¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 658

Mauricio dijo,—Sí, lo haré.

—Avísame cualquier momento si algo pasa —después de tomar agua, Alain se echó en el sofá para descansar.

Sabiendo que Alain necesitaba descansar, Mauricio no dijo nada para no molestarlo.

***

Dentro de la sala vecina, Chloe contestó a Cynthia tras pensar mucho. Se acercó a la ventana y miró hacia fuera.

—No me preocupo por él. Es que me parece malo esconder de él la causa de separarnos.

Ella no le había dicho la verdad a Cristián y había ocultado lo que ella no quería enfrentar.

—No quiero que esté desalentado por mí.

Ella solo quería hacer algo bueno para él, y a ella también.

Como un móvil que no podía llamar, su existencia era rara e inaceptable.

—¿Sabes por qué Cristián no se presenta? —Cynthia sabía que Chloe se sentía humillante y no quería enfrentar la verdad. Pero la esterilidad no significaba todo, ¿quizá Cristián pudiera aceptarla?

¿Por qué ella no le dio una oportunidad para que lo enfrentaran juntos?

—Ha peleado con otra persona en un bar y está herido, por eso, no se presenta en la boda.

¿Pelear con otra persona?

—¿Está grave? —Cynthia se volvió a Cynthia.

—Ya no tienes que ver con él, ¿por qué te importa si está grave?

Cynthia quería que Chloe reconociera que a ella Cristián le importaba.

Se levantó y se dirigió hacia la puerta,—Voy a llamarlo. Y tú pregúntale.

Enseguida Chloe la agarró y dijo,—No, no quiero verlo.

—¿Por qué no quieres verme?

De repente, se abrió la puerta y Cristián estaba ahí. Él quitó las gafas de sol y se vieron hematomas al lado de los ojos.

Se fijó en Chloe,—¿Qué causa me has ocultado?

Al ver a Cristián, Cynthia abrazó a Chloe en los hombros y dijo,—Dile la verdad. Si tenéis que separaros, hay que aclarar todo. Él tiene el derecho a saberlo.

Después de terminar las palabras, Cynthia salió de la sala para dejarles en paz.

Con la cabeza bajada, Chloe también quería irse. Cuando llegó a la puerta, Cristián le agarró la muñeca, la metió en la sala y cerró la puerta.

—Tienes que decirme qué me has escondido. Si no, yo no te dejaría irte.

Chloe se abrazó a sí misma, mostrando inseguridad.

Ni siquiera se atrevió a ver a Cristián,—No oculto nada de ti.

—¿Sí? —Cristián no la creía.

—¿Tiene que ver con Elijah? —siguiendo preguntándola, Cristián le tomó el hombro para que lo viera.

Chloe movió la cabeza apresuradamente,—No tiene que ver con él.

Ella solo le había pedido ayuda y no quería que Cristián lo malentendiera y que lo complicara.

—Si no tiene que ver con él, ¿pues con quién?

—No me preguntes más. Ya no somos novios. Vete y no me molestes, por favor —Chloe le gritó en voz baja y quitó la mano de Cristián con mucha fuerza.

Con los puños apretados, Cristián la miró unos segundos,—Vale. Ya que no quieres decírmelo, voy a preguntar a Cynthia. Creo que habrá personas que lo sepan.

Al terminar hablar, él se volvió a salir.

—¡Cristián!

Era inaceptable para Chloe, para él también.

De pronto, Cristián levantó la mirada a Chloe,

—Esto es falso. Te lo has inventado para mentirme, ¿no?

Chloe se aproximó al sofá y se sentó. A espaldas de Cristián, mantuvo la barbilla y empezó a llorar. Ella se había creído que era muy difícil enfrentarlo. Pero cuando le decía la verdad, no era tan difícil. Ya no estaba histérica sino decir con tranquilidad,—No te miento. Todo es la verdad. Ya que lo sabes todo, vete.

¿Pero Cristián cómo podía irse? Se arrodilló ante Chloe y le sujetó la mano. Aunque ella quería quitarse de él, él seguía asiendo su mano fuertemente.

Él dijo con voz ronca,—¿Esto es la razón por la que tuviste que romper conmigo?

—No —enseguida Chloe lo negó—, es porque no te quiero.

—¡No te creo! —Cristián tomó la mano de Chloe en sus labios y empezó a besarla—. No me importa. De verdad, no me importa si puedes tener hijos. Basta contigo. Créeme, no debes ocultarlo de mí.

Chloe sollozó y las lágrimas habían cubierto sobre sus ojos,—Ya sabes cómo soy yo, ¿no me dejas?

Cristián movió la cabeza y se echó en el abrazo de Chloe,—No me importa cómo eres, me gustas para siempre.

Conteniendo las lágrimas, Chloe frunció la boca,

—A ti no te importa, ¿pero a tu abuela?

Cristián se quedó pasmado porque era un problema real.

—Podemos adoptar un niño y decirle que es nuestro hijo biológico. En fin, hay soluciones.

—¿Y tú?, ¿no quieres un hijo biológico?

Cristián levantó la mirada hacia ella. Para que ella lo creyera, él se fijó en sus ojos y dijo muy firme,—Basta contigo.

—Pero no lo creo —Chloe todavía tenía miedo de enfrentar que no podrían tener hijos.

—¿Cómo quieres que yo lo compruebe? —después de echar un vistazo a sus alrededores, Cristián encontró un cuchillo en la mesa y lo tomó—. Te doy mi vida. ¿Ya puedo comprobar mi sinceridad?

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