Cynthia estaba dormida. Isabel le respondió, —Se las regaló una señorita que vino a visitarla.
—¿Quién?
Isabel meneó la cabeza, —No la conozco.
Cynthia escuchó el ruido en el sueño y abrió suavemente los ojos. Alain se acercó a la cama y susurró, —¿Has despertado?
Cynthia se frotó los ojos. No había dormido muy profunda. —¿Por qué vuelves?
Alain no le respondió, sino que le preguntó directamente, —¿Has encontrado con Estefania?
¿Por qué se enteró de eso tan rápido?
Cynthia se levantó, —¿Volviste solo para preguntarme esto? Además, ¿Cómo te has enterado de eso?
Alain le narró la historia de Henry y Estefania.
Lo hizo para entretener a Cynthia. Sabía que ella estaba aburrida por quedarse en el cuarto todo el día.
Después de escucharla, Cynthia abrió los ojos y quedó con la boca abierta. Recobró serenidad luego de un rato, —¿Henry y ella?"
—¿Eres sorprendida? —le preguntó Alain.
Cynthia asintió con la cabeza. Pero no la entendía.
Expresó su opinión, —Aunque quiere vengarse, no necesita sacrificarse.
Cynthiano comprendía por qué se hizo cebo. Podría emplear una mujer para hacerlo.
Con dinero, no hacía falta hacerlo en persona.
¿Por qué?
¿Quiere Henry en realidad? —Cynthia especuló.
Las mujeres siempre tenían lo mismo. Lo que el hombre no había pensado, ella como una mujer, notó.
Si odiaba a Henry, ¿Cómo logró superar el odio y quedarse con él desnuda?
Entonces solo había la única respuesta: quería a Henry por la cual hizo amor con él.
A Alain no le importaba a quién le gustaba Estefania. No tenía interés en eso.
¿Por qué el tema de la conservación cambió?
Alain siguió preguntándole, —¿Has encontrado con Estefania?¿Estas flores también te las regaló?
Cynthia asintió con la cabeza, —Sí, nos encontramos. Las flores también son de ella.
Sin decir nada, Alain las cogió, las dio a Isabel y la mandó tirarlas .
Cynthia se quedó sin palabras.
—¿Qué pasa con las flores?
Alain le respondió, —¿Quién sabe? ¿Y si escondió algo malo en las flores para perjudicar tu salud?
Cynthia rio. Creía que se preocupaba demasiado.
—¿Has visto muchas series de suspense?
Cynthia veía las series cuando estaba aburrida en el hospital, en las cuales habían muchos argumentos tan extraños que no podía entender el común de la gente.
De modo que lo veía todo como estrategia.
Sin embargo, Alain no tenía tiempo de ver la tele que era el entretenimiento de personas desocupadas.
Henry no creía que Estefania se fue al extranjero de repente. Consultó registros de salidas y descubrió que de verdad se fue a Canadá.
No era tan difícil buscar a uno en el país, pero era difícil hacerlo en el extranjero.
Henry se sentó en el despacho desalentado. No entendía por qué se fue Estefania.
Excepto de Cristián, él era la persona más molesta. Y en cuanto a la más feliz, salvo Alain, era Mauricio.
A pesar de no estar casado con Luciana Lorio y el abismo de edad, se llevaban bien. Luciana era traviesa pero también era madura y razonable. Mauricio era compuesto. Si estab solo en casa, se quedó tranquilo.
Nunca le molestaba Luciana cuando estaba ocupado en el trabajo, y lo divertía cuando tenía tiempo libre.
Este hombre con edad mayor era bastante tierno.
El fin de semana pasado, Luciana vino a su piso. Por la ausencia de Mauricio, se ofreció a limpiar su habitación.
El alojamiento del hombre soltero siempre carecía de la atmósfera de familia y era vacío.
No solo limpió la ropa que tenía que lavar, sino que también agregó algunas cosas. Por ejemplo cambió las sábanas grises por las de colores cálidos y colocó la plantas y las flores.
Mauricio no cocinaba en casa y no sabía hacerlo. Siempre comía en restaurantes. Comía en la oficina los días laborales y casi nunca encendía fuego en casa.
Luciana rellenó la nevera que solo había agua al principio con todo tipo de comida.
Después de la limpieza y la colocación de adorno, había más color en el piso, y por fin había el ambiente de familia.
Sudó mucho por la labor, por eso se bañó.
Recordó que no había su ropa aquí cuando quitó todo su vestido. Además, se lavaron todas las toallas de baño. Considerado que no estaba Mauricio, salió desnuda. Abrió el armario de Mauricio y quería buscar una camisa o una camiseta para vestirse.
Si lavaba su ropa humedecida por el sudor y la calentaba con secador, podría llevarla de nuevo y no tardaría mucho tiempo.
Cuando iba al baño con la ropa, Mauricio regresó. No sabía cuándo volvió, se detenía a unos pasos de ella.
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Vuelve conmigo,mi cariño!