Alfa, El Padre De Mi Ex Me Enamoró romance Capítulo 15

―El tercer bebé está afuera. ―Informó la partera. ―Pero ella no lo ha resistido. ―Miró el cuerpo inerte de Enola. ―Perdió demasiada sangre y gastó toda su energía trayendo a los niños. ―Se lamentó con tristeza. ―Cumplió su cometido, dio a luz a sus hijos con bien, pero de no llegar el padre morirán pronto. ―La hechicera, quien se ocupaba de darle energía a los niños, supo que era verdad, su magia no podría surtir efecto a largo plazo.

―Maldit4 sea. ―Kato se sintió responsable, si no hubiera sido tan estúpid0 de querer molestar a Tanok, ella no hubiera pasado tantas cosas y estuviera viva junto a sus hijos. ―Esto no puede ser, no puede. ―Inició a negar consumido por el remordimiento, no tiene idea de por qué le afecta tanto, pero está destrozado. ―¡¿Dónde está Tanok?! ―Gritó furioso. ―¡Ese miserable no llegó a tiempo! ―Tanok perturbado por saber lo que había pasado, incluso sin haberlo visto, empujó la puerta y el olor a sangre lo azotó tan fuerte que sintió todo su mundo estremecerse.

Al entrar completamente, lo primero que vio fue a su pequeña cachorra tendida en esa cama, con sus ojos cerrados, un gesto de felicidad y su cabello blanco sin brillo. Inmerso en tristeza por lo que sus ojos apreciaban, se acercó a ella en dos pasos y sin más la inició a morder con desesperación.

Un alfa tiene tres tipos de mordidas, la que usa comúnmente para lastimar o matar a sus enemigos, la que usa para reclamar y marcar a su destinada y la última que es para convertir a otros humanos. Esta última muy poco se usa, pues la mayoría de los humanos no resisten la transformación, pero no le importó, él necesita traerla de vuelta, necesita a su cachorrita a su lado. Debe redimir su estupidez, él debe ganarse el corazón de su luna mientras paga su falta.

―Por favor, cachorrita, abre tus ojos. ―Imploró mirándola a la cara con la esperanza de ver esos hermosos e inusuales ojos. ―¡No puedes irte, te lo suplico! ―Gritó perdiendo totalmente el control de sus emociones. ―¡Despierta, Enola! ―El llanto de sus hijos lo derrumbó por completo.

Kato lo miró con odio, no pudo evitarlo. Si él no hubiera sido tan débil, ella no hubiera sufrido y no estaría muerta. Incapaz de verla entre sus brazos, se la arrebató y tras acostarla nuevamente en la cama, lo tomó del cuello y apretó con fuerza.

―¡Toda la culpa es tuya! ―Le gritó a la cara. ―¡Tú la mataste! ―Tanok lo miró a los ojos y no se defendió, él la ha perdido. ―Por tu culpa, tu debilidad y fácil manipulación la lastimaste sin cuestionar nada. ―La hechicera decidió meterse.

―Alfa, está siendo injusto con ese lobo. ―Lo miró a los ojos, ella no tapará el sol con un solo dedo, él ha sido el primer culpable. ―Este hombre fue hechizado, nada es culpa de él. ―Tanok la miró como si estuviera vacío. ―Su poder logró mantener el hechizo a raya, pues aun estando atraído por una mujer, él jamás dejó de amar a su destinada. ―Miró a Enola y las mordidas en su cuerpo. ―Intentaste convertirla, ¿Cierto? ―Kato al escuchar eso y ver como bajaba la mirada, le soltó un puñetazo que hizo retroceder a Tanok.

―¡No te lo permitiré! ―Gritó furioso. ―¡Ella no se convertirá en loba! ¡No merece esa vida! ―Tanok le detuvo la patada y aun con su dolor, lo miró a los ojos.

