Vendiendo mi virginidad... AL CEO romance Capítulo 88

PDV Teresa

Tomas condujo

rápidamente, y llegamos dentro de poco al restaurante donde nos íbamos a

encontrar con su amiga, había llegamos 10 minutos antes, por lo que llegamos

con tiempo de sobra.

El restaurante

era de 5 estrellas, nunca antes había estado en uno como este, y pude ver como

todos los presentes aquí, tenían ropas finas, las cuales se veían muy costosas,

solo un vestido de una de las mujeres que estaba aquí debía costar más que todo

lo que tenía en mi armario.

Tomas ya tenía una

reservación, el recepcionista después de tomar nuestros nombres nos llevó a una

mesa grande donde cabían al menos 5 personas, y después de sentarnos, empezamos

a esperar, aún faltaban un par de minutos para que la amiga de Tomas llegara.

Mientras

estábamos sentados, Tomas y yo arreglamos unos últimos asuntos para poder estar

listos para su amiga, y mientras estábamos allí no pude evitar saciar un poco

mi curiosidad y termine por preguntarle a Tomas quien era la mujer con la cual

nos íbamos a ver.

— ¿Para qué

quieres saberlo ahora? —me pregunto Tomas mientras fruncía el ceño, no le gusto

mi pregunta.

—Quiero saberlo

Tomas, ¿Cómo voy a hacer un buen acto sino me dices con quien nos vamos a

encontrar? ¿Qué es ella para ti?

Después de hacer

decir esto último, Tomas, frunció aún más el ceño, pero después suspiro y pareció

finalmente dispuesto a hablar.

—Te lo contare

Teresa, pero será mejor que no hagas un drama y tomes las cosas con calma —me

dijo Tomas mientras clavaba su mirada en mí.

—Lo hare Tomas,

no entiendo el que está haciendo mucho drama por esto eres tú, cuéntame ya

quien esa esa amiga tuya.

—En primer lugar,

no es mi amiga —Tomas parecía enojado cuando dijo esto último.

— ¿No? ¿Y que es

para ti entonces? ¿Una socia de negocios? ¿Un pariente?

—No… es mi

esposa…

Cuando escuche

esto último de la boca de Tomas, sentí como si mi mente se desconectara de mi

cuerpo por unos instantes… y cuando finalmente me recompuse, clave mi mirada en

Tomas, mientras repasaba lo que había dicho.

¿Tomas… estaba

casado? ¡¿Estaba casado?!

¿Por qué no me lo

dijo antes? Es más… si él estaba casado… ¿Entonces yo era…?

— ¡¿En serio

estas casado?! —le grite a Tomas, mientras lo miraba enojada.

—Si Teresa,

“técnicamente” aún estoy casado.

— ¡¿Por qué no lo

dijiste antes maldita sea?! —le grite mientras me levantaba de la mesa.

Pude sentir como

la mirada de todos los presentes giraba hacia nosotros, sabía que me miraban

mal por gritar en un lugar como este, pero eso no me importaba ahora.

Tomas pareció

querer decirme algo, pero no quería escuchar sus palabras, me gire y planeaba

irme de allí en ese mismo instante, pero antes de hacerlo Tomas me había tomado

del brazo y me impidió irme.

— ¿A dónde vas

Teresa?

— ¿A dónde? ¡Me

voy de aquí Tomas! ¡No puedo creer que estés casado!

— ¡Cálmate y

escucha! ¡Me prometiste que ibas a escucharme primero! —mientras Tomas me decía

estas palabras, pude sentí como apretaba su agarre, no tenía ninguna intención

de dejarme ir.

— ¡No hay nada

seguían murmurando por mi repentino arrebato, pero yo los ignore y me concentre

en escuchar lo que Tomas tenía que decir.

Su esposa se

llamaba Clara, y por los momentos seguía llamándose a sí misma como Clara

Miller a pesar de que ella y Tomas se estaban divorciando, según Tomas habían

estado casados durante un par de años, pero al final el matrimonio termino por

culpa de cosas que ella hizo, Tomas le pidió el divorcio, pero Clara no acepto.

Habían pasado

muchos meses desde que Tomas le pedio el divorcio a Clara, pero ella seguía sin

firmarlo, y además de ser técnicamente su esposa debido a que los papeles de

divorcio aun no habían sido firmados, también era la socia empresarial de

Tomas.

Cuando se casaron

ella tenía un grupo empresarial de nivel medio-bajo, pero gracias a la ayuda de

Tomas y a los amigos de este, su grupo pudo crecer a un nivel exponencial y a

pesar del proceso de divorcio, ambos seguían demasiado mezclados entre sí, ya

que con años de matrimonio, las amistades y contactos de ambos eran similares.

Y eso sin

mencionar que le grupo empresarial que Tomas dirigía y el grupo empresarial de

Clara tenían estrechos lazos comerciales que no podían removerse fácilmente,

con todo ese en medio y además de que Clara no quería firmar el divorcio, era

difícil que ambos se distanciaran.

— ¿Por qué fue

que se divorciaron? ¿Qué hizo ella? —le pregunte.

—Eso no importa

Teresa, el punto es que nos estamos divorciando y yo ya no tengan nada con

ella, y tampoco quiero nada, por eso no debes alterarte tanto, ¿Estas contenta

ahora?

—No lo se Tomas,

cuando vine aquí no esperaba que la mujer que con quien te ibas a reunir seria

tu esposa y no se si creerte.

—Cuando ella

venga podrás hablar y veras que mi historia es cierta, creeme Teresa, no soy de

los que engañan, y menos en un matrimonio.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO