Alfa, El Padre De Mi Ex Me Enamoró romance Capítulo 26

Enola se asombró por aquello, ella es una deidad, no debería tener a un destinado, pero recordando que ahora es como una loba normal, ignoró ese sentimiento al igual que Tanok y ambos se atacaron sin importar nada. Ambos humanos estaban denominando a sus lobos a pesar de que ellos intentaban parar de pelear.

Tanok logró dominar a Enola así quedando sobre ella, mirar esos ojos violetas lo hizo flaquear, así que ella, haciendo uso de su fuerza, quedó sobre el gigantesco lobo. Enola utilizó su poder de Diosa y lo dejó inconsciente, lista para seguir con el resto, pero esos ojos celestes brillantes la dejaron confundida.

{Deben huir} Tanok recobró la conciencia rápidamente, fue un buen golpe, pero no se puede dejar vencer y que sus guerreros mueran. Ha sentido el poder de esa mujer.

{Padre, tú también tienes que venir} Ikal se negó a dejarlo.

{Tienes a mi nieto, ¡Largo de aquí Ikal!} Enola dejó de pelear al escuchar la conversación, ¿Ikal? Sin importar que Tanok la estaba sometiendo, se dio el tiempo de mirar a su alrededor y entonces cayó en cuenta, ¡Los conoce a todos!

{¿Tanok?} Enola lo miró a los ojos y Tanok por un segundo bajó la guardia así pasando sus ojos de rojo a celestes, ¿Cómo sabe esa bruja su nombre?

―Mierd4. ―Tanok gruñó al verse convertido en humano, ¿Qué caraj0s había pasado? Se preguntó al verse desnudo en medio del campo.

{Dejen que escapen, ya no los ataquen más} Todos miraron a Enola descolocados, ella jamás deja huir al enemigo y menos a uno tan poderoso como ellos.

{¿Alfa?} Naran la miró sin comprender.

{Obedezcan a su alfa} Ordenó Kato, cinco años, pasaron cinco años y ahora ahí estaban como si no conocieran a su propia creadora, ¿Qué es lo que había pasado?

―¡Maldit4 bruja! ―Enola mordió su cuello hasta dormirlo, todo en ella es un caos, su alfa está ahí y no lo comprende ¿Cómo es posible que ella lo viera morir y sentir la conexión romperse en ese mismo instante y que ahora esté frente a ella? ¿Por qué no lo sintió si estaba vivo? ¿Por qué no lo supo? La respuesta era clara, ya no había conexión y él al igual que ella oculta su olor, pero no lo quería aceptar, ella es una Diosa, debió sentirlo.

―Llévenlo al calabozo y tengan mucho cuidado, es peligro. ―Miró a sus espaldas, todos estaban huyendo, ¿Por qué no la recordaron?

―Esto es imposible. ―Kato se paró a su lado. ―Yo los busqué el primer año y no había señales, ¿Cómo pudieron volver sin que yo me diera cuenta?

―Tú estabas con ellos. ―Enola lo miró. ―¿Por qué al reencontrarnos tú sí pudiste reconocerme? ―Kato no se lo explicaba.

―Es mejor limpiarlo todo, debemos hablar. ―Enola ayudó a sus guerreros lastimados a sanar, también reconstruyó el muro y calmó a las personas.

Una vez se sintió capaz de organizar sus ideas sin desear vomitar por el desconcierto que no la abandona, se reunió con Kato, es el único que estuvo ahí ese día y quien puede ayudarla a entenderlo todo. ¿Cómo es posible que el amor de su vida esté ahí? ¿Cómo es que volvió de la muerte? No lo comprendía.

―Está aquí. ―Susurró consternada. ―Me enfrenté a mi pareja, Kato. ―Lo miró con ojos inquietos. ―Mi loba lo reconoció como su destinado y sé que su lobo también me reconoció a mí. ¿Acaso es posible que después de todo seamos el destinado del otro?

―Es algo impensable lo que está pasando. ―Kato pasó la mano por su cabello. ―Nadie te reconoció, Enola, eso es más extraño. ―Enola inició a llorar como no lo había hecho por años, ¿Qué estaba pasando?

―Yo… yo, ¿Les borré la memoria sin querer? ―Lo miró sintiendo culpa. ―En el momento que los hice desaparecer, deseé con todas mis fuerzas que no recordarán ese día ni nada que estuviera relacionado conmigo, no quería ser el motivo de su dolor y perdidas.

―Pero yo estaba ahí. ―Kato no lograba dar con la respuesta. ―Después de que tú te marchaste y los tres grandes hicieran lo mismo, todo se tornó negro y al despertar me vi solo en medio de los cuerpos. ―Se puso en pie. ―¿Será posible que tu poder solo actuara con los miembros de la manada BloodMoon? ―Enola apretó su pecho con fuerza.

