Ares miró extrañado el lugar, hacía un tiempo que no veía a su lucecita y ya eso no era tan normal, ella poco se relaciona con los demás y jamás se separa demasiado de él. Dejando a sus amigos de lado, decidió ir a buscarla, quizás estaba en la cocina o en el jardín.
Tras buscarla en los posibles lugares donde ella estaría, decidió ir a la habitación, parecía haber desaparecido sin dejar pistas y eso era algo imposible, hay guerreros cuidando el castillo. Al entrar a la habitación, no la vio, tampoco estaba en el baño, eso lo preocupó mucho más.
―¿Selene? ―Intentó llamarla y probar suerte. ―¿Por qué no estás en la fiesta? Se supone que es tuya. ―La buscó en cada rincón y no había señales de ella. ―¿Dónde te metiste? ―Al ver sobre la peinadora, descompuso el gesto, ¿Qué hacía ese pergamino ahí? ―Ares. ―Inició a leer en voz alta.
“Sé que no tengo perdón de ti ni de nadie, yo te traicioné al igual que a mis hermanos y para salvar a mi familia también los traicioné a ellos.
Diste todo de ti y sé que hubieras sido un buen esposo, pero mi corazón late por alguien más y jamás podría haber latido por ti, me siento realmente mal por jamás poder corresponderte como te lo merecías, pero en mí no está traicionar a quien amo.
Te pido disculpas por romper tu corazón una vez más, sin embargo, no podría vivir en un mundo donde mis bebés no existan ni tampoco el amor de mi vida; ya no existiré en ninguno de los mundos, pienso sacrificar mi poder, mi sangre y mi vida para crear un equilibrio en el universo.
Los Dioses se quedan en el olimpo y los demás seres en el plano terrenal. Si mi reencarnación llega aquí, espero que ella sí pueda amarte como no lo hice yo, y por favor… no te cierres al amor, en la vida siempre hay alguien destinado a nosotros, aunque no lo parezca.
Te pido que tampoco me juzgues, el amor que siento por Tanok es más de lo que puedo resistir, confío en que algún día cuando encuentres a esa persona por la que no dudarías ni un solo segundo en proteger con tu vida, cuando ese alguien te lleve a estar a su lado aun cuando todo está en su contra, me entenderás, pero hasta entonces, no me odies ni llenes tu corazón de resentimientos.
Gracias por intentar hacer de mi agonía algo soportable aun cuando todos los líos, guerras y dispuestas fueron por mí.”
―Señor. ―Uno de los guerreros entró a la habitación. ―Hemos encontrado a tres de nuestros guerreros muertos y la conexión con el plano terrenal fuerte cortada. ―Ares tiró la carta con rabia, esa mujer lo abandonó nuevamente y esta vez dejándolo fuera del juego para siempre.
―Quiero que la encuentren, quizás haya montado todo este teatro para desviar nuestra atención y escapar con vida. ―No se lo podía creer. ―Zeus. ―Gritó llegando al salón donde se estaba dando la fiesta. ―Tu hermana ha huido y si es cierto lo que me dejó en esa maldit4 carta, nos ha sellado definitivamente. ―Lo miró a los ojos. ―Olvídate de aparearte con las humanas. ―Zeus rápidamente movió a su gente.
Las cosas fueron tal y como las dijo Enola, selló el olimpo, dejó a los Dioses fuera y ella había escapada para dar su vida a cambio. La ira de los Dioses explotó de inmediato, los intentos por reconectar ambos mundos no dieron resultados y eso creó una enemistad que terminó en guerra.
Tahiel, Aluhe y Huilén corrieron lo más rápido que pudieron, Tanok escapó justo cuando la ceremonia lo uniría por siempre a la que sería su nueva esposa. Ikal se quedó en la manada con los demás guerreros, sabían que aquella imprudencia pondría a su gente en el ojo del huracán.
Los cachorros se detuvieron en seco al escuchar el ensordecedor ruido que pareció estremecer a todo el mundo sobrenatural, pero pasando de su miedo, siguieron buscando a su padre, su hermano mayor les pidió que se lo llevaran lejos para evitar una disputa y deben hacerlo.
El golpe fue tan fuerte que un ruido seco se extendió a varios kilómetros sonando como un rayo al chocar contra la tierra.
Enola abrió los ojos al quedarse sin aire debido al golpe, su poder hizo una última voluntad, salvarle la vida. Mirando el cielo mientras permanece quieta boca arriba en el piso, pudo apreciar como el mundo de los Dioses vibra con ira por lo que ella había hecho, pero está en paz, ahora sabe que ellos jamás volverán a la tierra.
Con un dolor agonizante en su cuerpo y sin la posibilidad de sanarse en el acto porque ya no es más una Diosa, se convirtió en lobo para que Violette sanara más rápido. Al ponerse en pie, no pudo sostenerse por demasiado tiempo, así que permaneció echada tratando de respirar y no morir por tal caída.
La pesadez de sus parpados estaba haciendo de las suyas, ella se estaba quedando dormida ahí a la deriva en medio de la nada, pero rápidamente espabiló, ella debe huir cuanto antes, no sabe ni siquiera donde está, la desorientación todavía no se le quita y duda mucho que lo haga pronto.
{Bebés} Aulló Violette deteniendo la carrera, estaba intentando salir del bosque, pero ese inconfundible olor la detuvo. {Mis niños} Sin pensárselo dos segundos, corrió en busca de sus cachorros, ahora sabe lo que es verdad, el portal lleva a donde tu corazón lo desea y no la mente.
{Estás aquí, madre} Aluhe la miró como si se tratara de un fantasma.
{Mis niños} Enola tomó su forma humana sin importar el insoportable dolor que siente en todo su cuerpo, ella quiere abrazar a sus hijos. ―Los extrañé tanto… pensaba morir sin ustedes a mi lado. ―Inició a llorar, ella estaba dispuesta a quitarse la vida, pero algo deseaba verla feliz y le permitió ese reencuentro. ―Mis amores… oh mis niños hermosos. ―Los besó hasta el cansancio.
{Estás aquí} Tanok se sintió en paz ante la presencia de su mujer. {No eres la misma, pero estás aquí} Susurró uniéndose a su familia.
―Ya no soy más una Diosa. ―Sorbió los mocos. ―Es una larga historia, pero ¿Qué hacen ustedes aquí en medio de la nada? ―Tahiel recordó en el lío que se metió su padre.
{Papá dejó a quien sería su pareja plantada en el altar y de no marcharnos al mundo humano, estará en muchos líos} Enola miró a su lobo.
{Es una larga historia, lo único que puedo decir ahora es que no podría estar con nadie que no seas tú} Tanok la olfateó un poco más, no es el mismo olor, pero sin duda ocasiona estragos en él de la misma manera.
{Tenemos que irnos, pronto amanecerá y no será fácil pasar a papá} Los apremió Aluhe. {Ya podremos hablar después} Enola tomó su forma lycan y junto a su familia se encaminó a ese futuro que no sabía que tendría.
Quizás las cosas debían suceder justo como lo estaban haciendo, ella marchándose al mundo de los Dioses para después estar dispuesta a sacrificarse y dejarlos fueras, después su esposo huyendo antes de poder unirse con otra mujer y eso lo ha obligado a escapar del mundo sobrenatural.
Ellos están hechos para estar juntos y esta última prueba ha sido la más contundente, es hora de buscar otro camino y avanzar.
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