Amante peligroso romance Capítulo 49

Sintió un dolor en la barbilla y se le acercó una cara guapo, -Mira con atención quién soy?-

Con la voz fría y el olor conocido que le daba en la cara le hicieron a Denis recuperar la conciencia en un instante, -¿Por qué...?-

-¿Por qué estoy aquí?- Joaquín no le dio a Denis la oportunidad de terminar de por entero, apareciendo una risa fría en la cara- ¿Me preguntas? ¿Acaso no sabes que es un caso interesante para mí verte intolerable?

Mientras, sentía Manrique Rodríquez un asombro y su visual iba del ojo a la mano derecha de su amo.

Goteando todavía la sangre la mano derecha del amo. ¿Por qué no le dijo la verdad a Denis?

Joaquín dejó atrás la barbilla de Denis casi brutalmente con su mano grande. Era alto y delgado Joaquín y se levantó de repente dando una mirada simpática a Denis-Levántate, sígame si estás vivo-

Aunque Manrique no le gustaba mucho Denis que estaba ahora delante de él. Sin embargo, esta mujer en el sofá de este momento tenía muchísima diferencia con la de hace tres años, muy segura de sí misma, y casi moriría un momento antes que paracía ahora muy lastimosa. Así que Manrique dio un paso adelante para sostener con la mano a Denis.

-¿No tiene pies ella misma?-se dio una vista fría a Manrique que tenía un asunto y revocó la mano, retrocediendo unos pasos con silencio.

Levantó la cabeza Denis para ver a ese hombre y no vio más que una cara fría. Comenzó a levantarse muy lentamente apoyando el sofá como el movimiento lento en la película. Parecía que lo hace con atención o a propósito para los demás.

Si una persona estaba salvada de morir ahogada en el acto, aunque era débil, no podía parecer así como ella.

Por lo tanto, incluso la poca piedad de Manrique no existía.

La fue Joaquín hacia abajo levantarse y dijo despiadado

-¿Tus piernas están rotas?-

Denis sujetó firmemente el sofá con la mano, la acción era tan rápida que no se podía descubrir. En un instante lo soltó sin hablar ni explicar con solo el puño cerrado tranquilamente. Aceleró sus pasos utilizando por completo su volutad para caminar junto a la persona delante.

De repente, se detuvo Denis al lado de Arturo para extender la mano hacia él y se tendió al suelo ante él.

Arturo no lo entiendió. Y debido a su inactividad, la persona delante hizo una pausa y miró a ella sin hablar ni una palabra vigilando todo esto tranquilamente.

Denis presionó los labios en una grieta y miró fijamente a Arturo delante de ella estirando la mano más cerca a Arturo.

Sobre la nariz de Arturo se soportaron mal las gafas y él no podía mantener elegante y ordenado ahora. Con el ataque de esta agua grante, estaban desordenados su estilo de pelo y su ropa.

Mirando la palma delante él parpadea-¿Qué significa esto, Denis Alonso?-

-El dinero, ¿lo olvida, Arturo? Dos millones euros por la actuación que había prometido.-

Debido al ahogamiento, la voz ronca de Denis sonó más rota como el sonido desgradable de la fricción de gravas, que también hizo sentir picazón en la garganta.

Arturo comenzó a despejar la garganta y sacó inmediatamente su billetera de la chaqueta descubriendo que el cheque se había mojado y no se podía utilizar. Pensando que debían tener una relación especial esta mujer y Joaquín, cambió Arturo la idea y sacó una tarjeta de la billetera rechinando los dientes

-Denis, el cheque se había mojado, toma esta tarjeta.-

No terminando las palabras de Arturo, un sonido apareció repentinamente

-Este dinero, si ella se atreve a tomarlo, ¿tú, Arturo, te atreves a darlo?

Con una tembla de la mano, Arturo miró asombrado al hombre de al lado...esto...

Tocando el pelo inquieto, Joaquín gritó con furia-¡Sígame!-Dio la vuelta para salir.

Lo siguió Denis con silencio.

No caminó lentamente Joaquín, por eso rechinando los dientes con firmeza hizo esfuerzos Denis para alcanzar a a persona delante.

Le dolió mucho las piernas como se grietaron los huesos y también sentía solo el dolor en la cintura izquierda sin más. No había más sensación excepto el dolor.

El sudor helado le rezumó por la frente. No tenía sudor bajo el sol en el verano para ella, ahora le sueltó mucho sudor frío por el dolor.

Solo que estaba toda mojada de la cabeza a los pies, no se podía descubrir era el sudor o la agua aunque estaba empapada de sudor frío.

Entró primero Joaquín en el ascensor y levantó la mirada descubriendo que la mujer estaba a una distancia de tres o cuatro metros que le hizo fruncir el entrecejo para decir con tono frío

-Caminas muy lentamente.-

Con la voz ronca, Denis dijo-Ahora mismo- Apretando los dientes y olvidando el dolor en la cintura y en las piernas, aceleró sus pasos para alcanzarlo.

Entrando en el ascensor, dijo jadeando-Joaquín, perdón, no retraso por fin...- Acabando las palabras, se cayó directamente al suelo con los ojos que se volvieron blancos.

La respiración de Joaquín tenía un alto, pero había estirado su mano que era más rápido que su pensamiento para agarrar a ella en sus abrazos-Denis Alonso, ¡no finjas morir!- Bajando su cabeza y abriendo los ojos angostos y largos bien abiertos, encuentró los labios blancos de ella que le hizo a él sentir dolor en el corazón en este momento y abrazarla inmediatamente

-Denis Alonso, ¡despierta, despierta!-

Tomó su móvil, -¿Dónde está Lázaro Martín? ¿Ha estado aquí? ¡Le diga que suba al piso 28! ¡De prisa!

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