Amante peligroso romance Capítulo 323

-¿Qué significa eso?- Valentín se quedó pasmado de la sorpresa, Denis se dio la vuelta y quería irse, Valentín le cogió de la muñeca con prisa, -¿Enserio has encontrado donantes adecuados?-

Él miró fijamente a la mujer que estaba al lado de la cama, casi se le salió el corazón en ese momento, Denis le miró a Valentín, le veía con nervios, ansiedad, expectativa y esperanza.

Esperanza de vivir.

Ella sacó una sonrisa tierna y suave, era muy bonita, -Sí, lo he encontrado, Hermano, ya puedes seguir viviendo.-

Cuando terminó esa frase, le quitó la mano de Valentín con su mano delgada, parecía que ya tenía la decisión hecha.

Y se fue, cuando llegó hasta la puerta…

Valentín se quedó quieto al ver la sonrisa de su hermana y no la podía olvidarse nunca.

-Hermano, que tengas una buena vida.-

Cerró la puerta cuando acabó esta frase.

Valentín le dio las gracias en la habitación vacía.

Él llamó a la señora Yanet con mucha ilusión, -Mamá, estoy salvado, ¡no me voy a morir!-

Él estaba muy excitado en contarle esa noticia emocionante.

En el otro lado del teléfono, la señora Yanet no podía creer en lo que había escuchado, lo pensó durante tres segundos, finalmente aseguró que no lo había escuchado mal, no era un sueño,

-¿Enserio? ¿De verdad? ¿Quién ha sido el donante? ¿Quién es tan bondadoso? ¿Debería agradecérselo? Ahora llamo a tu egoísta hermana, hasta siendo tu hermana de sangre te ignoraba aunque te estuvieses muriendo y el donante ese siendo un desconocido va y te ayuda. Qué sinvergüenza que es.-

La cara delgada de Valentín se enrojeció de repente hasta las orejas dijo con una voz baja vergonzosamente, -Mamá no digas eso, el donante lo ha encontrado Denis.-

La señora Yanet se quedó inmóvil, después de medio segundo, habló sin razonamiento, -Me da igual, ella lo ha encontrado pero si no es ella quien te dona la médula ósea, ella aceptaba buscar a un donante, porque ella misma no quería lo hacer. ¿Te pensabas que era por ti? En realidad era por sí misma.-

La cara de Valentín se le puso más rojo, -Mamá estoy cansada, venga te dejo.-

Después de un rato, vino su médico de cabecera y le informó que podía hacer la operación del trasplante.

Valentín dudó en un segundo, pero finalmente no preguntó quién era.

El doctor solo le dijo, -Tienes mucha suerte, entonces a partir de hoy, vamos a hacer unas preparaciones para la operación, te voy a dar una receta de antibiótico, eso lo tienes que tomar obligatoriamente. Vamos a esperar hasta que todos los datos de tu cuerpo esté todo bien y ya se puede hacer la operación.-

El doctor sabía cómo estaba su situación y añadió, -Hay otras cosas en las que tengo que centrarme con tu familia, que la operación salga exitosa o no depende de la traslación de planta de hospitalización después de un mes.-

-Señora Denis, ¿segura que quiere donar su médula ósea? Aunque le falte un riñón no le pasaría nada desde el punto de vista sanitario y puede seguir viviendo como de costumbre.- la enfermera le dijo responsablemente, pero aún tenía cosas que no había contado, aún así Denis entendió a lo que se refería.

