Abandonada y Embarazada [#1 Trilogía Bebés] romance Capítulo 79

Los minutos siguientes transcurrieron con mucha brevedad y en un abrir y cerrar de ojos, le correspondía a mi amiga exponer su discurso. Se levantó algo temblorosa y sonreí a pesar de que mis ojos seguían empapados en lágrimas, ella me miró al pasar frente a mí y le lancé un beso en el aire antes de que se encaminara hasta el estrado.

—Buenas noches. Mi nombre es Mellisa Rush —pronunció a través del micrófono y tan segura de sí misma, que hizo callar rápidamente al público—. Esta noche quiero abordar un tema sensitivo y que he vivido muy cercanamente. —Miró hacia el frente y no pude ver bien sus expresiones porque solo podía verla de perfil. Se veía preciosa. Su vestido turquesa ceñido en la parte alta y con esa caída en corte campana le quedaba espectacular combinado con esos tacones negro de punta fina que la hacían subir bastantes centímetros de más; su cabello iba recogido en una coleta alta que había logrado hacerse en los pocos minutos de intermedio entre nuestras presentaciones; su cuello lucía un collar brillante con una perla azul que Javi le había regalado en uno de sus aniversarios—. Hace unos minutos hablé acerca de ese tema, pero ahora lo abordaré desde un punto más formal y analítico: la soltería en el rol de la maternidad; y sí, es un tema tan antiguo como la barba de Merlín. —Sus labios se curvaron y logró sacar una risa unísona al público, negué con la cabeza y me sentí orgullosa de ella y su forma de ser tan especial y espontánea y escucharla hablar y exponer acerca de ese tema, solo incrementaba más mi orgullo—. Desde la antigüedad hasta hoy, en ciertos contextos, las madres solteras son víctimas de discriminación, y es que es un prejuicio basado en distintos orígenes, que van desde mandatos religiosos hasta convicciones sociales o tradiciones, idiosincrasia e ideales tan arraigadas en nuestras sociedades.

» Las madres solteras ascienden a cerca de ochocientos ochenta mil mujeres o tal vez más. Las estadísticas cada vez son más altas, sobre todo en esta era de los millenials, catalogada como la era de la masificación de la maternidad heterogénea; y es que alrededor de nueve de cada diez tienen hijos menores de dieciocho años, y seis de cada diez viven en el hogar de su padre o madre. Casi todas trabajan y aunque tres de cada diez viven en condiciones de pobreza, esta proporción es ligeramente menor al promedio nacional de madres con hijos en el hogar. En estos tiempos la formación de las familias ha ido variando, habiendo actualmente más madres solteras que afrontan este reto y rompen los esquemas tradicionales, para dar paso a un modelo autónomo de crianza; otras mujeres que iniciaron su vida con un matrimonio constituido, también deben afrontar el reto solas cuando se rompe el matrimonio o su relación afectiva se rompe con la pareja cohabitante.

Su voz sonaba tan decidida y profesional que me la imaginaba presentando algún tipo de reportaje documental en una cadena grande de telecomunicaciones. Sus piernas temblaban, pero su voz salía tan clara y llena de fuerza que nadie de la enorme multitud se imaginaría que sus piernas parecían una gelatina. Ella tomó una bocanada de aire y agregó:

—Un reto que no solo conlleva ser la pieza fundamental de su modelo familiar y de lo que poco se habla es de las demás competencias que debe lograr una madre soltera, pues también implica consecuencias psicológicas o emocionales, dentro de las que la sobrecarga se considera una; porque ella debe asumir funciones domésticas, educativas, económicas entre muchas otras que no tiene con quien compartir y de esta manera ocupan casi todo su tiempo libre supliendo cada uno de esos cargos , trayendo como consecuencia que la madre tenga el tiempo justo y no disponga de un momento para su vida personal y social, originando el alejamiento de sus amistades y el consiguiente sentimiento de soledad y abandono.

» Algunas mujeres inclusive piensan en dedicarse a su hijo el cien por ciento de su tiempo porque no creen poder encontrar a una pareja que acepte a su hijo. Las madres solteras se encuentran solas, lidiando con sus problemas. Además, debido a que tienen que realizar demasiadas labores ellas solas, no tienen tiempo para socializar por lo que cada vez se hunden más en la soledad y muchas llegan a la creencia de que sus vidas solo giran en torno a la maternidad. Y debo aclarar, que este es uno de los problemas más frecuentes entre las madres solteras. Es como si cayeran en un círculo vicioso que no les permite conocer gente nueva y sentirse apoyadas, no conocen más allá que los propios límites impuestos de forma natural del rol maternal. Y como si fuese poco, además de cargar con consecuencias psicológicas y físicas, también se suma la sociedad machista e inculta que las critica y señala como un mal ejemplo, inmoral y despreciable. Mientras que las señalan y las catalogan como "tontas y huecas" porque en algún momento creyeron en un hombre y en sus promesas de amor eterno

