Amante peligroso romance Capítulo 288

En la habitación, la mujer se paró tranquilamente frente a la ventana, donde había luces neón, reflejaba sombras coloridas; también había muchos tráficos y peatones, lo que parecía muy animado; había todo tipo de hombres y mujeres, pero contemplaba desde el alto edificio de su casa, solo se veía pequeñas manchas negras, que parecían hormigas.

Todo el mundo estaba viviendo su propia vida, y todo el mundo parecía estar feliz, pero quién sabía qué historia escondida cada uno tenía.

A lo mejor la persona que te encontrabas en la calle había pasado por muchas dificultades y sufrimientos, y estaba desesperada.

¿Y para ella?

¿Qué tipo de vida llevaba?

El hombre seguía estar afuera de la puerta y ella sabía que el hombre estaba nervioso en ese momento y se preguntó en su interior si había hecho algo mal.

Se sacó una sonrisa desesperada en sus labios.

El puño golpeó la pared con fuerza, y ella bajó la cabeza, inclinó la espalda, su cabello largo y negro tapó su rostro, sus hombros temblorosos revelaron su fragilidad y angustia en ese momento. Estaba perdida y contradictoria.

Vivian tenía la razón, Vivian estaba equivocada, Vivian tenía la razón, Vivian estaba equivocada.

¿Vivian tenía la razón o no?

Dio otro puñetazo contra la pared.

-No se olvida de lo que debería olvidarse, y olvida de lo que no debería olvidarse por completo, ja…- había una infinita ironía en sus ojos, -Sí, ¡qué ridículo!-

Nadie sabía si estaba acusando de ese maldito destino o de ese culpable que lo causó todo.

-Denisita, no me asustes a Joaquín.- la persona que estaba afuera de la puerta gritó ansiosamente. Desde el primer golpe en la puerta hasta los golpetazos en la puerta, después comenzó a patear la puerta, -Denisita, no me asustes a Joaquín, tengo miedo...-

¡Clic!

La puerta del dormitorio se abrió, dejando al descubierto un rostro inexpresivo, la mujer era como el crepúsculo, y había una marca de sangre en sus labios grises, claramente porque habían sido mordidos con fuerza.

¿Qué tipo de lucha estaba teniendo para morderse con tal fuerza hasta que saliera la sangre?

Ella levantó el pie, ignorando el rostro ansioso y preocupado que estaba fuera de la puerta, sostenía su edredón en su mano.

Todo se volvió al pasado.

La mujer caminó silenciosamente hacia el salón con el rostro pálido, silenciosamente extendió dos capas de edredones en el sofá.

A un lado, el hombre estaba ansioso, con una expresión de desconcierto que hizo que la gente se sintiera incómoda al verlo.

La mujer se evitó a mirarlo.

-A partir de ahora, no estás permitido entrar al dormitorio.- las palabras frías salieron de su boca.

El hombre, presa del pánico, agarró el dobladillo de la mujer que estaba a punto de irse y preguntó con ansiedad, -Denisita, ¿Joaquín he hecho algo mal? ¿Ya no te gusto Joaquín?-

-Suéltame.-

-No.-

El hombre negó obstinadamente con la cabeza.

La mujer bajó la mirada hacia la esquina de su ropa que fue agarrada por su palma sin pensar. El vacío de su corazón estaba lleno de amargura. Las palabras de Vivian giraban en sus oídos, como si fuera una vieja caja de música, reproduciéndose una y otra vez.

Extendió la mano, tiró de la esquina de su ropa con indiferencia y entró al dormitorio.

Había un pánico fugaz en los ojos del hombre que estaba detrás de ella, sin pensarlo, levantó el pie y corrió tras ella.

-Denisita, ¿qué he hecho mal? Dime a Joaquín, Joaquín no lo haré.- el hombre tomó el brazo de la mujer con fuerza de una manera nerviosa.

La mujer no dijo nada, levantó la mano sin expresión y le apartó los dedos de uno en uno, -Joaquín no has hecho nada malo.- para ella, fue el Joaquín García del pasado quien hizo lo incorrecto.

Este Joaquín en realidad era el mismo y ella quería ignorarlo, como le dijo a Vivian que no quería expulsar el poco amor que podía recibir de esta vida.

Pero ella estaba asustada.

Con el corazón indiferente, entró en el dormitorio, hizo clic, cerró la puerta de la habitación y a la vez cerró la puerta de su corazón, también.

Después de terminar de hablar, se dirigió al baño en grandes zancadas, se lavó apresuradamente, ni siquiera desayunó, se cambió de ropa y salió de la casa con la mochila.

Sabía que los ojos del hombre se fijaba en ella, y esos ojos llenos estaban húmedos y parecían querer llorar.

Se recordaba incansablemente, que no le miraba, Joaquín siempre era Joaquín. Esta persona, ella la desconocía.

Cuando fue al Grupo Alonso, Vivian se sorprendió cuando la vio, -¿Cómo puede la presidenta Denis sacar tiempo...-

-Tráeme la propuesta de cooperación con el señor Venancio. Aún tengo algunos detalles que debemos reconsiderar.-

-Pero…-

-Si es un plan de modificación que podrá ser más rentable para ambas partes, creo que la otra parte estará muy satisfecha. Vivian, en este mundo, nadie rechazará más dinero.-

¡Vivian se sorprendió!

¡Este definitivamente no era el estilo de Denis!

En cuanto al dinero, naturalmente a todo el mundo le encantaba.

Pero ella sabía que, para la tonta Denis, valoraba más a ese hombre. De lo contrario, ¿cómo habría llegado a esta altura de hoy?

-¡Vale!- contestó, luego se volvió y se fue.

Dijo que iba a sacar a Denis del lío, pero en este momento, estaba incómoda mientras escuchaba a esta tonta hablar sobre dinero y utilitarios.

En su propia oficina, llamó a Ivana tan pronto como entró.

Debido a la relación de Denis, Ivana e ella se conocían. Ivana era una mujer muy especial, una comerciante cordial y astuta, una mujer elegante pero humana, encantadora se quedaría corta para describirla. Sintieron como si fueran amigas de toda la vida al conocerse.

-¿Lo he hecho mal?- tartamudeó Vivian, -¿Es que soy demasiado creída y terca? ¡Pero no quiero que vuelva a sufrir!-

Ivana dijo, -No sé qué pasó exactamente, pero creo que hay algunas cosas en las que nadie debería intervenir. Pero no importa lo que le hayas dicho a esa tonta, ahora es su propia elección. Tú lo dijiste, ella te escuche o no, depende de ella misma.-

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