Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 49

PDV Saint

Después de que Teresa se despidiera de mí, vi como ella caminaba hacia su casa de forma rápida, también vi como abría la puerta y se quedaba un tiempo allí antes de cerrar finalmente la puerta.

Cuando Teresa salió de mi vista, no pude evitar suspirar y sonreír al mismo tiempo.

Esta fue… una noche bastante divertida.

No salió según mis planes, pero fue divertida.

Después del mal momento que pase con una de mis novias en ese restaurante esta tarde, necesitaba animarme un poco, y Teresa lo había hecho.

Mi plan original había sido seducirla de algún modo mientras estaba hablando con ella en el restaurante, pero una cosa tras otra salió mal y al final mis planes cambiaron.

En especial cuando me entere de que ese viejo verde la había privado de alimentos y la acosaba… simplemente no pude contenerme y al final termine por estallar y las cosas se salieron de control.

No me gustaban los viejos verdes, y tampoco me gustaba el que alguien que me interesaba pasara hambre cuando se combinaron estas 2 cosas en una sola persona termine por estallar y al final hice algo que mi padre me dijo que nunca hiciera.

“Nunca inicies una pelea por el bien de alguien más, sino te beneficia en algún sentido, no te metas”.

Esas palabras… eran la filosofía de mi padre, nunca iniciar una pelea por el bien de otra persona y mucho menos cuando no tenía nada que ganar, en menos de 5 minutos rompí esa regla pero no pude contenerme y termine por ayudar a Teresa y no 1, sino 2 veces.

La primera vez fue casualidad, pero al segunda vez no tenía justificación, cuando Teresa de fue, la termine por seguir y no resistí el pensar que ese motociclista tratara de hacerle algo o la hiciera suya antes que yo, por lo que también termine interviniendo.

Termine iniciando 2 peleas consecutivas que no me daban ningún beneficio, si mi padre me viera, estaría muy decepcionado de mí.

A pesar de esto, no me arrepentía de lo que había hecho, me interesaba Teresa, esa conversación que tuve con ella no hizo sino aumentar el interés que ya de por si sentía hacia ella.

Quería a esta chica, pero me di cuenta mientras conversaba con ella que quizás tomar un enfoque agresivo o directo no sería buena idea, por alguna razón pude notar que tenía cierta desconfianza hacia mí por alguna razón.

No sabía que había hecho para que desconfiara de mí, pero debía derribar esa desconfianza que ella sentía hacia mí si quería hacerla mía.

Bien, de todas formas habría mucho tiempo para poder conquistarla en el futuro, en especial ahora que iba a ser mí empleada, tenía muchas esperanzas de poder acostarme con ella, hoy, pero parecer ser que eso no iba a ser posible…

Que lastima.

Mientras pensaba en Teresa, mi teléfono sonó, lo tome y vi que me llamaba un miembro de mi personal, no sabía porque estaban llamando, pero aun así respondí.

— ¿Qué sucede? —le pregunte al empleado después de contestar.

—Señor Saint, ya enviamos a ese motociclista y a su novia a la cárcel.

— ¿Me llamaste solo para decirme esa tontería? —pregunto atónito.

—No, también está el asunto con respecto a la señorita Sasha.

¿Sasha?

Sasha… mi bonita novia… mi bonita novia que trato de matarme cuando se enteró de que tenía 7 novias además de ella y que de paso quizás había embarazado a una de ellas.

Sasha, quien pensé que era una de mis mejores novias… la misma mujer que trato de matarme a mi… a Saint… a el Saint.

Debido a Teresa, se me había olvidado, pero ahora que la volvieron a mencionar, la recordé.

— ¿Qué sucede con ella? –le pregunte al empleado.

— ¿Quiere presentar cargo en su contra? Ella sigue presa por los momentos… ¿Va a presentar cargos?

¿Cargos? ¿Debería presentar cargos?

Sasha trato de matarme, pero se podría decir que yo la provoque a hacerlo, en algún sentido…

¿Debería presentar cargo y hacer que la encierren por años?

— ¿Qué piensa hacer señor? —me pregunto el empleado.

—Maldición… no voy a presentar cargos.

— ¿No los va a presentar?

—No… es más… paga su fianza y deja que se vaya.

— ¿En serio quiere pagar la fianza de Sasha?

—Sí, no me hagas repetirlo otra vez, paga su fianza y que se vaya, ve a hablar personalmente con ella y dile que lo siento, que sea feliz con quien quiera que desee estar, dile adiós de mi parte.

—Entendido señor.

—No me llames a menos que sea importante.

Después de decir estas palabras, colgué el teléfono y volví a colocarlo en mi bolsillo.

Cielos, esa muestra de altruismo no era muy propia de mí, valoraba mucho mi vida en situaciones normales, cualquier persona que atentara contra mi vida, recibirá el peor de los castigos y buscaría su eliminación por todos los medios posibles.

Mi padre me enseño que no debía tener clemencia contra aquellos quienes estaban en mi contra o buscaban hacerme daño.

A pesar de esto, por alguna razón, termine por apiadarme de Sasha, quizás fue debido a las circunstancias por las cuales sucedió todo eso que vivimos o quizás también fue debido a mi charla con Teresa y su forma color de rosa de ver el mundo.

Para ella, la familia y los amigos se ayudaban mutuamente entre sí, sin ninguna doble intención o intrigas ocultas, algo que para mí era algo inconcebible.

Mi mundo era uno donde solo el beneficio importaba por sobre todo y uno siempre debía mantenerse en control de todo a su alrededor y siempre debía estar en guardia ante cualquier posible agresor, ese era mi mundo, uno en el cual yo debía siempre estar en todo momento en control y en guardia ante todo y todos.

Sin embargo, Teresa vivía en un mundo color de rosa donde las personas se ayudaban por que debían hacerlo, así de simple, ella ayudaba a su madre por puro amor, amor puro y simple, sin ninguna clase de interés, sin motivos ocultos, sin nada más… me parecía muy tierno.

Mi padre me engendro porque solo quería un heredero ya que no quería darle su fortuna a algún extraño, mi madre solo me engendro por puro interés económico, mi hermana y yo éramos competidores por la herencia de nuestro padre y nos llevábamos bastante mal debido a eso.

Mis amigos muy probablemente estaban conmigo solo por interés o porque querían tener mejores perspectivas de trabajo, el único caso aparte era Tomas, quien podría considerarse mi único amigo verdadero.

Teresa, tenía una madre que la amaba y ese amor era reciproco, ambas se apoyaban mutuamente sin ningún interés de por medio y sin dobles intenciones, para ella, los amigos estaban para apoyarse, así de simple, sin dobles intenciones tampoco, este mundo en el cual ella vivía me parecía muy y tierno, y no hizo sino aumentar mi interés por Teresa.

Para mí, teresa y su mundo… eran como un bien exótico, una persona de otro planeta, una mujer exótica que me generaba mucho interés, ese mundo al cual ella pertenecía era uno que me daba cierta fascinación y quería ver cómo era a través de Teresa.

Mientras pensaba en mi amor platónico, no pude evitar tomar mi teléfono y llamar a mi fiel amigo.

Cuando Tomas me respondió, me regaño por llamarlo tan tarde a esta hora, ya eran las 12 de la noche, pero eso no me importo, tenía que hablar de mi velada con alguien.

—Más te vale que tengas una buena excusa para llamarme a esta hora —me dijo Tomas, su tono era uno muy enojado.

—Tomas… yo… disfrute mi velada…

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