Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 38

PDV Teresa

— ¡Nos tienes que

pagar niña! ¡De un modo u otro! —me grita el motociclista.

—Cariño ¿Qué te

parece esta chica? ¿Es bonita? —pregunta la mujer, mientras gira su mirada para

ver al motociclista.

— ¡Maldita sea!

¡Maldita sea! ¡Di que no! —pienso, esperando que el motociclista diga las

palabras que quiero.

Por primera vez en

mi vida deseo que me digan que soy fea o algo parecido.

—Sí, es muy

bonita, tiene un buen culo —dice el motociclista, mientras me empieza mirar de

pies a cabeza.

¡Maldita sea!

—Bien niña, parece

que podrás pagarnos de otra forma —me dice la mujer, mientras acerca su rostro

al mío.

— ¡Yo no quiero!

¡Aléjate de mí! —le grito a la mujer, su rostro ya está muy cerca del mío.

—Niña, es mejor

que cooperes, mi hombre no es muy bueno cuando se enoja, y no tiene compasión

con nadie cuando esta así, y eso incluye también a ti —dice la mujer.

— ¡Me tienes que

pagar niña! ¡Vendrás con nosotros! —me grita el motociclista.

Su saliva invade

mi cara.

—Vamos niña es

mejor que cooperes —me dice la mujer.

—Oigan, ¿No creen

que se están pasado un poco de la raya con esa chica? —dice de forma repentina

una voz a al cual reconozco muy bien.

Giro mi mirada en

dirección hacia la voz… la persona que había hablado era Saint… no puedo creer

la alegría que siento al verlo aquí parado cerca de mí.

De hecho, nunca me

había sentido tan feliz en mi vida como ahora.

— ¡Vete de aquí

niño! —grita el motociclista.

Saint hace caso

omiso del grito del motociclista y camina en su dirección, el motociclista no

parece tomar bien esto, él me suelta y va al encuentro con Saint.

— ¡¿Quieres que

te…?! —había gritado el motociclista cuando llego junto con Saint, pero antes

de que pudiera decir algo más, Saint le dio un fuerte golpe en el rostro,

provocando que cayera al suelo.

— ¡Hijo de puta…!

—grito el motociclista, antes de levantarse y cargar contra Saint.

— ¡Maldición!

—grito la mujer, quien no sabía al parecer si ir a ayudar al motociclista o no.

Vi como Saint y el

motociclista empezaron a pelear, cuando vi esto me preocupe por Saint, ya que

el motociclista sea veía más fornido que él, por lo que supuse que sería Saint

quien tendría problemas.

No pude

equivocarme más.

Saint pudo dominar

al motociclista de forma fácil, se movía ágilmente y ninguno de los golpes del

motociclista pudo darle, a diferencia de los golpes de Saint, los cuales

siempre impactaban sin ninguna excepción.

— ¡Maldita sea!

—grito el motociclista, antes de sacar una navaja de su ropa.

Cuando vi que

cargaba contra Saint con esa navaja, me asuste, y por puro instinto me puse a

avanzar para tratar de ayudar a Saint de alguna manera, pero antes de que

siquiera diera 2 pasos pude ver como Saint hacia una especie de maniobra con la

cual le clavaba al motociclista su propia navaja en su pierna.

El motociclista

dio un fuerte grito, cayendo al suelo poco después, Saint le retira la navaja,

el motociclista empieza a sangra y manchar el suelo con su sangre.

Al ver esta escena

me dan ganas de vomitar, era la primera vez que veía como  un ser humano sangraba de ese modo.

—Creo me quedare

con esto —dice Saint, mientras apunta la navaja al motociclista.

— ¡Hijo de puta!

—grito el motociclista, mientras se tapaba su herida con su mano.

— ¿Qué demonios te

pasa? ¿Por qué te metes en asuntos que no te incumben? —pregunto la mujer del

motociclista.

—Conozco a esta

chica, ella es mía, y por supuesto que no iba a dejar que ustedes 2 le hicieran

algo a mi chica —dijo Saint, mientras se giraba para ver a la mujer.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO