Amor desgarrado romance Capítulo 76

-¡Qué estás haciendo!-

Me sorprendió mucho, y quería sacar los pies, pero el hombre me los aferró, advirtiéndome, -No te muevas, no sea que me arrepienta por un momento.-

-No, mis pies están fríos.-

Me daba mucha vergüenza.

Yo sabía lo fríos que estaban mis pies, así los metí en los brazos calientes de un hombre, lo que se puso en contacto directo con sus músculos abdominales, eso me daba mucha vergüenza.

Hector me miró con un poco advertencia, -¿Por qué no dijiste antes que tus manos y pies estaban tan fríos en invierno?-

-...-

No dije nada más.

Pero al día siguiente, cuando dejé el trabajo, Hector me recogió a casa, no a mi casa, sino a otro edificio.

Ese edificio ubicaba en la zona No.1 de la Ciudad Yiela y tenía un puesto central.

-¿Qué es …?-

Esto me dejaba perpleja.

Hector me tomó la mano y la puso en su bolsillo, -Entra y lo sabrás.- él dijo, con un poco misterio.

Me llevó al ascensor hasta el último piso.

El ascensor se abrió. Delante había una puerta de madera de doble apertura, junto a ella había una cerradura de huellas dactilares para abrir la puerta.

Lo primero que Hector hizo fue operar el programa de la puerta y luego presionarme el dedo en la cerradura de la huella digital.

Con un sonido "Tic", el hombre se volvió, mirándome, -de ahora en adelante, tú eres la anfitriona de esta casa.-

Mientras él abrió la puerta.

Entré y me quedé aturdida.

La casa era súper grande. Los enormes ventanillas francesas frente a ella eran curvadas que contaban con una vista de mínimo 120 grados fuera de las ventanas.

A simple vista, ninguna de la arquitectura de afuera era más alta que esta.

Yo había una sensación de un vistazo de las pequeñas colinas.

-Esto es...-

Volví a desviar la atención, mirando la decoración de la habitación, que era una decoración muy sencilla pero elegante, cuyo tono también era muy armonioso.

-Mi casa.-

Detrás Hector respondió.

Al mismo tiempo, me metió en la habitación, cuando me quité los zapatos y estaba buscando las zapatillas para cambiar.

Me arrastró tan rápido que tuve que alcanzarlo.

Cuando pisé el suelo con mis calcetines, me di cuenta de que el suelo estaba caliente.

-¿Calefacción por suelo?-

-Sí, lo he remodelado yo mismo aquí, y la calefacción por suelo radiante es sólo una propuesta del diseñador para configurarlo, y no pensé que funcionaría ahora.-

Hector dijo naturalmente.

Miré a mi alrededor. Era que Hector nunca me había dicho antes que tenía una casa en este barrio.

Pensé en Jimena, la cual salió de aquí ese día ...

¿Acaso Jimena a menudo venía aquí?

Miré a mi alrededor donde no parecía haber ninguna señal de una mujer.

Hector parecía entender lo que quería decir, por eso, se inclinó y me besó la frente, en un tono muy suave, dijo, -No te preocupes, eres la primera mujer que viene aquí, he dejado que el sirviente ponga tus cosas en el dormitorio principal.-

Lo miré hacia arriba.

Por un momento, Hector me trataba genial.

Era tan tierno que incluso me di una sensación poca irreal.

Lo miré y le pregunté, -¿Por qué, tan bueno para mí?-

-Porque eres mi esposa.-

Se podría decir que la respuesta de Hector era la respuesta estándar.

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