¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 307

Mauricio mandó el camarero para que traiga un vaso limpio, y se le sirvió, luego preguntó:

—¿No tienes algo para contarme?

Alain le echó un vistazo, dijo:

—¿Desde cuándo seas tan cotilla?

Mauricio suspiró, dijo:

—Al principio, pienso que como ya estamos en el final del año, podemos salir juntos nosotros tres, y quería contaros algo sobre Flavio, pero quién sabe que, al entrar, he visto que Cristián está sentado allí bebiendo solo. Al parecer estar con el agua al cuello. Pienso que, si vinieras tú, posiblemente que todo andaría mejor, pero al verte, me da cuenta que me ha confundido. Se nota que estás deprimido también.

Alain levantó el vaso que se le dio por Mauricio, y terminó todo de un tirón. Luego se desabrochó el botón que está arriba de su ropa para sentirse mejor, y mientras dejó el vaso vacío en la mesa con mucha fuerza. Hoy Cynthia llevó los niños a la casa de la familia Paramés.

Él notó claramente que Cynthia se llevaba bien con Carmen.

Para los de demás las dos mujeres no se veían mucho, pero se notaba que tenían una relación cercana.

Y eso le dejó sentirse un poco mal.

Para mantener una relación cercana, deberían que comunicarse de vez en cuando secretamente.

No obstante, Cynthia nunca tomó la iniciativa de hablar con él sobre la relación que tenían entre ella y Carmen

—¿Mauricio, me podrías dar una pista? ¿Qué tengo que hacer para salvar mi relación con Chloe?

Cristián había bebido mucho, se levantó balanceando, y apoyó su brazo sobre el cuello de Mauricio, dijo:

—Ella quiso separarse de mí, y tomó la decisión firmemente, ya no me quedó más remedio.

Mauricio frunció el ceño, le respondió con la cara de asco:

—¡Aléjate de mí! ¡Tío, hueles mucho a alcohol!

Cuanto Cristián más hablaba, más fuerza utilizaba para abrazarle.

—Por tu orgullo, te dejo que me abraces. Pero tío, te lo digo sinceramente. Ya estás bastante viejo para no tener novia. ¡Sin duda alguna, tu vida es más miserable que la mía!

Mauricio.

—Si yo estuviera en su lugar, te dejaría también.

Mauricio se metió el dedo en la llaga.

Como Cristián estaba muy triste, no le refutó. En circunstancias normales, seguramente no le dejaría en paz

Mauricio suspiró, dijo:

—¡Qué pinta de borracho tengas! Si quieres arreglar la relación, deberías mostrar tu sinceridad. Tienes que explicárselo bien sobre el tema de Elisa y trazar una línea entre tú y otras mujeres para que se sienta segura.

—¿Qué es la sensación de seguridad?

Cristián estaba de pie, y daba palmadas en el pecho:

—Ya se lo he dejado todo muy claro. Le he dicho que Elisa solamente fue mi primera novia, pero estamos separados, y ya no me siento nada por ella. Entre Elisa y yo no tenemos nada, pero ella no me cree. No sé qué más tengo que decir.

—¿Puede ser que os ha visto juntos?

Mauricio pensó que sin razón la actitud que mostró Chloe no debería ser tan decidida.

Cristián respiró hondo, dijo:

—En aquel tiempo, ella me dejó por no poder embarazarse, y me dijo que como a mí ella no quiso comprometer, entonces se fue. Y ahora ha vuelto es porque todavía no puede olvidarse de mí, y me pido que le acompañe por una sola noche.

—¿Qué?

Mauricio dio un golpe fuerte en la mesa por emoción.

—¿Cristián, en qué estás pensando? ¿No sabes que ya te has casado? ¿Cómo podías quedarte una noche con tu exnovia? ¿Perdiste el juicio?

—Estábamos en su casa solamente, no hicimos nada. Pensaba que en aquella época nos separamos no fue su culpa, entonces lo cedí.

Su voz cada vez se oía más bajo. Le dio cuenta de que él era la persona que la cagó de verdad. Él debería avisar a Chloe primero, y ella debería que saberlo.

—¿Cómo puedo arreglar todo ahora?

Mauricio encogió los hombros, respondió:

—No tengo ni idea, pero creo que deberías dejarle que vea qué hay en tu corazón, y qué es lo que te sientes ahora.

De repente sonó un móvil.

Alain sacó su móvil, y se quedó mirando la pantalla por un rato. Pulsó el botón y puso el móvil al oído.

—Soy yo.

—Sí.

Alain respondió con su voz grave

—Mañana por medio día, les traes a casa.

—Vale.

Alain respondió a la ligera.

