¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 214

Como de costumbre, por la mañana Carmen no salió de la casa hasta que Alejandro se fue, para evitar la incomodidad del encuentro.

Después de todo, tenían una relación rara.

No era correcto considerarlos extraño, porque habían tenido relación sexual, pero tampoco se les podía considerar como conocidos, porque solo se habían visto pocas veces y no conocían la personalidad del otro.

A pesar de que vivían en la misma casa, ni siquiera habían desayunado juntos. Alejandro nunca desayunaba en casa y siempre regresaba por la noche cuando ella había entrado en sueños.

Uno salía temprano y regresaba tarde, la otra lo evitaba deliberadamente, por lo que los dos rara vez se veían.

Después de llegar a la empresa, Carmen empezó a trabajar de las tareas más insignificantes como de costumbre, pero por la dedicación que le daba tenía mucho conocimiento sobre los productos de la empresa. Obedeciendo a su jefe, imprimió los archivos necesarios para la reunión que iban a tener.

Se requería un total de 20 copias. Ella se paró frente a la impresora y esperó pacientemente.

Una vez impresos los documentos, grapó todas las copias y luego las llevó a la sala de reuniones para colocarlas de acuerdo con la posición de cada persona.

En ese momento, se abrió la puerta de la sala de reuniones. Carmen no había terminado de colocar los documentos. El presidente Rubén Martínez miró hacia la mesa de reuniones. Los documentos estaban prolijamente ordenados y las sillas debidamente dispuestas. Miró hacia Carmen que estaba colocando la última copia y pensó que no le sonaba su cara.

—¿Eres nueva?

No había visto a Carmen antes.

Antes de que Carmen pudiera hablar, su jefe habló por ella:

—Sí, no hace dos meses que está con nosotros.

El presidente Rubén vestía un traje negro, pero no podía disimular su figura engordada. A sus más de cuarenta años, su rostro estaba muy carnoso. Llevaba un par de gafas de montura dorada. Aunque no era guapo, parecía alguien decente.

Él asintió.

—Mirad, esta es la forma correcta de trabajar. No importa en qué puesto estáis, hay que hacer las cosas debidamente, porque esta es la actitud de trabajar.

Un grupo de aduladores que había detrás de él le siguió el rollo.

Aunque Carmen se incorporó no hacía mucho a esa empresa, también sabía cómo comportarse. Allí todos eran talentos de la empresa, ella solo era una secretaria que no tenía turno de palabra. Así que, con pasos ligeros, quiso salir discretamente por la puerta de atrás.

—Espera.

De repente, el presidente Rubén notó su movimiento, la llamó para que se detuviera y levantó la barbilla.

—¿En qué escuela te graduaste y en qué empresa trabajaste?

—Me gradué en la Universidad H, este es mi primer trabajo.

Carmen respondió con sinceridad.

Rubén sintió un poco de sorpresa.

—¿Te has graduado en una universidad prestigiosa?

Le parecía raro que estuviera en un puesto de secretaria siendo graduada de una escuela prestigiosa.

—¿Por qué estás dispuesta a hacer este trabajo?

Preguntó el presidente Rubén desconcertado, porque después de todo se había graduado en una universidad prestigiosa.

—Aunque me gradué en una universidad prestigiosa, no tengo experiencia laboral. No creo que haya nada malo en este trabajo. Imprimo documentos todos los días, con eso estoy en contacto con el núcleo del negocio de la empresa. He aprendido mucho de ello.

—Cuéntame lo que has aprendido.

Volvió a preguntar el presidente Rubén. Tenía curiosidad por lo que ella había aprendido.

Carmen había investigado la información sobre los productos con los que había entrado en contacto en la empresa, su empresa producía máquinas pesadas como prensa de estampado, compresores y ultrasonidos.

La mayoría de esas máquinas se vendían en ciudades donde la ferretería era muy próspera; no obstante, ahora la competencia era relativamente alta.

La tecnología se estaba volviendo cada vez más avanzada, y las máquinas de la generación antigua estaban siendo descartadas con el paso del tiempo. El jefe solo ponía esperanza en máquinas más rentables.

—Nuestra empresa lleva 30 años de historia. En estos 30 años ha tenido sus éxitos. Cuando se comenta el tema de maquinaria pesada, todos piensan en Maquinaria Universal. Sin embargo, con el paso del tiempo, han aparecido más fabricantes en el mercado. Eso es un gran impacto sobre nuestro mercado, si queremos buscar remedios, o si queremos recuperar la gloria del pasado, no deberíamos empezar por las ventas, sino que por la innovación.

—¿Tú qué vas a saber si solo eres una secretaria?

Su jefe frunció el ceño, no estaba contento con el discurso que había soltado.

Por su lado, el presidente Rubén asintió con aprobación.

—Puedes unirte a esta reunión.

—Solo es una secretaria. En la reunión vamos a discutir el enfoque de la empresa en el futuro. Creo que no es adecuado que asista una secretaria.

—Todos los empleados de la empresa tienen derecho a participar, además, me parece muy razonable lo que dijo. Las ventas anuales de la empresa están disminuyendo cada vez más. Siempre me ponéis la excusa de que hay mucha competencia en el mercado, pero ¿alguna vez habéis analizado la causa principal?

El presidente Rubén miró a Carmen mientras hablaba.

—Creo que lo que dijo es muy razonable. Si queremos que la empresa esté siempre en el puesto más alto y glorioso, tenemos que innovar...

—Pero la innovación requiere mucho tiempo, dinero y esfuerzo...

—Creo que la empresa puede permitírselo. He hecho una investigación. La gloria que ha obtenido la empresa en los últimos años ha acumulado mucha riqueza, es suficiente para sustentar esta reforma. Si no damos el paso a la innovación, algún día seremos descartados por el mercado.

Carmen volvió a dar su opinión, no quiso refutar a esa persona, pero no podía aceptar su sugerencia.

—El entorno está cambiando, solo innovar y ocupar una posición importante en el mercado puede llevarnos al éxito.

—Solo eres una secretaria, ¿tú qué vas a saber...?

—Me parece genial lo que has dicho.

El presidente Rubén lanzó una mirada a la persona que le reprochó, su rostro se ensombreció.

—¿Creéis que por ser una secretaria no está calificada para asistir a esta reunión? Entonces anuncio que desempeñará el puesto de subdirectora de Maquinaria Universal y será responsable del desarrollo futuro de nuestra empresa.

De hecho, lo que dijo Carmen fue lo que quería hacer el presidente Rubén, le sorprendió que una secretaria hiciera tantos estudios sobre el tema, eso demostraba que tomaba el trabajo en serio.

Admiraba a tales personas.

Efectivamente, los graduados de una universidad prestigiosa tenían ideas actualizadas.

Los veteranos de la empresa no estaban dispuestos a hacer reforma, pero si la empresa no se reformaba, entraría en una fase difícil que le llevaría a las ruinas.

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