¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 312

Por algún motivo Cynthia malpensó, sus mejillas se sonrojaron, deliberadamente cambió de tema.

—¿Vamos a llevar a los dos niños?

—Sí.

—Entonces les cambiaré de ropa.

Cynthia se dio la vuelta y bajó las escaleras, como si huyera de él.

Después de cambiar la ropa a los dos niños, Cynthia le hizo una coleta a Alessia. El cabello de la pequeña estaba rizado, si no le hacía una coleta, se vería un poco encrespado. Con la cola de caballo, dejaba al descubierto una frente voluminosa. Ahora su carita delicada era más hermosa. Con el pasar del tiempo, se parecía cada vez más a Alain.

Luego Cynthia le puso una pequeña chaqueta acolchada de estilo chino, era un regalo que Carmen le preparó por Año Nuevo. El color rojo daba la sensación de festivo. La artesanía moderna mezclada con el estilo chino era muy singular. Había un colgante de jade de color blanco cremoso en uno de los botones, parecía impecable, de forma redonda, con un nudo chino en el medio y borlas colgando de él, lucía delicado.

Alessia parecía una muñeca de porcelana con la chaqueta, sus ojos grandes eran luminosos y enérgicos.

La ropa de Álex también la preparó Carmen, pero todo lo contrario a la de Alessia, sus prendas eran de elementos que estaban de moda, con estilo de caballero.

Un suéter de lana beige con una camisa blanca, un traje para su edad, pantalón de vestir y un abrigo oscuro, aparentaba como un caballero.

—Mamá, ¿a dónde vamos?

Álex se paró frente al espejo, viendo si le quedaba alguna parte por arreglar.

—Creo que vamos a conocer alguien.

Como Alain no lo dijo, Cynthia tampoco estaba segura de si iban a ver a Elio.

Álex miró hacia Cynthia.

—Mamá.

—¿Eh?

Cynthia bajó a su hija de la cama. Ya tenía puesta las mallas, solo le faltaba poner los zapatos.

—¿La abuela vendrá a pasar el año nuevo con nosotros?

Preguntó Álex.

Creció en un ambiente donde solo estaban Isabel y Cynthia. Extrañaba un poco a Isabel porque llevaba mucho tiempo sin verla.

—Eso, mamá, ¿dónde está la abuela?

Alessia estaba junto a las piernas de Cynthia, tirando de su dobladillo.

Pensando en Isabel, Cynthia se puso un poco triste, todavía no podía entender el comportamiento de Isabel.

—Puede que no tenga tiempo para pasar el Año Nuevo con nosotros.

Cynthia tomó las manos de los dos niños y dijo deliberadamente:

—Vamos a poner los zapatos.

No sabía cómo contar a los dos niños lo de Isabel, así que optó por evitar ese tema.

Alain salió del estudio en traje, tenía un abrigo en la mano, parecía que había ido a hablar con Alejandro.

—¿Nos vamos?

Preguntó Cynthia.

Alain bajó la cabeza y miró la hora, luego dijo que sí.

—Pues les pondré los zapatos.

Cynthia llevó a los dos niños a la entrada para ponerle los zapatos.

Alain se puso el abrigo, cogió de la percha la chaqueta de Cynthia y esperó hasta que terminara de poner los zapatos a los niños para que se la pusiera.

Cynthia metió la mano en las mangas, Alain le subió la cremallera. Al ver el brazalete de jade en su muñeca, le recordó:

—Cuando te quites la chaqueta, ten cuidado en no mostrarlo.

Elio no era nada amistoso con Carmen. Si Alejandro no la estuviera protegiendo, era posible que se había metido con ella millones de veces.

Aunque no sabía si Elio sabía que eso le pertenecía a Carmen, no podía dejar que lo viera, por si acaso fuera a tener una mala primera impresión de Cynthia.

Aunque no hubo mucho contacto entre las dos familias desde la muerte de Fernanda, después de todo la familia Bezos lo había tratado bien.

No quería que Cynthia se llevara mal con la familia Bezos por culpa de Carmen.

Cynthia se subió las mangas, fingiendo preguntar casualmente:

—¿No se llevan bien?

Alain guardó silencio un momento, al final no dijo nada.