Después de la llamada, guardó su móvil de nuevo.

Mauricio echó un vistazo a él y preguntó:

—¿Era tu tío?

Alain no le hizo caso. Se quedó callado con una cara seria y tensa. Mauricio permaneció en silencio por un rato y le sirvió más alcohol, dijo sonriendo:

—Tu tío siempre te trata bien, aunque no te gusta depender de la fama y el poder que tenga la familia Bezos. No entiendo, por qué estás preocupado.

—Cynthia se lleva bien con Carmen.

En ese momento alguien abrió la puerta de esta habitación privada.

Alain paró de hablar inmediatamente, miró hacia la puerta, y mientras se inclinó hacia atrás en silencio, para alejarse de la luz, así que toda su cara se quedó en la oscuridad.

Los camareros se vistieron igual, estaban de pie formando una línea. Se sirvieron los platos uno a uno.

Al final, un camarero dijo:

—Señores, si necesitan algo, que nos llaman.

Mauricio agitó la mano, dijo:

—Vale, salid de aquí.

Los camareros hicieron reverencias, después se fueron y dejaron la puerta cerrada.

Mauricio quedó pensando por un rato, y dijo:

—Por lo que ocurrió de tu madre, ellos se llevaban bastante mal durante todos estos años. Tienes miedo de que, si Cynthia se acerca a Carmen, y a eso les provoca disgusto, ¿sí?

Alain tomó un trago, dijo:

—No me gusta que se acerquen mucho.

Él siempre tenía la sensación de que había algo que había que ver con Carmen, era por ella, Fernanda…

Si Alejandro no hubiera ligado con Carmen antes, no se habría casado con ella en menos de un mes después del fallecido de Fernanda. ¿Tenían tanta gana y prisa?

Si Carmen fuera gente buena, no haría eso tampoco.

Por eso, él nunca podía perdonarles.

En esta comida Mauricio sintió como si hubiera perdido el apetito. Estos dos se estaban preocupados por sus cosas, solo él estaba más solo que la una, no tenía nada ni nadie había que preocuparse.

Después Mauricio llevó Cristián a su casa, él había bebido demasiado. Era imposible que podía volver solo.

En el coche Cristián no paraba de moverse ni de balbucear. Mauricio le echó un vistazo, y suspiró. «No puede ser. ¿Cómo puede estar tan borracho? Si no ha bebido ni una mierda».

Cristián se hizo el sueco, balbuceó:

—Me siento fatal.

—Que te aguantes.

Al principio, Mauricio iba a llevarle a su casa, pero recordó que Chloe estaba cuidando a la abuela. Se quedó pensando por un rato, y tomó una decisión. Chloe debería saber que él estaba así de borracho, era todo por ella.

Mauricio giró su coche en la siguiente encrucijada, y condujo hacia el hospital.

En el hospital, la abuela todavía no se había despertado, Chloe estaba sentada al su lado para que, cuando se despertara, le pudiera cuidar a primera hora.

Al abrir la puerta, Mauricio entró la habitación con Cristián encima. Chloe se levantó de la silla, le echó un vistazo a Mauricio, y dijo:

—¿Qué le ha pasado? ¿Por qué está así?

—Está borracho.

Mauricio se fijó la habitación, notó que no había sitio para que se pudiera dormir. El único sitio apropiado era un sofá, se acercó y se le dejó allí.

Era una habitación VIP, casi había todo lo que debería haber en una casa. Solo que estaba un poco pequeña, y estaba sin cama.

—La enfermera dijo que se podía añadir una cama, se lo pido ahora.

El sofá estaba demasiado pequeño para que Cristián pudiera dormir bien.

Mauricio dio cuenta de que Chloe todavía se preocupaba por él, asintió con la cabeza:

—Vale.

Chloe llegó el sitio de las enfermeras y les pidió añadir una cama. Como era habitación VIP, entonces el servicio era bastante bueno. No tardó nada, vino una persona con la cama, y la colocó al lado de una pared.

Mauricio le dejó tumbado en la cama, y dijo:

—Parece que está delgado, pero pesa mucho.

Chloe se le dio un vaso con agua, y preguntó:

—¿Por qué ha bebido tanto?

Mauricio cogió el vaso, tomó un poquito y respondió:

—Porque está triste.

Se quedó mirando a Chloe, dijo:

—Parece que es por ti.

Chloe dio la vuelta, bajó su cabeza.

Mauricio le dio una palmada en su hombro ligeramente, dijo:

—Es verdad que Cristián no debería quedarse con Elisa. Él ya me contó todo llorando y se arrepintió bastante por lo que hizo. Tiene miedo de que si no le perdonaras. ¿Le podrías dar otra oportunidad?

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