PDV Mía
Llegue al aeropuerto bastante temprano, ya quería ser la primera en recibir
a esa mujer cuando pusiera pie en esta ciudad.
Mi nombre era Mía Saint, y era hija del gran empresario que dirigía
actualmente el grupo empresarial Saint, y en estos momentos estaba esperando a
cierta socia de importancia con la cual teníamos estrechos lazos comerciales.
En un principio, mi grupo empresarial y esa mujer no debieron haber tenido
muchas relaciones debido a ciertas circunstancias, pero un factor externo
motivo a que nuestras relaciones se terminaran acercando y volviéndose tan
estrechas que al final terminamos formando lazos comerciales y una estrecha
asociación.
Ese factor externo, tenía nombre, y era Tomas, el mejor amigo de mi
hermano, con el cual por algún motivo se llevaba bastante bien a pesar de lo
diferentes que eran sus personalidades.
Quizás era como decía el dicho, los opuestos se atraen y Tomas y Vincent
podrían ser la personificación de ese dicho popular.
Debido a la petición de mi socia, termine por avisarle a Vincent sobre su
llegada a esta ciudad, ella quería hablar con nosotros y me pidió
explícitamente que ambos, tanto Vincent como yo nos encontráramos con ella en
el aeropuerto.
Como ella pidió específicamente por ambos, no pude sino complacerla, y
termine por avisarle al tonto de mi hermano sobre su llegada.
No me llevaba bien con Vincent, en el pasado cuando éramos pequeños,
solíamos jugar mucho, pero a medida que crecíamos nos fuimos distanciando, y más
debido al hecho de que nuestro padre nos hizo enfrentar entre nosotros, ya que
según él, solo el mejor podía heredar el liderato del grupo empresarial Saint.
Los ganadores se quedaban con todo y los perdedores se quedaban sin nada,
esa fue la filosofía que nos enseñó mi padre, y debido a eso, no pasó mucho
tiempo antes de que Vincent y yo termináramos viéndonos como enemigos debido a
la herencia de nuestro padre.
En la actualidad, ambos dirigíamos ciertas secciones del grupo empresarial
de nuestro padre, el cual nos dio dichas partes para poder poner a prueba
nuestras capacidades y poder ver quién de los 2 era superior… una forma de que
compitiéramos entre nosotros para poder ver cuál de los 2 poseía mejores
habilidades y capacidades.
Con tanta competencia no era extraño que Vincent y yo terminarnos
llevándonos tan mal, éramos rivales, y honestamente yo me consideraba mejor que
él, Vincent era listo, pero era muy frívolo y no podía actuar con la misma
frialdad con la cual nuestro padre hacia las cosas.
Nuestro padre siempre nos enseñó a mantener siempre el control de cada
situación y mantener siempre el control de todos a nuestro alrededor así como
también el lograr pensar con total frialdad cualquier posible decisión que
teníamos frente a nosotros.
Yo había podido seguir sus enseñanzas al pie de la letra, a diferencia de
Vincent, quien no podía llegar a ser tan frio como nuestro padre deseaba.
Yo a diferencia de Vincent si podía cumplir con todas las exigencias de
nuestro padre, es una pena que haya nacido mujer, y solo por eso mi padre no se
decantaba por mí para otorgarme el puesto de heredera.
Si hubiera nacido hombre de seguro hubiera obtenido el puesto, pero al
final no fue así, por lo que tenía que esforzarme más si quería ser nombrada
heredera y para poder lograrlo necesitaba aliados.
Tenía muchos esparcidos en diferentes lugares, y Vincent también tenía los
suyos, pero había un factor que echaba toda la balanza en mi contra, y ese
factor era Tomas.
El bastardo de Tomas, quien era amigo de mi hermano, era un multimillonario
joven que se encontraba casi al mismo nivel que nuestro padre y todo su grupo
empresarial, en otras palabras incluso si llegara a heredar la fortuna de mi
familia solo podría ser la igual de Tomas.
Tomas se podría considerar un titán en el mundo empresarial y por
desgracia, tal titán estaba en el lado de mi hermano, no en el mío y eso
colocaba toda la balanza de poder en contra mía, ya que ni todos mis aliados
juntos podría compararse con Tomas, el cual lograba que la balanza de poder
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