PDV Teresa
— ¿En serio
aceptas mi Teresa? —me pregunto Saint, por su expresión parecía muy emocionado.
—Sí, sí, y deja de
llamarme de ese modo, no soy tuya ni nada ¿De acuerdo? —le dije, antes de
empezar a caminar otra vez.
Saint me había
molestado hasta el punto de cansancio, tenía bastante paciencia, pero este tipo
simplemente podía volver loco a cualquier persona, es increíble que haya sido
él quien me ayudo 2 veces anteriormente.
— ¡Bien! ¡Vamos!
¡¿Podemos tomarnos de la mano?! —me pregunto Saint mientras empezaba a
seguirme.
— ¡No! —le grite.
—No tienes que ser
tan ruda ¿Lo sabias? —dijo Saint, mientras se posicionaba a mi lado.
—Esta va hacer una
larga caminata —pensé, mientras me preparaba para seguir mi camino con esta
especie de acosador.
Saint y yo caminos
a buen ritmo, mi intención era proseguir callada el resto del camino, pero
Saint era bastante hablador, y no paraba de hacer preguntas abiertas que no
podía contestar con solo un “si” o un “no” y en su lugar tenía que dar
detalles.
Si no contestaba,
el idiota me molestaría, y como no quería eso al final siempre terminaba
contestando, no sabía como pero al final él había logrado llevar todo el
control de la conversación en todo momento.
Incluso había
logrado que le dijera ciertos datos personales sin que me diera cuenta, gracias
a mi boca, él se había enterado que tenía un hermano, que mi madre estaba en el
hospital, como se llamaba mi mejor amiga y otras cosas más.
En cuanto a mi…
bueno… no había podido averiguar nada sobre Saint… nada más allá de su nombre.
—Teresa, la
universidad debe ser bastante complicada ¿Cuáles son las materias que más se te
dificultan? —me pregunto Saint mientras caminaba a mi lado.
— ¿Las que más se
me dificultan? Bueno, creo que sería contaduría, costos y matemáticas
financieras… estas materias son muchos números y terminamos por confundirnos
mucho —le conteste.
— ¿Contaduría? Así
que estudias contabilidad Teresa —me dijo Saint mientras sonreía.
¡Mierda! Otra vez
se me había escapado información… ¿Cómo lo hace?
—Oye teresa ¿Cuál
es…?
—Creo que ya has
hecho las suficiente preguntas sobre mi Saint —le dije, en un intento de que
parara.
Si continuábamos
así, puede que incluso terminara por revelarle cual era mi número de cuenta en
el banco.
—Vamos, quiero
saberlo todo sobre ti —me dijo Saint.
—Pues yo no quiero
que sepas todo, además, ya me debes como 100 preguntas Saint, me toca a mí —le
dije firmemente.
—Bien, pregunta,
soy un libro abierto —me dijo Saint.
—Bien, dime
¿Cuántos hermanos tienes?
—Solo una, tengo
una hermana, es 1 año menor que yo —me contesto Saint.
— ¿Qué estudia tu
hermana?
—No lo sé.
— ¿Qué le gusta
hacer?
—No lo sé.
— ¿A qué se
dedica?
—No lo sé.
— ¿No sabes algo
sobre tu hermana? —le pregunte sorprendida, era su hermana y no sabía algo
sobre ella.
—Bueno… se su
nombre, eso debe contar ¿Cierto? —me dijo Saint.
—No, ni de cerca.
—Pregunta otra
cosa —me dijo Saint.
—Bien ¿Cómo se
llama tu madre? Me arrancaste el nombre de mi madre, así que me debes el de la
tuya.
—Se llama Elena
—me dijo.
— ¿Y a que se
dedica? —le pregunte.
—Ni idea.
— ¿Tampoco sabes
algo sobre tu madre?
—No, la verdad no,
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