PDV Teresa
—¿Qué quieres hablar conmigo Teresa? —me pregunto Clara en la entrada.
Abri la boca, pero dude unos momentos, gire la cabeza varias veces para ver si alguien nos veía, no se si era por la presencia de Clara y por que estabamos en su empresa personal, pero me sentía observada…
Agite la cabeza, y decidi jalarla para movernos a un sitio un poquito mas discreto que una entrada donde cualquier podia vernos.
No nos fuimos lejos, nos pusimos cerca de la entrada al lado de una pared cerca de un comedor, si Tomas llegaba podria dar una excusa rápida del por que nos fuimos alli en lugar de subir.
—¿Y bien Teresa? Recuerda que debo entrar para poder ir viendo lo que se va a hacer —me dijo Clara.
…
—Dime Clara, ¿Cuáles son tus planes? —le pregunte.
—¿A que te refieres Teresa?
—Ya sabes de lo que hablo.
—No, no lo se, ¿Piensas que leo mentes? No puedo saber si no me dices.
—Hablo de Tomas.
—¿Qué pasa con èl?
…
—¿Qué quieres exactamente con èl Clara? —le pregunte.
No sabia muy bien como tocar el tema, asi que decidi simplemente ir directo al grano, me parecio mucho mas fácil.
—Teresa ¿A que te…?
—Ya sabes de que hablo, no te hagas la tonta, me refiero a eso de pedirle su ayuda y que pase tiempo contigo para tratar de “apoyarte” en esto que te has metido tu sola, haciendo que volviéramos antes de tiempo solo por eso… quiero que seas clara conmigo y me digas cuales son tus intenciones.
—Teresa por favor, ¿Si sabes que están buscando correrme de mi propia empresa verdad? ¿No te enteraste?
—Si, se muy bien por lo que estas pasando, la excusa perfecta para hacer que Tomas vuelva a tu lado ¿No? —le dije esto ultimo con sarcasmo.
Habia pasado mucho tiempo con Mia y lidiando con Clara, y si añado a Vincent y Tomas, eso creo que dejo mi mente como paranoica a veces.
Preferí pensar que estaba siendo mas alerta y despierta en lugar de lo otro.
Clara me miro unos momentos, luego se rio ligeramente mientras me miraba.
—¿De que te ries? —le pregunte.
Se rio unos momentos mas antes de parar.
—De nada Teresa, solo de la novela que te has armado alli en tu cabecita, tienes mucha imaginación ¿No? Osea según tu, iba a poner en riesgo mi propio empresa y perder mi puesto como jefa, perdiendo todo por lo que eh trabajo durante años, ¿Solo para poder hacer que Tomas pasara tiempo conmigo y asi quizas recuperarlo? ¿En serio piensas que haría eso? ¿Tan poco amor propio piensas que tengo?
…
—Yo… no dije eso.
—¿Y que quisiste decir?
—Pues…
—Vamos Teresa, ¿Qué? Me llevaste aquí para hablar a solas, y lo primero que preguntas es por lo que planeo hacer con Tomas mientras me ayuda a solucionar este problema en el que me eh metido ¿Cómo piensas que iba a interpretar eso? —me pregunto riéndose.
…
No se.
—Vamos Teresa, dime, si eso que dije no es lo que pensabas ¿Entonces que era? —me volvio a decir.
…
No supe que decir y se rio.
—Okey, okey, esta bien, no voy a ser mas dura contigo, puedo entender que pensaras asi de mi con nuestra historia juntas, pero creeme que lo que quiero y busco aquí, no es el episodio de la rosa de Guadalupe que te has armado en tu cabeza?
¿La rosa de que…?
—¿Y entonces que quieres?
—Pues recuperar mi empresa Teresa, obvio, por eso estamos aquí, pensé que lo habia dejado en claro desde un comienzo —me dijo.
—¿Solo eso?
—Si Teresa, solo eso ¿Tanto te cuesta confiar en mi?
…
—Me llevo años crear este sitio y llevarlo a este nivel con la ayuda de Tomas, no quiero perderlo asi nada mas y menos sin dar pelea… Tomas es el que mas me puede ayudar en esta situacion, no tengo a nadie mas, ya sabes lo que paso entre Mia y yo, con Vincent no puedo contar ya que estoy peleada con su familia justo ahora y no seria bueno que este muy metido aquí… ¿Eso a quien deja?
—¿Tomas?
—¡Si! ¡Bravo Teresa! ¡Lo adivinaste!
—Clara…
—Perdona, mi familia tampoco es muy influyente que digamos, ellos no pueden hacer nada de nada aquí, solo cuento con Tomas para poder ayudarme, èl es mi único contacto y el único que puede apoyarme aquí Teresa… es el único, por eso fue que lo tuve que llamar, y creeme que no tengo 2 intenciones… no esta vez al menos, solo quiero recuperar lo que es mio —me dijo mientras me sostenia las manos.
Estaban tibias y su pulso era firme, mi mama me dijo que una buena forma de saber si una persona decía la verdad, era ver el pulso de sus manos.
Tomas me dijo que habia que leer su lenguaje corporal, y Clara parecia firme de piez a cabeza.