Pero Cynthia notó que deberían tener mala relación, de lo contrario, Alain no le recordaría una cosa tan pequeña.

Respiró hondo, sintiéndose un poco preocupada.

Hacía viento afuera. Alain tenía a Alessia en brazos, presionó su cabeza en su abrigo para evitar que el viento frío golpeara su cara.

El conductor abrió la puerta del auto y Alain metió a la niña en el auto. Álex se subió solo. El auto era espacioso, no era nada apretujado aun con ellos dentro.

El conductor maniobró sin problema para sacar el coche del garaje y se dirigió a la carretera.

Afuera soplaba un viento. Ni el sol de invierno podía evitar el persistente viento del noroeste.

Después de unos cuarenta minutos, el coche finalmente se detuvo frente a una casa de estilo antiguo.

El conductor se bajó para abriles la puerta. Alain se bajó del auto con su hija, seguida por Cynthia y Álex.

De pie frente a la casa, se podía ver toda la casa con claridad. Aunque se notaba que había sido renovada, todavía era captable que la casa tenía su edad. Lo curioso era que cuando acababa de entrar, Cynthia descubrió que la entrada y la salida estaban custodiado por soldados.

Aunque la casa era vieja, las personas que podían vivir en ella eran grandes personajes.

Según el puesto de Elio, no era apto para vivir aquí. Esta era la casa que le asignaron a Manuel en ese momento. Posteriormente, cuando murió, Elio se hizo cargo. Aunque su puesto no era tan alto como el de Manuel, su nivel actual tampoco era bajo. Además, siendo la antigua casa de la generación de su padre, los jefes les permitió quedarse allí.

Aunque no era tan próspero como los rascacielos, solo personas importantes podían vivir allí.

El conductor dio un paso para tocar el timbre y pronto alguien vino a abrir la puerta.

Era una mujer que no parecía joven, con el pelo recogido detrás de la cabeza y un delantal puesto. Al ver a Alain y a la gente a su lado, miró de arriba abajo y dijo con una sonrisa:

—Entrad, hace frío afuera.

Alain asintió levemente en respuesta, sostuvo a su hija con una mano y tomó la mano de Cynthia con la otra, temiendo que se sintiera incómoda en un lugar desconocido.

Cynthia volvió la cabeza para mirarlo, luego retiró la mirada en silencio.

La mujer sonrió y dijo:

—Tu tío me dijo que fuera a hacer la compra temprano en la mañana. Sabiendo que vas a venir, te ha estado esperando en el salón.

Alain dijo cortésmente gracias.

Ese era su temperamento, de hecho, tenía una buena relación con la familia Bezos, pero no era una persona entusiasta.

La mujer también estaba acostumbrada, continuó diciendo:

—Estos son los dos niños, ¿verdad?

Alain asintió.

La mujer miró a Álex, luego a Alain, pensó que eran igualitos.

En realidad, antes no se parecían tanto, pero ahora cuanto más crecía, más se parecía. Incluso Alessia se le parecía cada vez más.

—Tiene un aspecto hermoso y encantador.

La mujer sonrió.

—Mira, tú ya tienes hijos, pero Mario solo sabe divertirse. Tu tío está más que preocupado por él.

—¿No vuelve para el año nuevo?

Alain preguntó a la ligera.

Mario Bezos, el único hijo de Elio, había sido rebelde desde pequeño. No obedecía las órdenes de Elio. Era muy rebelde.

Al principio Elio quería que hiciera de su misma profesión y sirviera como soldado, pero su hijo no estaba dispuesto a hacerlo, fue a una universidad extranjera para alejarse de ellos, pero luego su especialización no le sirvió de nada porque se convirtió en un ídolo adolescente.

Elio menospreciaba a las celebridades, pensaba que no era nada serio, pero su hijo quería ir en su contra, hacía lo que menos le gustaba.

Ahora tenía una carrera exitosa con bastante popularidad. Como se puso un nombre artístico y Elio no tenía permitido a que la gente revelara su identidad, casi nadie de fuera sabía que su hijo era una celebridad.

La mujer cerró la puerta para aislar el viento frío de fuera. Dentro de la casa estaba calentito.

Cynthia miró hacia dentro y vio a una persona sentada en el sofá con un periódico en la mano que tapaba su cara.

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