PDV Teresa
Camine
rápidamente al lugar donde practicaría baile junto con Tomas, en el camino
recibí bastantes miradas de los hombres que estaban en la calle, pude sentirlas
especialmente en el área de mi trasero.
Esto me incomoda
un poco, por lo que camine rápido para poder llegar, desde que Tomas me hizo
hacer esos ejercicios en el último mes para poder estar en forma para cuando
llegara el baile, mi trasero se había levantando bastante, y ahora las miradas
que recibía eran mayores que las de antes.
Y eso sin
mencionar que Tomas también me había llevado a un par de salones de belleza
para poder arreglarme, según él debía ser lo más llamativa posible en la fiesta
de Mía, por lo que mi apariencia había cambiado un poco en comparación a hace 1
mes atrás, llamaba mucho más la atención ahora.
Después de un
tiempo caminando, pude llegar al lugar donde había estado practicando baile
junto con Tomas, entre rápidamente y allí ya me estaba esperando este último, estaba
hablando junto con mi profesora, al cual tenía una ropa de gimnasia bastante
ajustada que dejaba ver sus atributos y sus curvas.
En especial creo
que uso algo para poder levantar aún más sus nalgas.
No era necesario
que llevara este tipo de ropa frente a nosotros, había visto las miradas que le
lanzaba a Tomas de forma discreta, sabía que le había gustado y usaba eso para
llamar su atención y no le importaba que estuviera conmigo.
Eso me molestaba,
a pesar de que nos veía juntos, esa mujer no le importo y trataba de seducir a
Tomas justo enfrente de mí, en una ocasión pude escuchar cómo le pedía su número
a Tomas para poder contactarlo cuando tuvieran que hablar de cosas con respecto
a nuestro baile.
Era una excusa
muy obvia, pero Tomas aun así le dio su número, y mientras estaba en mi casa no
podía parar de pensar que podían hablar esos 2 si yo no estaba presente.
Vi por un rato a
Tomas y mi profesora antes de salir disparada hacia él, los salude a ambos
mientras tomaba la mano de Tomas y les decía a ambos que estaba lista para la práctica.
Tomas me saludo
de forma normal, pero mi profesora me dio una mirada enojada, le molesto que la
interrumpiera al parecer, pero la mire con ojos desafiantes mientras Tomas nos
hablaba a ambas para poder empezar con la práctica.
Mi profesora y yo
le hicimos caso a Tomas y nos pusimos a bailar, la fiesta de Mía sería un par
de días, y en ella tendría que bailar bailes de salón junto con Tomas, no tenía
práctica, por lo que Tomas y yo por lo general pasábamos varias horas al día en
esto.
Había pisado
muchas veces a Tomas en las practicas pero por suerte pude agarrarle el truco
después de mucha práctica, ya tenía la técnica casi dominada por los momentos,
creía que podría hacerlo bien cuando tuviéramos que bailar juntos.
Mi profesora
continua instruyéndonos a ambos, cambiamos a una posición en la cual Tomas tuvo
que poner su mano en mi cintura mientras bailábamos de forma algo lenta, mientras estábamos en esta situación y
mientras nuestra profesora nos guiaba, pude sentir como la mano de Tomas
bajaba.
En un abrir y
cerrar de ojos pude sentir como su mano me apretaba mi nalga derecho, cosa que
soltar un gemido pequeño, por suerte no fue muy alto y la profesora no escucho.
Su agarre no duro
mucho tiempo, ya que cuando tuvimos que giraros y mi espalda estuvo en
dirección a los ojos de nuestra profesora, Tomas quito rápidamente su mano de
mis nalgas y la volvió a colocar de nuevo en mi cintura.
Cuando mi espalda
y no estuvo en la mira de la profesora, Tomas volvía a hacer de las suyas y volvía
a apretarme una de mi nalgas, solo que en esta ocasión fue la izquierda.
Cada vez que mi
espalda quedaba fuera de la vista de la profesora, Tomas aprovechaba para
tocarme y apretarme mis nalgas, y de hecho en una ocasión acerco su boca a mi
oído y me dijo que los ejercicios estaban funcionando, ya que podían sentir
como mis nalgas estaba “duras y firmes”.
No se cómo la
profesora no se daba cuenta, a pesar de que Tomas hacía de las suyas cuando mi
trasero fuera de su mira, aun así creo que debió notarse cuando su mano bajaba
y subía de esa forma.
No era lo único
que Tomas hacia cuando mi posición lejos de su mirada, también se acercaba mucho más de lo que debía
y apretaba su pecho con el mío, podía sentir como la presión en ambas tetas, en
especial en mis pezones.
¿Cómo la
profesora no se da cuenta de eso?
No era la única
vez que lo hacía, desde que domine la técnica y ahora podíamos bailar de forma
fluida, Tomas había empezado a hacer este tipo de cosas a sus espaldas, la
primera vez que lo hizo termine por soltar un gemido fuerte, tuve que
explicarle a ella que Tomas me había pisado y por suerte este último lo
confirmo, sacándola de dudas.
Desde entonces
Tomas había estado tocándome de esa forma en cada uno de nuestros bailes, no sé
si era por la sensación de poder ser descubiertos por nuestra profesora o era
porque estaba teniendo algo de intimidad con Tomas justo delante de ella,
alguien que solo podría imaginarse como serían los toques de este último, pero
cualquiera que fuera la razón, esas sensaciones que sentía eran bastante
fuertes, quizás por la adrenalina, mis pezones se volvían duros como roca y no
ayudaba que Tomas los presionara con su pecho a cada momento.
Cada vez que
terminábamos, tenía que ponerme un suéter o un abrigo amarrado en mi cintura
para poder tapar mi zona intima… podía sentirla húmeda cuando terminábamos y me
moriría de vergüenza si alguien lo notara mientras camina en las calles y si mi
profesora lo notaba… las mujeres eran más perceptivas y ella tenía una vista
muy buena para poder darse cuenta.
Finalmente Tomas
y yo terminamos con nuestra sesión de baile de hoy, ambos estaban sudados por
varias horas de práctica continua, Tomas se había aprovechado de mí durante
todo este tiempo, tuve que hacer lo mismo de siempre y amarrarme un suéter poco
después de terminar para que nadie pudiera notar con facilidad lo mojada que
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