—¿Ya me crees Teresa? —me pregunto.
Maldicion…
—Si, creo que si.
—¡Perfecto!
—Pero a la minima que veo que estas haciendo algo a mis espaldas, te vas a ir.
—Okey, okey, no me hagas malas caras, me lo merezco un poco si viene de ti, pero por ahora es mejor que nos llevemos un poco mejor hasta que esto termine y asi sea mas fácil.
—Okey.
—Por cierto, Tomas ya volvio a la entrada, y nos esta buscando con la mirada… ¿Qué le decimos? ¿Qué me llevaste a un callejón para gritarme a toda voz que èl era tuyo y que no debia pensar en quitártelo? ¿O que me llevaste para amenazarme?
—Clara…
—Bien, bien, vamos con èl, y subamos.
Clara me tomo de la mano y me jalo para ir con Tomas, este ultimo se sorprendio al vernos juntas, Clara le dijo una excusa rápida y fue suficiente al parecer, ya que no pregunto mas.
Los 3 entramos en la empresa de Clara y atraimos las miradas al instante, mas que todos de los empleados, me detuve un momento para poder ver la empresa de Clara.
Era bastante grande, creo que se habia copiado del diseño de la de Tomas, debia haber como mas de 50 personas solo en este piso quizas.
—¡Teresa! No te quedes atrás —me grito Tomas.
Me gire y ya estaban en el elevado, corri hacia ellos para llegar, los alcance y subimos, ellos 2 fueron hablando de un par de cosas en el camino.
El elevador llego y salimos, fuimos a la oficina de Clara y vi a los 2 tomar varias cosas de alli, parecían muy conectados entre si mientras trabajaban juntos, no me gusto verlos asi tan cercanos.
Esperaba que esto se resolviera pronto.
No pudimos llegar a nada, y nos terminamos saliendo con manos vacias, Vincent se despidió de nosotros y se disculpo un poco por lo que pasaba, regresábamos al auto de Tomas y nos fuimos.
—¿Y ahora que hacemos? —le pregunto Clara.
—¿Por qué lo preguntas? Pues tenemos que seguir, ¿Quieres perder contra Mia?
—Claro que no, ya sabes que la odio.
—Pues entonces no dudes, ya veremos que se puede hacer —le dijo Tomas.
—Gracias Tomas, de verdad —se acerco a este y le dio un leve abrazo y un beso en la mejilla.
—¡Hmmm! —tosi en ese momento a propósito.
—Perdona Teresa, perdona, solo fue un beso en la mejilla, no me vayas a golpear ¿Okey?
Se rio mientras me decía esto, con ella aquí mis días iban a ser largos, queria que todo este asunto terminara y que se fuera.
Tomas dejo a Clara en su casa y de alli nos fuimos a la nuestra, llegamos, y este se fue a bañar, me quede un momento en la sala antes de seguirlo, al subir lo encontré tumbado en la cama solo con una bata.
Fui hacia èl, me quite la ropa hasta quedar solo con la ropa interior y me tumbe sobre èl.
Movio las manos y me apretó y acaricio las nalgas con suavidad, eso debia relajarle.
—¿Cómo ves todo? —le pregunte.
—Complicado, lo mas seguro es que Mia o su papa quieran aprovechar el momento para hacerse con la empresa de Clara y asi dejarla sin influencias, eso facilitaría ganar la demanda contra ella… va a ser complicado esto —me respondio.
—Si, pero tu eres el mejor en esto, podras resolverlo en poco tiempo —lo bese al decir eso.
—Ojala Teresa.
Su otra mano llego tambien a mi trasero y lo apretó con fuerza con ambas manos, tambien metio 1 por la raja y jugo alli.
Se acerco y nos empezamos a besar, pude sentir como se le “levantaba” alli debajo de mí, estaba golpeando contra mis pantaletas.
Tomas movio las manos, me tomo de la cintura, y me lanzo contra la cama, rebote un poco mientras me reia, este se monto encima de mi y volvio a besarme, mi mano se movio y tome su miembro erecto.
Lo frote con suavidad y fui moviéndome con mas rudeza, Tomas estaba por quitarme las pantaletas, pero mi teléfono nos interrumpio.
—Ignoralo —me dijo mientras continuaba.
—Puede ser importante, es solo un momento —le respondi.
Me volteo los ojos, pero se movio y me dejo libre, tome el teléfono y respondi, era Anna.
Nos saludamos mutuamente, y nos fuimos poniendo al dia, eso no le agrado mucho a Tomas, y quise cortar la conversación para poder compensarle.
—Espera Teresa, aun no te vayas —me dijo Anna.
—¿Qué ocurre? —le pregunte.
—Si, bueno, la razon verdadera por la que te llame, es por cierto cosa.
—¿Qué cosa?
—Bueno, es acerca de las cuentas de la sucursal.
…
—Estuve revisando contabilidad y los contratos de la sucursal… y bueno… como decirlo en resumidas cuentas para que sea mas facil… se puede decir que 200.000 dolares del patrimonio… pues se “perdieron” —me dijo Anna.
¿Qué?
— ¿Qué se… perdieron?
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO