Yo, una Actriz Bien Relacionada romance Capítulo 231

"¿Así que ella es muy buena en el trabajo?", Julieta frunció el ceño, activó el registro de llamadas de la noche anterior y lo puso junto a su oído. "Escucha esto".

Después de escuchar un par de frases, Eric negó con la cabeza. "No, esa no es la voz de Cecilia, ella habla con un acento así. Además, ella nunca diría algo tan estúpido, es obvio que alguien la estaba suplantando".

¿Era falsa?

Julieta se quedó paralizada. ¿El agente de Eduardo la llamó haciéndose pasar por él?

¡Qué raro!

Antes de que Julieta pudiera decir algo, Eric continuó: "Menos mal que eres lista, de lo contrario te hubieran engañado. Esta persona puede que no sea Cecilia, pero seguro que es de su equipo. Su objetivo no es Eduardo, sino meterte en problemas.

Ahora todos están en contra de Eduardo, cualquiera que le defienda está buscando problemas. No conoces a Eduardo, ¿por qué tendría que buscarte a ti de todas las personas? Porque parece que eres fácil de manipular. En el momento que te dejes intimidar y publiques un post, ellos responderán inmediatamente con una noticia sensacionalista de que tú y Eduardo tienen una relación secreta. Luego dirán que Bruno descubrió su relación y que por eso inventó noticias falsas para arruinar a Eduardo.

Si la opinión pública cambia, Eduardo podría convertirse en la víctima. Y tú, te convertirías en la tercera en discordia que destruyó la familia de Eduardo, ¡una actriz desvergonzada que no se detiene ante nada para llegar a la cima!".

Julieta escuchó en silencio a Eric, luego hizo una mueca: "¡Dios mío! La farándula es demasiado intensa, esto es más emocionante que las películas de acción. ¿Quién planeó todo esto, tratando de dar un vuelco a la situación?".

"Si fueras una novata asustadiza, ellos habrían podido ganar. Por suerte, eres fuerte y no te dejas impresionar por estos trucos". Después de hablar, Eric maldijo en voz baja. "¿Cómo se atreven a tratar de engañar a una de mis actrices? ¡Voy a enseñarles una lección!".

Eric había estado en la farándula durante muchos años y ya estaba acostumbrado a este tipo de cosas. Algunos artistas, cuando tenían problemas, intentaban arrastrar a otros para desviar la atención. Pero nunca se esperaron con que Julieta, que parecía un inocente conejito, en realidad era un demonio. Aquellos que se atrevieran a meterse con Julieta, pronto recibirían su castigo.

El fin de semana, el cumpleaños de Carmen llegó como estaba previsto.

"No te preocupes", dijo Carmen. "Es tan gordo que apenas puedo cargarlo. Un poco de malestar estomacal no le vendrá mal, es una manera de perder peso".

Julieta: "..."

"Cambiando de tema, Julieta, quiero presentarte a alguien". Carmen sonrió, llevó a Julieta adentro y señaló a un hombre en una silla de ruedas. "Este es Jaime Mora..."

¿Jaime?

¿Qué hacía ahí?

Jaime miró a Julieta acercándose, una sonrisa suave y amable se dibujaba en sus labios: "Oye, Julie, qué casualidad, nos encontramos de nuevo".