La mirada de Mario se enfrió, -¿Estoy buscando la muerte? Por qué dices que estoy buscando la muerte? ¿Porque toqué lo que querías?
Jaja jaja... ¡Tú, por cierto, no has cambiado nada, cuántos años han pasado, y sigues terco, paranoico, egoísta!-
Cada una de sus palabras, mostró la indiferencia y burla interminable, tenía una cara tan parecida, los ojos, largas y fríos, cejas oscuros como la noche, ¡Qué parecidos eran sus rostros!
Sin embargo, Mario, consideraba al hombre a su frente como un principal de los malvados.
De manera inesperada, Joaquín no se sintió irritado y miró hacia él, -¿Terco? sí. Paranoia, sí. Egoísta, sí.- Con una arrogante actitud, le respondió con desprecio, -Pero, ¿qué tienes que ver contigo?-
¡Las palabras que se dirigieron eran tan arrogantes, lo que reflejó su carácter dominante!
Nunca se rendía , siempre era el rey, y menospreciaba a todos,
¡Incluso, el hombre a su frente, tenía un rostro similar a la suya, no se rendía!
¡La mano de Mario, que estaba colgada tranquilamente, se apretó con fuerza!
Como ira de fuego en sus ojos, enojado y enojado, dijo, -
¡Tú la tratabas así, así la trataabas a esta mujer, cuando ella te amaba, tú no la valoraste, sin preguntarle lo que pasó, la echastea la cárcel!
¿En serio no lo sabes?
¿Realmente no sabes que en ese lugar se padía borrar la humanidad de una persona?
Ella salió de la cárcel, ella no quiería verte, cuando estaba con el trabajo de limpieza, ella dejó su dignidad a un lado, ella trabajó como sirvienta de limpieza sin importar de su identidad como señorita dama!
¿No tienes la certeza de que ella sólo quiere distanciarse del pasado, de esa Denis que te amaba como una idiota?
Despreciaste su voluntad, la humillaste, cuando trabajaba de limpieza, tenía que mantener firme su dignidad pobre... No! No la quieres, ¿Quién eres?
¡Tú eres Joaquín García, el que llama el pan, viene el pan!
¡Tú eres el jefe del Grupo García, que con una simple decisión, una frase, puede cambiar radicalmente el curso de la vida de una persona!
Nadie puede desobedecerte, ¿ella como puede hacerlo?
¡Es una reprobada por trabajos forzados, una mujer que antes despreciabas, una mujer que antes había sido condenada a muerte en tu corazón!
¡Ella, Denis Alonso!
¿Cómo puede desobedecerte? !
Quieres que ella completamente se incline ante ti.
Después de haber agotado todos los medios, tú consiguió su obediencia total.
¿Y por fin?
Al final lograste quitarle el último poco de su dignidad.
¡Gracias por dios!
¡Dios ya no podía soportar más!
Por fin, ella escapó.-
Pero los labios pálidos no podía convencer a Telmo de que el hombre, como él mismo había dicho, "no pasa nada".
Bajó la cabeza y echó un vistazo a los pies de Joaquín. Si no hubiera sido por su apoyo oportuno, ¿Joaquín todavía habría sido capaz de atreverse estar aquí en este momento?
A pesar de la incredulidad en el corazón, sin embargo, soltó la mano que sostenía el brazo del hombre a su frente, se paró detrás de Joaquín, con una mirada indiferente que lanzó a Mario que estaba al otro lado.
-Señor Telmo, piensa demasiado, tal cosa de conspiración, yo no puedo hacer esas cosas. dicen que si el corazón estaba lleno de bondad, todo lo que ve es bueno. El corazón está lleno de maldad, y lo que ve es malo.-
La expresión de Telmo cambió, el insulto fue demasiado obvio y estaba a punto de refutarlo, pero una voz se apresuró a adelantarse,
-Entonces, ¿Te jactas de ser bueno?- Joaquín le miró suavemente, y aunque no mostraba burlas en su cara, había sarcasmo en sus palabras, -¿Los hombres de bien hacen lo que hacen los ladrones?-
Él dijo, -Mario, si eres bueno, eso también es un tipo de hipocresía.-
Mario disparó con una mirada feroza a Joaquín, -¡Joaquín, después de tantos años no has cambiado nada! ¿Tú sabes por qué has llegado a esta altura?-
Mario friamente sonrió, -¡Porque eres egoísta! ¡Como la mujer de entonces! Después de todos estos años pensé que habías cambiado, parece que te sobreestimé. Después de todo, tú es el hijo de la mujer egoísta, ¡Y la sangre egoísta permanece en ti!-
Cuando esta palabra salió, Telmo fue el primero en cambiar de expresión.
-Mario! ¡Cállate!-
¡Antes de que Telmo pudiera terminar esta frase, una figura como el viento se pasó rápidamente por él!
Su corazó se dió un choque, extendió rápidamente su mano, pero, no pudo agarrar al hombre.
-¡Mario! ¡estás buscando la muerte! ¡Yo te satisfecho!- una voz fría y feroz se oyó.
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