PDV Teresa
—Espere mucho
para poder agarrarte desprevenida, ese maldito hombre no se separaba de ti en
ningún momento, por fin te encontré —me dijo mi antiguo jefe mientras me metía
aún más al fondo del callejón.
¿Me ha estado
buscando? ¿Por qué? Cierto que ambos tuvimos un problemas junto con Saint hace
1 mes atrás en el cual este último incluso le pego, pero eso fue por estar
acosándome y propasándose conmigo, lo que paso entre nosotros no era suficiente
razón como para estar acosándome y buscando una oportunidad para hacerme algo.
¿Cómo podía ser
tan rencoroso por eso?
Empecé a
forcejear, pero no pude escapar de su agarre, me había tomado desprevenida y me
había inmovilizado los brazos, no pude moverme bien.
Trate de gritar
pero su mano me lo impedía, sentía mi cuerpo temblar, mi corazón la latía
frenéticamente.
—De seguro has
estado disfrutando mucho todo este tiempo ¿Verdad? Paseándote con esos jovencitos
ricachones todo este tiempo y dejando que te compraran tipo de cosas costosas,
de seguro lo has estado disfrutando, vendiéndote a esos tipos.
Mientras mi
antiguo jefe decía estas palabras, podía sentir como su agarre empezaba a
apretarse, empezaba a enojarse más y más por alguna razón.
¿Por qué estaba así?
Lo que paso con Saint no era razón suficiente para hacer todo esto.
—Has estado
disfrutando mucho todo este tiempo Teresa, mientras que yo… por culpa de tu
pequeño amigo consentido… perdí mi restaurante y con él se fue todo mi
patrimonio —me dijo antiguo jefe, su agarre era cada vez más fuerte.
Mi antiguo jefe continuo
adentrándose en el callejón y termine por recostarse contra la pared mientras
me sostenía, estábamos detrás de algunas cosas, creo que quería usarlas para
poder taparnos, empecé a mover las piernas para que alguien pudiera notarme a
pesar de las obstrucciones que había en medio.
—Ese maldito
ricachón de seguro uso sus contactos, de seguro hablaste con él para poder
arruinar mi vida, lo he perdido todo niña, y ahora incluso estoy enfrentando
cargos en mi contra, ya no tengo propiedades gracias a ti, y de seguro iré a la
cárcel, pero no te voy a dejar disfrutar
tu vida mientras que la mía se arruina, voy a cobrarme todas las que me debes
Teresa.
Parece que Saint
sin que yo me enterara le hizo algo al restaurante de mi antiguo jefe e hizo
que se clausurara, y no solo eso, sino que también presento cargos en su contra
y quizás fuera a la cárcel por un tiempo.
¿Por qué Vincent
no me dijo nada? ¿Por qué se lo guardo? No quería que el restaurante cerrara,
muchos empleados dependían de su sueldo semanal que obtenían trabajando allí y
si cerraba terminarían desempleados, yo no quería eso.
—Eh escuchado que
eres virgen Teresa, tome nota de las conversaciones que tuviste con esas otras
perras de mi restaurante, ¿Por qué te hago una mujer completa aquí y ahora?
Incluso si voy preso por culpa de tu amigo consentido, siempre podrás pensar en
mí y cada vez que esos 2 estén cerca de ti siempre sabrán que yo fui tu primer
hombre.
¡Maldita sea!
Un instante
después de que él dijo esto, pude zafarme de su agarre el cual sostenía mis
brazos por detrás y le di a continuación un codazo en su estómago que lo hizo
gritar y soltarme.
Después de estar
libre y con movimiento, me gire para darle una patada en su zona intima, justo
en sus pelotas y después de eso corrí mientras él gritaba y me perseguía.
Salí del callejón
y termine chocando con alguien, fije mi mirada y vi que era Tomas, cuando lo vi
sentí un alivio que nunca antes sentí en mi vida.
— ¿Qué sucede
Teresa? Tardase más de 5 minutos —me dijo Tomas, antes de fijar su mirada en mi
antiguo jefe, el cual estaba a una cierta distancia de mi cojeando un poco por
la patada que le di.
—Tomas, yo… —le
dije a Tomas, antes de quedarme callada, ya que la mirada que hizo me asusto
mucho.
Parecía que quería
matar a alguien.
— ¡Teresa! —grito
mi antiguo jefe mientras se daba cuenta de que Tomas había llegado.
Mi antiguo jefe
mostro una expresión bastante asustada, parecía que quería correr, pero Tomas
se adelantó y empezó a golpearlo una ya otra vez.
Al principio
trato de resistirse, pero Tomas no tardó mucho en tirarlo al suelo y empezar a
patearlo una y otra vez.
Sus movimientos
se asemejaban a los de Vincent.
Cuando vi a mi
antiguo jefe sangrar por los golpes de Tomas, supe que había llegado muy lejos
y fui a detenerlo.
— ¡Tomas! ¡Es
suficiente! —le dije a Tomas mientras le tomaba por uno de sus brazos.
Tomas estaba
bastante frenético, y termino por empujarme a penas me sintió, pero una vez que
se dio cuenta de esto, se detuvo y me miro a los ojos.
— ¡¿Por qué debo
detenerme?! —me pregunto Tomas, su mirada seguía siendo la misma de hace un
momento.
—Ya es suficiente,
vas a matarlo si sigues así.
— ¿Y…?
— ¡¿Y…?! Tomas,
¿Me escuchaste? Vas a matar a una persona si sigues con eso, detente ya, ya está
en el suelo.
Tomas pareció
renuente a hacerme caso pero después de un duelo de miradas, finalmente se
rindió aunque le dio una última patada a mi antiguo jefe.
Poco después tomo
su celular y llamo a alguien, no sé a quién, pero creo que era a la policía o
algo asi, en base a lo que escuche parecía ser eso.
Después de hablar
por teléfono, Tomas me tomo de la mano y me arrastro fuera del callejón, o le
lleve la contrario, era mejor no hacerlo en estos momentos.
Me llevo cerca de
la entrada salón de baile donde habíamos estado, me puso contra la pared y me
rodeo con sus brazos, su mirada era intensa.
— ¿Quién era él Teresa?
—Era… era un
antiguo jefe que tuve hace 1 mes, trabajaba para él, pero renuncie.
— ¿Por qué estaba
contigo allí? ¿Qué te quería hacer allí en ese callejón?
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Vendiendo mi virginidad... AL CEO