Amor desgarrado romance Capítulo 78

¡Toda mi persona se derrumbó de repente!

-No ...-

Negué con la cabeza y di un paso atrás, ¡pero Fulvia seguía tirando de mi cabello y acercándome a la jaula abruptamente!

Después de eso, cerró la puerta.

- ¡Déjame salir! -, Grité.

Fulvia me miró, - ¿Dejarte salir? ¡Soñar! -

Luego abrazó a una chica y le dijo -Salgamos y discutamos cómo hacerla hablar. -

-Sí. -

-No hay problema. -

Algunas chicas le respondieron halagadoramente.

Estaba acurrucado en esta jaula, y toda mi persona comenzó a temblar de nuevo, sintiendo más miedo que cubrirme la cabeza afuera.

Realmente tenía miedo de que todo en la prisión vuelva a comenzar.

En este momento, cerré los ojos, como si pudiera ver la hora en la prisión.

Tenía miedo de muerto.

Este tipo de miedo no podía ser controlado por mi corazón, incluso pienso si estoy enferma.

Pronto entraron.

Me torturaron con los mismos métodos que en la cárcel, pero me golpearon sin escrúpulos, me acurrucaron, me sujetaron en la jaula, y luego dejaron que la cera goteara a mí.

Solo podía esquivar rápidamente, pero todavía me quemó.

Más tarde, mi reacción no les dio interés, por eso cambiaron de cigarrillos y finalmente se convirtieron en cuchillos.

Era como el juego de insertar piratas, no importaba cómo me escondía, me picarían.

Fui afilada en muchos lugares por cuchillo y la ropa estaba empapada de sangre.

Pero todavía tenían miedo de que estuviera muerta y finalmente se detuvieron.

Estaba acostada en la jaula en una posición muy retorcida, aunque la herida no era grave, sentía dolor por todas partes.

La noche se venía encima.

Estaba muy incómoda y no podía dormir, y de repente escuché a Fulvia llamar.

No podía reconocer a quién estaba llamando, pero Fulvia parecía que estaba persuadiendo a un niño.

¿Niño?

¡Qué ridícula la idea!, en mi opinión, una mujer como Fulvia no tendrá hijos en ninguna manera.

Estaba pensando en eso cuando escuché a Fulvia gritar - ¡Levántame, no me duermas, alguien viene! -

Entonces se abrió la puerta de la habitación donde me quedaba.

Fulvia y algunas personas se reunieron alrededor con cuchillos y me sacaron de la jaula directamente, poniendo el cuchillo en mi cuello.

Pronto una puerta se abrió afuera, alguien venía adentro y escuché el sonido de muchos pasos desde la puerta abierta.

Más tarde, a la luz de la luna, vi entrar a varia policía. ç

- ¡Dejen su arma! -

- ¡No vengas, si viene, la mataré! -

Los dos lados se enfrentaron.

Escuché los pasos de un zapato de cuero acercándose.

-¡ Es Héctor entró desde afuera!-

En el momento cuando entró, las chicas alrededores de mí se sorprendieron mucho

Una incluso murmuró - ¡Qué mierda! Es verdad. -

El cuchillo que Fulvia me puso en el cuello también tembló.

Héctor me fijaba, La noche estaba demasiado oscura y no pude ver su expresión. Solo lo escuché decir -Dejadla ir, cuánto os costará, tenéis la última palabra. -

- ¡Diez millones! -

- ¡No, no, cincuenta millones! -

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