Alfa, El Padre De Mi Ex Me Enamoró romance Capítulo 37

Una total pesadilla es lo que está pasando Enola con la furia de su esposo, que haya recordado solamente la parte mala de toda la historia, la tiene en un estado constante de agonía. Por mucho que haga para tratar de arreglar las cosas nada parece ser suficiente, su bestia está siendo eso, una bestia desalmada que no le presta atención y prefiere mil veces ignorar todo de ella que enfrentar el problema que tiene.

Tanok está tan decepcionado que ni siquiera soporta ver a su mujer, pero la ama mucho más y por ello es incapaz de marcharse y dejarla atrás. Intentó hablar con su hijo, pues creyó que él también le había mentido al ocultarle algo como eso, pero Ikal no recordaba nada y lo llamó loco. Para él el único consuelo son sus hijos, nieto y la sexy maestra que se ha vuelto alguien de valor para él. Ella lo comprende y lo escucha, además sabe como distraerlo y hacerle olvidar su frustración y enojo.

Nahil se vio en el fuego cruzado, pero prontamente se puso del lado de Enola, una noche de conversación fue todo para entender que podían tener una bonita amistad y así ha sido por el último mes. Tanok por supuesto odia verla pasar tanto tiempo con él, pero calla, ignorarla es lo mejor.

―Mami. ―Los niños corrieron al verla entrar a la cocina. ―¿Desayunarás con nosotros? ―Huilén la miró con ojitos brillando de la euforia.

―Lo siento mucho, mi amor. ―Enola acarició el pelo blanco de su hija. ―Mamá tiene una reunión importante y para eso debo trabajar en algunas cosas antes. ―La miró a los ojos con una sonrisa. ―Prometo que, para mañana, nos iremos a divertir, ¿De acuerdo? ―Miró a los niños. ―Los cinco nos vamos al centro comercial.

―Por supuesto, el trabajo es más importante que desayunar con tus hijos. ―Gruñó Tanok con irritación, solo le bastó un día para reponerse, ella actúa como si nada le doliera y odia eso.

―¿Puedes no hacer ese tipo de comentarios frente a los niños? ―Lo miró con enojo.

―Niños, hoy me toca llevarlos al colegio. ―Ikal se puso en pie, no entiende que es lo que está pasando, el estado de Enola al inicio, la furia de su padre y lo que le reclamó es simplemente absurdo a su parecer.

―Los amo. ―Enola se despidió de sus bebés y una vez quedó sola con ese animal, lo miró a los ojos. ―¿Cómo es posible que estés cometiendo el mismo error del pasado? ―Tanok endureció más el gesto. ―¿No puedes entender que eso que has recordado es solo parte de la historia?

―¡Fuiste mujer de mi hijo! ―Gritó furioso por ese hecho. ―Nada más importa, ¿Cómo eres tan desvergonzada? ¡No te bastó con f0llarte al padre de tu ex! ¿Ahora también buscas meterte con mi beta? ―La bofetada lo calló.

―Es la última ofensa que te voy a tolerar. ―Lo miró con firmeza. ―Si tan seguro estás de que soy una zorr4, puede dejarme en paz e irte de la casa. ―Su respiración se agitó, está furiosa y dolida. ―Los niños lo van a comprender, por ellos no debes preocuparte, pero no voy a permitir que andes por ahí con esa maldit4 mujer. ―Tanok la miró confundido y Enola sonrió con furia. ―¿Crees que no sé con quién sales después del trabajo? ¿Acaso me crees tan estúpid4 como para creerme ignorante de con quién compartes tu dolor? ―Hizo una mueca por el dolor en su corazón. ―Lo que al parecer no tienes claro es quien soy yo, y escúchame bien, Tanok, no eres el único que se puede divertir en compañía del sexo opuesto. ―Dando media vuelta intentó retirarse, pero el fuerte agarre en su brazo la detuvo.

―¿Acaso me estás amenazando? ―La voz le salió forzada. ―¿Crees que te estoy engañando con otras mujeres? ―Ese hecho lo enfureció. ―¡Por mucho que me joda te sigo amando más que a nada en este put0 mundo! ―Gritó exasperado. ―No tendría la voluntad ni las ganas para acostarme con otra y lastimarte de esa manera, pero si te veo con otro hijo de put4 juro que le arrancaré la cabeza sin importarme como, ni donde estemos. ―Enola lo miró por sobre su hombro, la arrogancia en esa mirada superó a Tanok. ―Pruébame, y lo verás. ―Concluyó con determinación.

―Nunca había conocido a un hombre tan hipócrita como tú. ―Ladró con asco. ―¿Por qué no solucionas las cosas? ¿Por qué no tratas de aclarar la situación? ―Sin previo aviso tocó su frente con la palma de su mano, ella debe devolverle la memoria de una buena vez. Al intentar entrar a su cabeza, todo rebotó así, haciéndola pasar un terrible dolor.

Enola lo miró con desconcierto, es como si él repelara su poder, ¿Cómo es posible eso? ¿Es el rechazo que siente por ella? Las preguntas invadieron su cabeza dejándola en un estado de inhibición que no comprendió.

―No vuelvas a intentar usar tu poder en mí. ―Sentenció más furioso. ―No permitiré que me vuelvas a controlar, Enola, ¿Lo comprendes? ―La tomó fuerte de los brazos. ―No seré más tu títere, quizás seas mi luna, pero no voy a sucumbir a tus maldit0s juegos.

―¡¿Qué juegos?! ―Gritó rabiosa. ―Aquí el único que considera esto una artimaña eres tú y me estoy enojando mucho, Tanok. ―Lo miró a los ojos, las ganas de llorar y gritar que parara eran realmente fuertes, pero ella lo era más y no se iba a quebrantar frente a él, lloró por un día entero y no lo volverá a hacer. ―Ya me han humillado muchas veces y no permitiré que lo vuelvan a hacer, ni siquiera tú con lo confundido que estás. ―Se soltó de él. ―Piensa bien las cosas, yo tengo un límite y estoy a punto de llegar a él. ―Sin mirarlo por última vez, salió de la casa y tras montar a su auto se puso en marcha.

No comprende nada, ¿Por qué Ikal no recuerda nada? ¿Por qué no puede entrar en la cabeza de Tanok? ¿Por qué de pronto su familia se está destruyendo desde adentro? Limpiando sus lágrimas de furia, lo comprendió, su mentira finalmente le explotó en la cara y ahora su alfa tiene una sola verdad. Ella es la zorr4 que durmió con hijo y padre, solo eso hay en su cabeza y ahora no puede mostrarle toda la verdad porque él se niega y teme a que le borre la memoria nuevamente.

Nahil sonrió al verla entrar, esa mujer da miedo. Acercándose a ella, le tendió el café que había comprado para él, Enola como siempre lo aceptó con una sonrisa. Al parecer es el único que la apoya, Ikal la apartó totalmente después de que Tanok le reclamara las cosas.

―Lo es, pero no olvides que yo soy un simple beta, soy menos poderoso que ellos. ―Besó su cabeza. ―Te invito a salir hoy, Ikal se quedará con los niños. ―Le guiñó. ―Divertirte una noche al puro estilo de los humanos, te gustará. ―Enola sonrió, ni siquiera cuando creía que era humana, podía divertirse, la única que la obligaba era Katriona y lo hacía para revolcarse con Ikal.

Las horas de trabajo llegaron a su fin, todo un día sin ver a su esposa solo porque decidió trabajar en otro piso para no estar cerca de él. ¿Cómo es que ella, aun cuando dice que no es culpable, decidió estar lejos de él, incluso en el trabajo? Su propio gruñido lo hizo salir de sus pensamientos, por supuesto, ha sido un auténtico idiot4 con su cachorrita, pero ¿Cómo no serlo? Le borró la memoria a todos para ocultar su pasado, ella tuvo la oportunidad de hablar con la verdad, de contarle las cosas y confesarle que era la mismísima Diosa Luna, pero optó por callar y verle la cara de imbécil.

El bar estaba, como siempre, buen ambiente, buena música, no tan lleno de personas y la compañía que lo estaba esperando, fue lo mejor, no se la esperaba ahí. Tras respirar hondo, se internó en el lugar hasta quedar en la barra.

―Vaya, este lugar se pone mucho mejor. ―Elizabeth agrandó la sonrisa. ―¿Cómo está, señor, Nukak? ¿Otro día lleno de decepciones? ―Tanok se sentó a su lado después de saludarla con un beso.

―Digamos que son una completa mierd4. ―Bromeó con su verdad, no poder perdonar a su mujer porque no le nace, es una odisea. ―Como se comportaron los niños hoy. ―Elizabeth agrandó la sonrisa.

―Estupendo, me aman y yo a ellos. ―Le guiñó. ―Pero dejemos a los niños fuera, es hora de los adultos. ―Le dio el trago a la boca.

Enola que había visto la escena, con pasos firmes y seguros, se acercó a ellos y poniéndose al lado de Elizabeth, sonrió con gracia. Tanok fue el primero en darse cuenta de su presencia

―¿Tanto acapara tu atención que ni siquiera me sentiste venir? ―Miró a su hombre y después a la mujer. ―Que pasen una estupenda noche. ―Sin perder su sonrisa, inició a alejarse de ellos, pero Elizabeth no estaba dispuesta a dejarla ir con facilidad.

―Enola.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Alfa, El Padre De Mi Ex Me Enamoró