"¿Julieta, ese tipo llamado Jaime es realmente tu prometido?".
"¡Julieta, Julieta!".
Los periodistas estaban siendo ruidosos y confusos. El teléfono en su bolso comenzó a sonar sin parar.
No había revisado su teléfono antes de salir de la casa, pero si esta noticia ya había atraído atención en línea, sus amigos ya le habrían enviado varios mensajes para advertirle.
Estos medios, obviamente, habían sido atraídos a propósito. Lo extraño es que ninguno de ellos era empleado de su empresa.
"¡Silencio!". Julieta no eligió huir, se quitó las gafas de sol y miró directamente a la cámara. "Jaime y yo ya no tenemos ninguna relación. No es mi prometido. Estoy soltera ahora, si encuentro a alguien con quien pasar el resto de mi vida, seré la primera en decírselos. Por favor, solo confíen en la información oficial, no crean en todo lo que escuchan".
Periodista: "Julieta, si no tienes ninguna relación con este hombre llamado Jaime, ¿por qué hay rumores de que ustedes son pareja?".
Julieta fríamente respondió: "¿Alguien soltó la sopa para que ustedes vinieran a molestarme? ¿Quizás un hombre enfermo?".
Al escuchar las palabras de Julieta, todos cambiaron de color.
Julieta sabía que había adivinado correctamente, así que continuó: "No soy una artista que se hizo famosa a través de intereses comerciales. No tengo miedo de que mi relación amorosa se haga pública. Escriban lo que quieran. Pero si ustedes me difaman, no duden que tomaré medidas legales".
"¿Vieron esa cámara de seguridad? Las caras de cada uno de ustedes han quedado registradas. Si no me creen, pruébenlo. Ahora tengo cosas que hacer, me voy primero, lamento no poder quedarme con ustedes, adiós". Julieta sonrió, se volvió a poner las gafas de sol y se alejó del hotel.
Bruno condujo su coche y la llevó fuera de la ciudad. Llegaron a las afueras, un viento fresco sopló y ella se sintió aliviada y relajada.
"¿Te sientes mejor?", le preguntó Bruno en voz baja.
"¿Qué?". Julieta se sorprendió un poco, pero rápidamente entendió la intención de Bruno. Se había dado cuenta de que ella estaba un poco preocupada, por lo que la había traído aquí para que se relajara un poco. "Me siento mucho mejor ahora, pero Bruno, en este lugar tan remoto, ¿dónde podemos conseguir algo para comer?".
Bruno: "No te preocupes, no te dejaré pasar hambre. En el peor de los casos, ¡puedes comerme!".
Julieta: "¡Lárgate! ¡Quién querría comerte!".
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