Hizo una pausa y se giró un poco con el micrófono en su mano para mirar hasta la fila donde nos encontrábamos, aclaró su voz y tosió un poco, luego frunció el ceño y posó su vista sobre una de nuestras compañeras, específicamente en la que me había preguntado si hablaría de mi situación esa noche del evento; y luego con mucha rabia pronunció:

—Las personas ociosas y chismosas, inventan historias sobre ellas tan fantásticas e inverosímiles, que ni ellas mismas se las creen y en la mayoría de los casos, siempre son personas menos felices quienes hacen estas declaraciones tan absurdas, sin pensar en las vueltas que pueda dar la vida. Y es que sí, la causa más común de la existencia de madres solteras en nuestro país, es el abandono que sufren por parte de los novios que las embarazaron, al momento de saber que va a nacer un bebé o incluso antes. Y sí, también es cierto que muchas veces ser madre soltera es un acto de elección, pero en muchos otros casos el acto cobarde y ruin de esos tipos, solo propicia que existan millones de mujeres en situación de madres solteras; por eso el ejemplo de liderazgo de estas mujeres es tan valioso para la sociedad, que debería de contar con apoyo gubernamental para hacer más fácil su destino —dijo con mucha valentía y claridad y limpié las lágrimas que me había provocado escuchar su discurso tan hermoso, pero cuando creí que había terminado, ella tomó aire y continuó—: La madre soltera que ha tenido que enfrentar la vida sin la ayuda de un hombre, es sinónimo de valentía y respeto; se merece toda nuestra admiración y nuestro apoyo, es digna de nuestro respeto en su máximo punto, porque su nivel de responsabilidades se dobla, del mismo modo su amor se transforma en infinito, sabiendo que su hijo no será igual que el papá que los abandonó; pero, más aún, teniendo en cuenta que no se necesitan pantalones de por medio para amar y sacar adelante a un hijo.

Su cuerpo se giró con rapidez y sus ojos se enfocaron en mí. Le sonreí y levanté mis dedos pulgares para demostrarle que lo había hecho excelente, pero antes de que pudiera aplaudir, ella volvió a retomar sus palabras y esta vez, mi corazón se agitó con fuerza cuando dijo:

—Soy una tía orgullosa. —Sonrió y se le quebró la voz—. Me diste la mayor ilusión del mundo. Eres mi orgullo, mi inspiración y digna de toda la admiración que crece en mi alma, te enfrentaste sola al mundo y eso no lo hace cualquiera, te enfrentaste a tus enemigos que estaban escondidos en tus personas más cercanas, te enfrentaste a tus miedos y a tus debilidades, maduraste y te hiciste una mujer valiente y capaz de salir adelante sola...

—Señorita su tiempo se... —interrumpió el profesor Collins.

Ni siquiera le presté atención a la declaración del profesor, mi corazón estaba enardecido y emocionado, lleno de las más hermosas sensaciones del mundo. Me levanté y corrí a abrazarla, apenas estuvimos juntas nuestra conexión se hizo más fuerte. Ambas llorábamos conmovidas por segunda vez ante la mirada fastidiada del profesor.

—Te amo, Mell Rush —dije por el micrófono—. Gracias por esto, gracias por ser la mejor.

Ella solo sollozó, pero me abrazó más fuerte. De pronto escuchamos un carraspeo, nos separamos un poco y notamos que provenía de Mario Antonio que secaba sus lágrimas y sostenía una sonrisa emocionada en sus labios.

—Ustedes han sacado a ese niño que llevo por dentro —pronunció por el micrófono y resonó por los altavoces al mismo tiempo que las cámaras se enfocaban en él y la luz blanca alumbraba su rostro—, el mismo que veía como su mamá molía maíz y hacía tortillas para vender, con lo poco que conseguía vender, comíamos una o dos veces al día. Luego, como resultado del ahorro de varios años, montó su propia empresa de tortillas y con eso estudié y soy lo que soy. —Su mirada conmovida y las lágrimas recorriendo sus mejillas eran testigo de la veracidad de sus palabras—. Nunca conocí a mi padre, pero no me importa; al lado de mi mamá conocí el amor de un padre y una madre, su corazón era tan grande que se transformó en uno solo. Mi mamá ya no está, pero siempre será mi héroe —terminó con voz ahogada.

El público se encendió y los aplausos no se hicieron de rogar, las personas sacaban sus pañuelos y se limpiaban las lágrimas. Mario Antonio aplaudió con fervor después de sonreír y mirar hacia arriba.

El profesor Collins interrumpió aquel momento conmovedor con la excusa de que debían presentar los siguientes comerciales o los patrocinadores terminarían presentando una demanda legal. Mell y yo nos sentamos, pero no sin antes darnos un merecido abrazo, no éramos hermanas de sangre, pero sí de corazón.

Las siguientes presentaciones fueron tan fuertes como todas, la chica a la que Mell le había dedicado una indirecta en su discurso por haberse burlado de mí, habló sobre el VIH y su presentación terminó en llanto cuando informó que hacía tan solo unos días se había enterado que estaba contagiada. Al escuchar sus palabras tapé mi rostro con ambas manos y negué, era realmente fuerte y aterrador.

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