―No puede ser posible, yo les borré la memoria inconscientemente. ―Se llevó las manos a la boca. ―Ellos jamás me perdonarán… ¿Cómo es posible?

―No seas dura contigo misma, solo querías evitarles el dolor. ―Trató de tranquilizarla. ―Pero aun con todo eso, no puedo explicar como Tanok vivió, yo lo vi muerto al igual que los demás. ―Tomándole las mejillas entre sus manos, la miró a los ojos. ―Te seguirás martirizando, lo sé, la culpa te carcome y lo entiendo, pero si no vas y hablas con él, nada se aclarará. ―Le limpió las lágrimas. ―Es tu destinado, ahora eres una loba por completo y no podrás ignorar esa conexión, bueno, tú sí, pero tu loba por supuesto que no.

―Tengo miedo. ―Tembló demostrando esa debilidad que no había experimentado por tanto tiempo. ―De pronto me siento como la mujer indefensa que fue rechazada por el hijo y reclamada por el padre solo para volver a sufrir. ―Kato sintió pena por ella, verla tan mortificada no le gustó.

―Piensa en todos esos momentos en los que deseaste tenerlo contigo. ―La obligó a sentarse para arrodillarse frente a ella. ―Recuerda todas esas noches en las que llorabas mientras mirabas a tus hijos y te sentías aterrada… haz memoria de como gritaste, lloraste y suplicaste para que te quitara el dolor de haber perdido al amor de tu vida y tu bebé. ¿Acaso no es esta una oportunidad?

―¿Qué haré si les devuelvo la memoria y me odian? ―Kato sabía que el consejo que le daría podría ser un problema en el futuro, pero de no hacerlo ella jamás se animaría.

―Decidí ocultar mi olor, de esa manera alejaba a todos los lobos, no quería que nadie se sintiera atraído a mí. Tú hiciste lo mismo, ¿No? ―Hablarle como si fueran dos desconocidos se sintió demasiado extraño para Enola.

―Así que me rechazaste antes de encontrarme.

―Aaahhh. ―Enola se quejó por el fuerte agarré a su cuello, no debió acercarse tanto, se llamó tonta. Para él ella no es más que una desconocida.

―Pero ahora te tengo justo a mi alcance. ―La miró a los ojos con los suyos brillantes como siempre. ―Bien podría matarte y dejarle el camino libre a mi gente, ¿No lo crees? ―Enola aferró las manos en el brazo de su alfa, no utilizará su poder en él, eso nunca.

―¿Piensas matarme? ―Habló forzada. ―¿Acaso ignorarás nuestra conexión?

―¡A mí no me hace falta una destinada! ―Gritó furioso. ―No quiero una debilidad en mi vida. ―Enola estaba casi sin aire y quizás aquello nublaba su juicio, pero liberándose de su agarre, apareció dentro de la celda sorprendiendo a Tanok. ―¿Qué tipo de loba eres? ¡Bruja! ―Enola ladeó la sonrisa.

―Soy una pequeña cachorrita que creyó lo había perdido todo. ―Tanok se sintió congelado. ―Soy esa que fue rechazada por el hijo y reclamada por el padre. ―Aprovechando el desconcierto en él, le saltó encima y sacando sus dientes lobunos, sonrió. ―Soy tu destinada y te reclamo como mío, alfa oscuro. ―Sin piedad encajó los dientes en el cuello de Tanok, al ambos ser alfas será muy difícil y más si él se resiste, pero es la única manera que puede acercarse a él.

Él la marcó sin previo aviso y después no podía estar sin él, por mucho que lo rechazaba, aquella conexión no le hizo posible alejarse sin sufrir las consecuencias. Si logra marcarlo como suyo, él se verá obligado a permanecer a su lado por mucho que se niegue.

Tanok sintió un dolor extremo, aun con su fuerza y su masa corporal sentía que aquella mordida le estaba arrancando la vida, su alma se estremece con violencia dentro de su cuerpo y su corazón late de manera irregular, como si deseara seguir un ritmo que no es el suyo.

―¡No! ―Gritó con todas sus fuerzas intentando no sucumbir a esa poderosa conexión, pero no fue lo suficiente, desmayó tras el dolor tan insoportable.

―Supongo que ser una Diosa me ayudó. ―Lamió sus labios. ―Volviste a mí, Tanok y no permitiré que te vuelvas a ir. ―Su lado protector, posesivo y territorial salió a flote. ―Ahora agradezco haberme convertido en loba como consecuencia de ocultar mi poder y presencia. Eres mío, alfa oscuro.

{Mío} Aulló la loba llena de frenesí por finalmente tener a su destinado.

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