PDV Saint
— ¿En serio así es como vamos afrontar esta situación? Este niño es tu hijo ¿Lo sabias? —dijo Raquel, mientras se tocaba su estómago.
—Aún no se si es mío o no, ya te dije cuáles son las formas en las cuales podemos seguir o no juntos y que es lo que deberás hacer, cuando el segundo mes del embarazo llegue, te harás la prueba, y solo si se comprueba que el niño es mío, me hare responsable, sino entonces tu y yo no podremos seguir juntos… y recuerda que no voy a afrontar ningún gasto del embarazo ni molestarme en nada relacionado a eso hasta que no compruebe que es mío… ¿Entendiste? —le digo a Raquel, mientras la miro fijamente.
— ¡Si! ¡Ya entendí! ¡Entendí perfectamente! —me grita Raquel, en un tono demasiado elevado.
Las personas a nuestro alrededor vuelven girar sus vistas hacia nosotros… han estado haciendo eso mucho el día de hoy.
Raquel se levanta de su asiento, obviamente esta enfada, se va sin despedirse de mí.
— ¡Nos vemos luego! —la despido mientras alzo mi mano y la despido con esta.
Raquel ni siquiera se gira a verme, en fin, tampoco es que importe, no me importaba que iba a hacer a partir de ahora, todo lo que hiciera seria su responsabilidad.
Yo ya había establecido mis condiciones, si ella pensaba que iba a hacerme responsable de un niño que muy probablemente no es mío, entonces estaba muy equivocada.
Ahora que Raquel se fue, tengo que esperar a mi siguiente novia, como la comida que los meseros trajeron, y mientras como, pienso que debería hacer a partir de ahora.
El hijo de Raquel con toda seguridad no era mío, pero… si resultaba serlo… tendría muchos problemas, y además, si terminaba con Raquel, me terminaría quedando sin una novia, no me gustaban los números impares, por lo que debía conseguirme pronto una candidata a ser mi novia número 8.
—Quizás Teresa pueda ser mi nueva novia número 8 —murmuro, mientras pienso en la virgen que desvirgare esta noche.
Cuando pienso en Teresa y como voy a “profanarla” mi “amiguito” de abajo vuelve a despertarse, tengo que aprender a controlarme allí abajo, pero solo el pensar en lo que voy a obtener esta noche hace que me caliente de un modo que simplemente no puedo controlar ni un poco.
Trato de calmarme, por suerte la mesa tapa los efectos de mi calentura, después de un tiempo puedo ver a una de mis novias la cual llega a la recepción, después un breve charla con el recepcionista, entra al restaurante y camina hacia mí.
Ambos nos saludamos con un beso, y ella empieza a hablarme sobre su día, no estoy particularmente interesado en eso, sobre todo cuando tengo muchas cosas en las que pensar debido a lo que me dijo Raquel.
A pesar de mi falta de interés, lo finjo, la escucho con cierta atención, pero al final termino pensando de lleno en lo que me dijo Raquel.
No puedo sacármelo de la cabeza, necesito hablarlo con alguien, y ahora que lo pienso, la novia que esta frente a mí, Sasha, es una de las novias más maduras y estables que tengo… quizás ella pueda darme algún consejo sobre mi situación.
Después de pensarlo brevemente, me decido por contarle mi situación, quizás ella pueda darme consejos sobre qué hacer, si ese niño de verdad resultaba ser mío… estaría en serios problemas.
Espero que termino de hablar y aprovecho una pausa que hace para poder contarle mi historia, le suelto la bomba sin ninguna compasión.
Sasha por lo general era alguien madura y estable, tenía cierto aire de confiabilidad en ella, por lo que pensaba que podía hablarle de mis problemas.
—Te dije todo esto porque quiero tu consejo —le digo a Sasha de forma calmada.
— ¡¿Mi consejo?! ¡¿En serio me estas pidiendo que te aconseje que tienes que hacer con el bastardo que engendraste con una de tus amantes?! —me grita Sasha, las lágrimas en sus ojos empiezan a salir cada vez más.
—Sí, así es, tengo mucho que perder si de verdad ese niño es mío, aunque honestamente no pienso que lo sea, me cuide mucho, pero si de verdad resulta ser mío aunque crea que no, ¿Qué piensas que debería hacer? —le pregunto a Sasha.
— ¡Eres un sinvergüenza! ¡Te diré lo que tienes que hacer! ¡Debes romper con todas tus amantes! ¡Con todas! ¡Lo que estás haciendo es inmoral! ¡Me estas engañando! —me grita Sasha.
Dios mío, ¿Esta es mi supuesta novia madura e inteligente con la cual busque consejo?
Sasha siempre había sido alguien centrada, comprensiva e inteligente, siempre daba una aire de confianza, por eso la busque para hablar y pedir su consejo, pero en estos momentos no veía nada de todas esas cualidades que habían notado anteriormente.
Se suponía que eras una buena chica con grandes cualidades, pero en estos momentos solo veía confusión, tristeza, lamentación, todo eso junto, una persona así no podría darme consejo sobre qué hacer.
—No te estoy engañando, nunca lo hice —le respondi a Sasha.
— ¡Tu solo estabas jugando conmigo todo este tiempo! —me grita, su rostro sigue con lágrimas en el, no puedo creer que esta sea la bonita novia con grandes cualidades con la cual andaba, es totalmente lo opuesto a lo de siempre.
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