Un invitado inesperado entró a la fuerza en la oficina de Denis.
En ese momento, había otro socio en su oficina.
Se oyó un gran ruido.
Una persona entró corriendo, seguido por la secretaria general de la presidenta que quería detener al hombre, -Señor, no puede entrar. La presidenta Denis todavía tiene un invitado importante adentro.-
En la oficina, los dos escucharon el sonido y volvieron sus ojos hacia la puerta a la vez.
Denis torció la boca cuando vio al visitante.
-Lo siento, presidenta Denis, este señor insistió en interrumpir...- explicó la secretaria con culpabilidad.
-¿Por qué estás aquí?- preguntó Denis al hombre que estaba en la puerta.
-¿Por qué no puedo venir?- el hombre estaba pálido, tenía profundas ojeras, -Además.- se enfureció con la secretaria que estaba a su lado, -Abre tus ojos de perra y mira bien quién soy yo.- dijo la secretaria asustada por su expresión, -Sí, lo siento...-
Denis frunció el ceño y asintió con la cabeza hacia la secretaria, -Sal primero.- después de que la secretaria saliera jadeando de miedo y temblor, dijo -Sí.-
Y cuando Lla secretaria se dio la vuelta para irse, Denis miró quien había venido, hizo una pausa ligeramente, y detuvo a la secretaria, -Espera un momento.-
-Presidenta Denis, ¿algo más?-
Era una estudiante universitaria que se acababa de graduar este año y apreciaba poder trabajar en una empresa tan grande como esta. Pero no pudo impedir que este invitado inesperado entrara hoy, temía a que la jefa se enfadara con ella por no haber hecho bien un trabajo tan sencillo. Desde hacía un momento, ya se sentía intranquila.
Los ojos de Denis vieron todo y los bajó levemente, -Ve, prepara un vaso de agua caliente y tráelo.-
-Sí, presidenta Denis.-
La secretaria levantó el pie para marcharse.
Sonó en su espalda, -Además, no te pongas tan nerviosa, no te despediré solo porque dejaste a mi hermano mayor entrar a la oficina.-
La secretaria respondió aturdidamente y después de cinco segundos, casi gritó. ¿¿¿El hermano de la presidenta Denis???
Inconscientemente volvió la cabeza y miró al hombre que parecía enfermo, se asustó por esos ojos sombríos y salió apresurada de la oficina.
La tez de Valentín era terrible.
Denis se puso de pie, -¿Por qué no te quedas en el hospital recuperándote?-
-¿Recuperándome?- Valentín dijo sarcásticamente, -Si sigo quedándome allí, moriré.-
Al escuchar esto, enarcó levemente las cejas, pero en un instante, volvió a la normalidad y dijo en voz baja, -El hospital es un lugar para curar a los pacientes.-
Valentín apretó los dientes y miró a Denis, -Sabes por qué vine aquí. El hospital no puede salvarme.-
-Si el médico no puede salvarte, te ayudará menos el hecho de venir aquí.- dijo Denis a la ligera.
Valentín la miró profundamente, con un dejo de enfado en los ojos, pero también decisivo, -¿De verdad me vas a ver morir?-
No quería esperar más, durante la quimioterapia se le caía el pelo en mechones, antes odiaba llevar garra, pero ahora estaba haciendo lo que menos le gustaba.
Además, no podía prescindir de esos medicamentos.
No quería seguir viviendo miserablemente, cada noche temía irse a dormir por miedo a no poder despertarse a la mañana siguiente.
Odiaba al Dios por su injusticia.
¿Por qué le dejó padecer semejante enfermedad?
El rabillo de los ojos de Denis se dirigió al socio del trabajo que estaba sentado al otro lado de la mesa, quien era Venancio Gómez.
-Ahora me estoy muriendo. Te vas a quedar con el Grupo Alonso. ¿Estás satisfecha?-
Mientras lo decía, de repente se dio cuenta, -Ya entiendo.- señaló de repente a Denis, -Ya entiendo por qué el emparejamiento daba éxito, pero has estado reacia a donarme la médula ósea.-
Valentín sacó una sonrisa pícara, -Denis, padezco la leucemia, seguro que estás muy contenta en tu interior. De hecho, quieres que me muera pronto. Si me muero, te vas a poder apropiar de toda familia Alonso. ¡Denis, eres una loba! ¡No eras como me imaginaba!-
Denis se paró en la puerta de la oficina. Soltó la mano de la secretaria. Había una distancia de seis o siete metros, miró a la persona que estaba al final del pasillo. A excepción de Joaquín, este era el rostro masculino con el que estaba más familiarizada.
Crecieron juntos, y hoy, ¡dijo que ella era una loba!
Miró al hombre, temblando sin poder contenerse.
En su hombro, una mano la acarició suavemente para consolarla, -Denis, está bien, yo te creo.-
Venancio acarició tranquilamente el hombro de Denis, una y otra vez.
Valentín parecía haber descubierto que había otro hombre en la oficina, depositó la vista en Venancio Gómez y finalmente sobre su rostro. Justo se encontró con los ojos de águila de este último, y solo con una mirada, al momento siguiente, involuntariamente evitó esa terrible vista.
Pero sin querer mostrar debilidad frente a otro hombre, de repente levantó la cabeza y dijo sarcásticamente,
-¿Crees que la mujer que está a tu lado es una mujer sencilla e inocente? ¿Crees que es débil y necesita tu protección? Jaja, mira, este inmenso Grupo Alonso, que originalmente era mío, el nieto mayor de la familia Alonso, ahora está en sus manos.-
-Mi padre fue obligado por ella a pasar una vida jubilada sin llegar a la edad de la jubilación. Somos su familia, y ya es tan cruel. Por no hablar de los otros. Te aconsejo que tengas cuidado, no te dejes engañar por ella. Ella es la mejor actuando. Hasta el indiferente y arrogante Joaquín de familia García fue víctima de su engaño.-
-¡Valentín,ya basta!- un grito áspero sonó, Denis estaba estremeciendo, miró a la persona que estaba en el final del pasillo con una tez pálida, cerró los ojos y cuando volvió a abrirlos, ya estaban como estancados y muertos, -Sí, soy la loba, Valentín, tienes la razón, estoy contenta y quiero que te mueras pronto. Simplemente actuó bien y el Grupo Alonso es mía ahora. ¿No estás convencido?-
Levantó la barbilla y se burló provocativamente, -¡Si tienes la capacidad, puedes retomar al Grupo Alonso! Ay, es una pena que no puedas vivir mucho. ¿Cómo? ¿Estás enfadado? ¿Estás enojado?-
Su expresión cambió de repente, sus ojos mostraban tal frialdad que parecía haber escarchas y dijo con indiferencia, -Si puedes, pues intenta sobrevivir y vivir tu vida.-
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Los comentarios de los lectores sobre la novela: Amante peligroso