Tal vez porque todavía tenía el título de Esposa de Presidente, sus palabras hicieron que mi corazón se sintiera amargada.
Incluso si me negué a admitirlo, la verdad estaba a la vista.
Este terreno se encontraba en el centro de la Ciudad Yiela, no lejos del edificio del Grupo Gran Navarro de Hector.
El valor era inconmensurable.
Dado que Hector estaba dispuesto a gastar dinero por ella, mostraba que Jimena tenía una posición muy importante en su corazón.
Miré a Jimena y me burlé, -Mi esposo es realmente feliz. Los dos hermanas lo hemos recibido, especialmente mi hermana, te gusta tanto ser la amante de otra persona-
-¡Tú!- Jimena comenzó a enojarse, pero se calmó rápidamente, -No te enorgullezcas, una mujer como tú con antecedentes de condenas penales, ¡veo cómo la familia Navarro puede tolerarte!-
- ¿No puede tolerarme? Mi esposo me había ocultado mi encarcelamiento. El abuelo Ji solo sabía que fui al extranjero para realizar más estudios.-
La cara de Jimena se puso pálida después de escuchar lo que dije.
Era obvio que ella no los conocía.
Dije esto deliberadamente hoy solo para dejarla causar problemas y exponer las cosas que había estado en la cárcel.
De esta manera, también puedo liberarme de este matrimonio deformado entre Hector y yo.
La noche en que Jimena se fue, recibí una llamada de Hector.
- ¿Por qué dices a Jimena lo que le dije al abuelo?-
Tan pronto como se conectó el teléfono, escuché el rugido de Hector.
Ahora, sus emociones no podían afectarme en absoluto.
Moví el teléfono más lejos, -Presidente Hector, ¿no crees que estás torturando a ti mismo mientras me torturas?-
- Realmente te sobre estimas a ti mismo-
El bufido desdeñoso de Hector vino del teléfono.
Continué, -Sí, como tenemos una relación entre marido y mujer, me tratas como lo tuyo. Incluso si crees que te pongo enfermo, haces todo lo posible por torturarme a mí y a las personas que me rodean, solo porque no puedes aceptar que tu esposa sea una persona así-
- Por lo tanto, déjeme ir y casarme con Jimena. El Presidente Hector y yo no somos de la misma clase. Te prometo que nunca me volverá a ver-
- ¿Estás durmiendo? ¿Si te molesto tan tarde?-
La voz de Yonatán llegó desde el extremo del teléfono. Era un poco ronca, pero muy suave.
Mi corazón se calentó de inmediato, sosteniendo el teléfono y negando con la cabeza- No, no he dormido todavía-
- ¿Te preocupas los nuevos proyectos? Escuché que te quedas allí más de 16 horas al día. No te fuerces demasiado- dijo Yonatán.
- Pero ... creo que Hector ocultó deliberadamente este incidente y vino a buscarnos, ¡debía estar inquieto!-
Creía que Hector solo quería derribar a Yonatán.
Sólo quería que no tuviera un lugar para quedarme.
- Entonces solo puedo tomar diferentes medidas según la situación específica. Puedo empezar de nuevo si la empresa quiebra. Pero eres única y me culparé a mí mismo si estás demasiado cansada-
Las palabras de Yonatán siempre me tomaba como lo más importante.
Pero también me hizo más culpable.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Amor desgarrado