―No permitiré que mis hijos queden sin madre, ¡No voy a perder a mi luna por mi maldit4 debilidad! ―Gritó para aligerar la carga que tiene dentro. ―Haré lo que haga falta para que regrese a mí. ―Dejando de lado a Kato, caminó hasta la cama y cayó de rodillas, ver a su mujer muerta y a sus tres cachorros llorando con desesperación lo destruyó. ―Ella, por primera vez en la era roja, dio a luz a tres cachorros del alfa más fuerte del mundo, siendo una simple humana, soportó mi rechazo, aguantó llevar a mis hijos dentro y fue capaz de traerlos al mundo, aun cuando eso le arrebató la vida. ―Acarició las mejillas de Enola. ―Ella soportará ser convertida en lobo y será de las más fuertes.

―El ritual. ―La hechicera se sorprendió. ―Pero desde hace milenios no han intentado convertir a alguien con la luna de sangre. ―Tanok asintió. ―Y sin contar que jamás se había hecho con humanos y mucho menos que estuvieran muertos.

―¡Tengo que intentarlo! ―Se aferró al cuerpo inerte. ―Necesito que la Diosa Luna me la devuelva, ¡Me lo debe por bendecir mi unión con Katriona! ―Las lágrimas se deslizaron por sus mejillas.

―Si crees que permitiré que te la lleves de aquí, estás muy equivocado. ―Kato se paró tras de él. ―Ella no hacía más que odiarte por cuanto la hiciste sufrir. ―gruñó apretando los puños. ―¡Tú desconfiaste de ella, la metiste a un calabozo y no la defendiste de su sentencia!

―¡¿Qué sabes tú?! ―Tanok se puso en pie y lo enfrentó ahora envuelto en ira. ―¡Dudé, lo acepto! ―Limpió sus lágrimas. ―Pero recapacité, quizás tarde, pero yo enfrenté el consejo por ella, ¡Los convencí de que me permitieran estar a su lado aun cuando pensaba que el bebé era tuyo! Pero mi hijo se la llevó justo cuando yo iría por ella. ―Miró a su cachorrita con esperanzas de que lo escuchara. ―Yo sabía que algo estaba mal, ¿Acostarme con otra mujer y destruir de esa manera a mi hijo y a mi destinada? ―Negó una y otra vez. ―Sería incapaz de eso aun estando muy ebrio.

―¿Te enamoraste de ella? ―Gruñó elevando el calor de su cuerpo. ―¡¿Osaste a enamorarte de mi mujer?! ―Kato mantuvo la mirada alta, no se arrepentirá más que de ocultarle la verdad a ella.

―Y me lamento no haberla hecho mi pareja cuando estaba en vida. ―Lo miró a los ojos. ―Déjala en paz, si realmente te duele su perdida, no intentes algo que puede salir mal. ―Tanok se tensó por completo. ―Es antinatural lo que estás intentado, ella no respira, no está al borde de la muerte, ¡Ya está muerta! ―Gritó.

Tanok giró para ver a su mujer y parte de él sabía que Kato tenía razón, pero no se podía quedar sin intentarlo, quizás ella estaba muy débil y su mordida logró hacer algo. Se convenció de que en ella todavía quedaba un soplo de viveza.

―Si tengo que dar mi vida por ella, lo haré. ―Lo miró a los ojos. ―Si debo enfrentarme al Dios del inframundo para que me la devuelva, no lo pensaré dos veces. ―Desvió la mirada a sus hijos. ―Ella merece más la vida que yo.

―En eso tienes razón, pero no es la manera. ―Tanok se negó a discutir más, él jamás comprenderá lo que se siente perder a una destinada y mucho menos después de actuar de manera tan estúpida, ¡Un maldi0 hechizo lo llevó a cometer muchos errores y nadie se percató de ello! Se reprendió lleno de furia con él mismo. Ni siquiera que Kato dijera la verdad de que él fue quien inició todo lo alivia, la culpa es únicamente de él por ser tan débil y dejarse afectar por un hechizo.

―He llamado a las demás. ―La hechicera entró a la habitación. ―En dos semanas será la luna roja. ―Lo miró a los ojos. ―Puedo hechizar su cuerpo para detener la descomposición, la bruja principal estará presente. ―Ladeó su sonrisa. ―La líder del aquelarre más poderoso de todos los tiempos se interesó en trabajar conmigo. ―Tanok miró a sus hijos, no sabe exactamente como saldrán las cosas, quizás su dolor lo esté llevando a cometer ese error, pero ¿Cómo sería él capaz de no intentar devolverle la madre a sus hijos?

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