¡Vuelve conmigo,mi cariño! romance Capítulo 770

Sosteniendo a Cristián, Chloe golpeó la puerta, y le abrió la puerta Juanita porque Lourdes estaba sentaba en la silla de rueda.

—¿Quién eres? —preguntó Cristián.

—Es la nueva asistente de Lourdes —dijo Chloe.

Apenas los vio entrar a casa, Lourdes se puso alegre sonriendo,

—¿Qué tal? Mi hijo, vete a descansar.

—Pero, ante todo, le quería decir algo.

—Dímelo.

Cristián le mostró el certificado de matrimonio y dijo con alegría,

—¡Estamos casados ya! A partir de ahora somos una familia. Espero que podáis llevaros bien en el futuro.

—Por supuesto —dijo Lourdes sonriendo, luego se dirigió a Chloe—, deberías estar muy cansada tras haberle cuidado a Cristián durante mucho tiempo, siéntate y descansa un poco.

—Juanita, prepárale una taza de té.

En pocos minutos, llegó Juanita con un vaso de agua.

—No estoy cansada, quiero acompañarle a Cristián primero a su habitación —dijo Chloe.

—Vale.

Cuando se dirigieron a la habitación, Lourdes se dirigió a Juanita,

—Es un día que da razón para una fiesta. Prepara una comida bien suculenta para celebrarlo.

—Vale, ahora mismo voy a prepararla.

Mientras en la habitación, Chloe cerró las ventanas para encender el aire acondicionado.

—¿Se llama Juanita la nueva asistente? —preguntó Cristián.

—Sí, ¿pasa algo?

—Es una chiquita, ¿tendrá suficiente experiencia en el cuidado de los mayores? —preguntó Cristián preocupado.

—Pues a Lourdes le cae bien.

Suspiró Cristián,

Mirando sus ojos inocentes, Chloe se lanzó a su abrazo murmurando,

—No quiero hacer la adoptación porque de este modo no podré experimentar el proceso de embarazo que será una maravillosa experiencia para mí, quiero que sea nuestro hijo biológico, de nuestra sangre, no quiero que tenga alguna relación con otros —Detuvo por un momento y lo miró con los brillos llenando en los ojos—. Además, he prometido a Lourdes que lo intentaré a toda costa y no quiero fallarle

La abrazó Cristián con aún mayor fuerza y suspiró en silencio.

En este momento, golpeó la puerta Juanita,

—La comida está hecha ya.

—Vale, gracias —dijo Chloe sonriendo.

Con los ojos medio cerrados, Cristián preguntó,

—¿A qué hora estamos?

—Son las once.

—¡Pasa volando el tiempo! —suspiró Cristián.

—Vamos a comer.