PDV Saint
Termine por contarle a Tomas todo las nuevas noticias que recibí esta
tarde, también le conté sobre que “ella” iba a venir a la ciudad y que mi
hermana se iba a encontrar con ella y que me iba a contactar en breve y cuando
llegara a la ciudad.
Cuando Tomas se enteró de que “ella” iba a venir a la ciudad, se alteró
mucho, y más cuando le conté que yo y mi hermana íbamos a verla ambos.
Tomas empezó a salirse un poco de control lo cual no era usual en él, no se
levantó de su asiento o hizo un escándalo muy grande, no, solamente perdió el
control a su peculiar manera, mostrándose nervioso y empezando a decir
comentarios ofensivos aquí y allá y en especial a ser algo agresivo conmigo,
bueno, más de lo usual.
En especial empezó a mostrarse agresivo cuando le dije que iba a recibirla
cuando llegar y que mantendría relaciones con ella mientras estuviera en la
ciudad.
A Tomas no le gustó nada el que yo dijera estas palabras, se mostró
visiblemente enojado conmigo, y empezó a decirme varias cosas también, no le
gustaba nada que el me relacionara con “ella”.
Le dije que no tenía nada que hacer, al final y al cabo tenía relaciones
comerciales importantes con esa mujer, relaciones que el mismo Tomas incito a
que pasaran, y por si fuera poco también ayudo a que prosperaran.
De no ser por él mi relación con esa mujer no sería tan cercana y tan
importante, aunque bueno, en ese entonces no podríamos imaginar que las cosas
terminaran de esta forma, y terminaríamos en esta situación.
A Tomas le enojaba que siguiera relacionándome con esa mujer, pero yo no
podía hacer nada para evitarlo, ya que debía seguir con esa relación ya que de
otro modo, terminaría por perder muchas cosas y mi hermana podría aprovecharse
de eso para tratar de ganarme la pelea por la herencia de nuestro padre y el
liderato por las empresas de nuestro grupo empresarial.
Cuando son negocios, uno no puede darse el lujo de escoger con quien se
alía o quien se relaciona.
—Vincent, espero que no trates de juntarme con esa mujer por ningún motivo
—me dijo Tomas mientras me miraba como si quisiera matarme.
—Tranquilo Tomas, sé que no quieres ver esa mujer ni en pintura, no tratare
de reunirte con ella, aunque ella me dijo que tiene mucho interés de hablar
contigo, me dijo que extraña sus conversación contigo, no han hablado en mucho
tiempo —le dije a Tomas.
— ¡No quiero hablar con ella! —me grito Tomas, en un tono de voz tan fuerte
que asusto a los que estaban a nuestro alrededor.
Cielos, ese sí que fue un arrebato.
—Lo se Tomas, aunque debo advertirte que quizás ella vaya y trate de hablar
contigo… puede que incluso te busque en tu oficina —le dije a Tomas.
—Le prohibiré la entrada de ser necesario —me dijo Tomas mientras
continuaba mirándome furioso.
—Recuerda que es tu socia todavía y tiene cierta participación en tu grupo
empresarial, y el grupo empresarial que ella dirige también tiene bastantes
operación con el tuyo, por lo que sería difícil y costoso que de verdad rompas
toda relación con ella e incluso que no le hables de ninguna forma —le dije a
Tomas.
—De ser necesario estaría dispuesto a perder miles de millones si con esto
puedo apartarla por completo de mi vida —me dijo Tomas.
—Cielos… ¿Incluso estas dispuesto a perjudicar tu negocio por eso? —le
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