueño sin importar el precio, y además ella solo se casara 1 vez en la vida.

— ¿1 ves? Este ya será tu 2 matrimonio Tomas… así que… ¿De verdad solo será 1?

—Vincent...

—Ya, ya, no me mires así como si quieres matarme, vas a hacer que me desmaye.

—No me des razones entonces, y que no se te ocurra contarle a Teresa lo que tuvo que hacer para conseguir la reservación.

Tomas iba bastante en serio con todo esto, las últimas semanas se había esforzado, y ahora hasta gasto bastante dinero.

Mmmm, pensé en un momento que esos 2 no iban a aguantar a largo plazo viviendo juntos, no creí que Tomas seria alguien bueno para Teresa con el tiempo, pero ahora mira nada mas como se portaba.

Me hacía sentir mal conmigo mismo, y más porque durante nuestro viaje me comporte como Mía y quise retrasar ese compromiso ¿Era muy mezquino?

Tomas atendió el teléfono mientras estaba pensando, pude escuchar lo que estaba diciendo.

— ¿Cómo que no tienes dinero suficiente para el vestido Daisy? ¿En donde están?... voy para allá —dijo Tomas antes de colgar.

— ¿Qué paso?

Tomas no me contesto, en su lugar se fue y tuve que perseguirlo desde atrás para no quedarme atrás.

PDV Teresa

—Gracias Tomas eres el mejor, te esperamos aquí —le dijo Daisy a este último desde el teléfono.

Me había quitado el teléfono para llamar a Tomas, las 4 habíamos llegado y Daisy me termino seleccionando un vestido para mi boda, se veía muy bien de pies a cabeza, pero fue muy caro.

— ¡100.000 dólares por un vestido de novia! ¡¿Quién lo hizo?! ¡¿El papa?! —le grite a la cajera cuando me entere.

Me explico varios de detalles sobre el material con el cual estaba hecho, pero aun así, no estaba convencida, quise devolver, pero Daisy tomo mi teléfono y al final hizo la llamada.

Ella colgó y me lo lanzo.

— ¿Qué le dijiste? —le pregunte.

—Solo que lo necesitábamos aquí para que pagara tu vestido Teresa, nada en especial.

—Daisy ¿Cómo se te ocurre?

—Vamos Teresa, ya te dije que si Tomas es tu prometido, debe de gastar en ti, además, en mi tiempo con Vincent eh visto cuanto patrimonio tienen ese par, así que no voy a dejar que venga con tacañerías hacia ti… tu eres mi amiguis y solo quiero lo mejor para ti —me dijo mientras apretaba mis mejillas.

Me zarandeo el rostro unos momentos antes de por fin soltarme.

— ¿Por qué no te probamos el vestido mientras esperamos Teresa? —nos dijo Anna.

¿Por qué?

Quise quitarme de nuevo, pero la mano de Tomas me lo impidió.

—No, déjatelo puesto.

—¿Para que?

—No voy a esperar a la noche de bodas para estrenarte con ese vestido Teresa.

¡¿Qué?!

—Espera, espera, estamos en un probador y…

—Lo se, no hay nada cerca y este lugar es grande, no te preocupes… y déjate el velo puesto, quiero que lo uses mientras tanto.

—¡E-….!

No pude terminar lo que iba a decir, Tomas me volvió a besar, sus manos volvieron a moverse, apretó mi cuerpo contra el suyo y perdí un poco de fuerzas.

Pude sentir su “amigo” despertar allí abajo… estaba golpeando contra mi vestido, lo primero que pensé es que iba a arruinar el traje de novia con eso.

No quería mancharlo.

Trate de quitármelo, no me dejo.

—Ya te dije que te lo dejaras puesto Teresa.

—Se va a ensuciar Tomas, solo déjame quitarme la parte de abajo.

—No, te quiero así como estas.

—Tomas…

—Tendré cuidado….

Después de eso, me fue levantando la falda, esta era más o menos delgada y no fue difícil hacerlo, me había colocado la ropa interior que iba con este conjunto para combinar.

Eso pareció gustarle más que el vestido.

Me lanzo contra la pared después de eso, sentí un leve dolor, Tomas se apretó contra mi pecho mientras me besaba.

Termine por reaccionar con todos sus toques, al final mande todo al diablo y me deje llevar.

Si el vestido se ensuciaba se podía lavar o algo… había tiempo.

PDV Vincent

Daisy se había puesto loca con las compras que hacía, había estado tomando cosas caras y parecía querer cargarlo a la cuenta de Tomas aprovechando el momento.

No quería seguir cargando sus cosas y me regrese para decirle a este lo que ella iba a hacer.

Conociendo a Daisy lo mas seguro es que se pase de la raya.

No vi a nadie al volver, nadie excepto Mía, la cual estaba entretenida comiéndose algunas frituras de esas en embolsadas.

No vi a Teresa y Tomas, me acerque al probador donde habia estado Teresa a ver que paso con ella.

Llegue alli y pude escuchar algunos ruidos… supe al instante de que se trataba.

No se qué fue lo que me paso, pero al final tome algo para poder asomarme desde arriba para ver mejor lo que ocurría adentro.

La puerta era grande, pero con la mesa sobre la cual me monte me basto, allí los vi a esos 2.

Increíble cómo es que usaban ese velo para hacer eso…

¿ ¿Y se supone que el blanco era el color de pureza?

Me baje de la mesa, la acomode y me fui a sentar con Mia.

— ¿ ¿Y a ti que te pasa? Por qué traes esa cara? —me pregunto esta mientras seguía comiendo frituras.

—Nada, no me hables, debo pensar en algo.

— ¿ Y me tienes que contestar de esa forma?

Seguí recordando lo que vi alli dentro del probador, pero Mía seguía masticando con la boca abierta y de forma horrible… estaba de mal humor y eso empeoro.

No me aguante.

— ¿ En serio tienes que comer asi? Comes de esa forma cuando vas a 1 cita?

—No tengo citas —me respondió mientras seguía comiendo.

— ¡ ¡Exacto! Por qué no creo que ningún chico quiera salir contigo y menos aparecer en público a tu lado si te pones a comer con la boca abierta como un gordo jugador de videojuegos que no sale de su casa!

—Está bien, está bien ¿ ¿Quién te hizo tanto daño?

—Ah… nadie en especial.

— ¿ ¿Es por qué esos 2 están cogiendo en los vestidores sin ti?

—Imagina lo que hará en la noche de bodas…

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