-A todas esas personas que les faltan un riñón, las que vendieron sus riñones no pueden trabajar bien, no pueden coger fuerzas, se cansan fácilmente… Todos esos son efectos secundarios que tenían las personas con un riñón menos. Confío en que usted lo tiene claro, también desde el punto de vista sanitaria, la médula ósea podría volver a crecer, pero con la salud que tiene usted… Además usted necesita inyectarse los factores de crecimiento durante cuatro o cinco días. Nosotros cogemos las células madre hematopoyéticas, después de la recogida podría tener fiebre en general. Usted sería un caso especial. Todas las operaciones van a tener una posibilidad de fracaso, la recogida de las células madre hematopoyética tampoco va ser segura cien por cien, aún existe una posibilidad pequeña de peligro, aunque podríamos ignorar esa pequeña posibilidad, todos los tratamientos del hospital existen ciertos riesgos de fracaso y su situación es muy especial. Señora Denis, ¿usted lo ha pensado bien?-

-Ya lo tengo claro, cualquiera cosa, lo tomo por mi cuenta.- cogió el boli, firmó en el papel el nombre que tenía en su DNI— Denis García.

-¿Su apellido no era Alonso?- la enfermera se sorprendió.

Denis le respondió tranquilamente, -El apellido de mi abuelo es Alonso. Lo cambió.-

La enfermera se quedó muy confundida por lo que dijo… El apellido de su abuelo era Alonso, ¿y se lo cambió?

Cuando Denis llegó a casa, se encontró a una persona alta y grande que estaba al lado de la puerta.

Ni se lo pensó y quería irse, pero ella se controló a sí misma, aguantó su deseo de salir, y se acercó hacia el hombre, -He visto tus llamadas y tus mensajes.-

Dijo la mujer antes de que el hombre hablara.

El hombre la estaba mirando fijamente, -Vale.- respondió en voz baja y preguntó,

-¿Por qué no me respondes a las llamada ni a los mensajes?-

Bajo esa mirada abrasadora, la mujer habló con tranquilidad, -Eres tú el que ha incumplido la promesa. Te dije que me dejes sola durante un tiempo, y estuviste de acuerdo, ¿no?-

Si le dijo que sí, ¿por qué venía a molestarla?

Eso no lo había dicho en alto.

El hombre se quedó pensando un segundo, no dijo nada pero admitió que sí.

El Grupo Alonso no había sido destruido por ella, de esta manera, ya podría no sentirse culpable por su abuela y que ya no debía a su abuelo por todas las cosas buenas que le hizo, ya no le importaba si su abuelo le trataba con sinceridad o no.

Ella lo tenía decidido cuando regresó, ella le ayudaba a su hermano a buscar donantes adecuados, si su hermano no podía aguantar hasta que lo encontrase, pues…

Sí, en ese momento cuando acababa de volver desde el Mar Fresco, ya lo había decidido de esta manera.

Su abuelo dijo que el Grupo Alonso pertenecía a Valentín.

Si el Grupo Alonso aún existía, Valentín no podría morir.

Ella tampoco era tan grande y no era que no le importaba su vida, así que ella esperaba más que cualquiera persona de encontrar un donante adecuado y sano para Valentín.

En lugar de morirse por un gran fin, ella no prefería ese final grande, lo que quería era disfrutar la vida en el Mar Fresco.

Quería ir al cementerio a visitar a Karin.

Al principio ella pensaba que el Joaquín que había perdido su memoria iba a ser un problema desagradable.

Pero ella había sido atraída otra vez por este “problema” cuando tenía la amnesia.

Pero la tonta era ella.

"Joaquín, me hiciste volver enamorarme de ti, y me dejaste otra vez en el infierno. Tú quieres que me quede a tu lado para siempre. Eres tan egoísta, paranoico, intolerante como solías ser. ¡Nunca has cambiado, estás como siempre!"

Esa persona que la cocinaba todos los días, ¡era un mentiroso!

Esa persona que hacía que entrase calor todas las noches, ¡era un mentiroso!

Esa persona que dijo lo de "Denisita decía se lo creía y que Denisita era la persona más importante", ¡era un mentiroso!

-¡Mentiroso!- en la entrada oscura, dijo la mujer en voz grave con mucha tristeza.

¡Le estaba engañando!

¡Todo era mentira!

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